El abogado expulsado de Podemos, José Manuel Calvente, ha afirmado ante el juez del caso Villarejo que la cúpula del partido articuló una estrategia alrededor del robo del móvil de la exasesora de Pablo Iglesias en el Parlamento Europeo, Dina Bousselham, a finales de 2015 para presentarse como víctima de las cloacas policiales del Estado puesto que el volcado de una copia del móvil de la mujer apareció en casa del comisario investigado y en prisión preventiva, José Manuel Villarejo.

Según Calvente, tanto el líder de Podemos y vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, como la ahora ministra Irene Montero y el jefe de Estrategia y Comunicación de la Vicepresidencia, Juan Manuel del Olmo, estaban al tanto de dicha estrategia.

El abogado, que además de formar parte del equipo jurídico de Podemos era el responsable de Protección de Datos del partido, fue despedido en diciembre de 2019. La formación dio como motivo la denuncia por acoso laboral y sexual presentada contra él por su compañera Marta Flor Núñez, abogada de Pablo Iglesias y Dina Bousselham. Estos hechos se han investigado en un juzgado de Madrid y el caso se ha archivado. Calvente sostiene que su despido se debió en realidad a sus diferencias con el partido porque, además de denunciar irregularidades internas que habría descubierto, advirtió de que la estrategia del caso Dina en el que Podemos estaba personado como acusación "no se sostenía" y era un "montaje" para sacar rédito político a la causa. Así lo manifestó en una entrevista reciente de El Mundo que animó al juez a citarle a declarar como testigo.

"Lo sabían desde 2016"

Este jueves, en videoconferencia desde Barcelona, donde reside, Calvente se ha ratificado en sus palabras. Ha dicho que los abogados del partido se dieron cuenta de que la teoría de que Villarejo estaba detrás del robo del móvil de Bousselham a finales de 2015 y la filtración a la prensa de mensajes contenidos en su interior que perjudicaban a Pablo Iglesias decaería porque la propia Bousselham compartió con terceros los pantallazos de las conversaciones que comprometían al líder del partido y acabaron publicados. Según ha afirmado el letrado ante el juez, "el partido lo sabía desde 2016", cuando se publicaron los mensajes y "sospechaban que tras la filtración estaban los enemigos de Iglesias, los errejonistas", trasladan fuentes jurídicas.

Aún así, ha dicho, insistieron en que el partido denunciara los hechos ante el juez del caso Villarejo y pidiera figurar como perjudicado en 2018 en lugar de que lo hiciera únicamente Bousselham y explotaron el relato en la última campaña electoral. Para ello, según Calvente, después de mantener el equipo jurídico distintas reuniones con los fiscales del caso Villarejo, Miguel Serrano e Ignacio Stampa, los dirigentes de Podemos se empeñaron en que la abogada de Iglesias y Bousselham, Marta Flor Núñez, llevara el caso por su "relación con el fiscal Stampa".

En un burofax que Calvente presentó al secretario de Organización del partido, Alberto Rodríguez, poco antes de ser despedido y que publicó El Independiente, éste alertó de que esa supuesta "relación íntima" entre Stampa y Marta Flor pondría en peligro la causa.

Tras publicarse en El Confidencial los mensajes intercambiados entre los miembros del equipo legal de Podemos en los que Marta Flor Núñez presumía de su relación con el fiscal, al que llamaba 'Ironman' y de las que se entendía que había una connivencia para presentar los hechos ante el juez, la Fiscalía abrió un expediente para investigar internamente los hechos. Ésta se archivó, pero Vox (que se ha personado como acusación popular de esta causa) presentó una querella contra el fiscal Stampa y la abogada Marta Flor y la Fiscalía de Madrid investiga al primero para decidir si eleva los hechos al Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

Este jueves, el fiscal jefe Anticorrupción, Alejandro Luzón, ha ido personalmente en lugar de los fiscales del caso Villarejo a interrogar a Calvente. Lo ha hecho entre acusaciones de parcialidad y connivencia con la acusación popular por parte de los imputados de la causa, entre los que se encuentra el comisario Villarejo.