El inicio del curso político está siendo de todo menos apacible para Pablo Casado. El PP quería centrar todos sus esfuerzos en la construcción de una alternativa "sensata" y "moderada" frente a la "pésima" gestión de Sánchez e Iglesias ante la pandemia del coronavirus, pero se ha encontrado con importantes obstáculos por el camino que han desviado el foco de sus objetivos: primero, la crisis interna a cuenta de la destitución de Cayetana Álvarez de Toledo; y, ahora, las nuevas informaciones en torno a la trama del caso Kitchen que acechan prácticamente a toda la anterior cúpula del partido: a la ex secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal; al ex ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz; y al ex presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Desde que comenzasen a circular las informaciones acerca del presunto espionaje del PP a su ex tesorero, Luis Bárcenas, para conseguir documentación comprometida para la formación conservadora, la línea estratégica de la dirección ha sido la de insistir en la presunción de inocencia y la de luchar para separar la actual trayectoria del partido de las sombras de su pasado. "Si se demuestra que alguna persona de este partido ha tenido algún tipo de responsabilidad -en la Kitchen- no sólo me preocupará, sino que me ocupará. Ese es mi compromiso. No voy a pasar ni una", aseveraba el actual presidente del PP en una entrevista para Cope este lunes.
En las filas del principal partido de la oposición predomina la tesis de que el caso Kitchen no afecta "para nada" al PP de Casado, ya que las personas que aparecen en el escrito de la Fiscalía Anticorrupción "no tienen responsabilidades políticas" dentro de la actual organización de la formación. Por el momento, reiteran, el único nombre que figura en la lista de imputados es el del ex secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, ex número dos de Fernández Díaz, que "no está afiliado" al PP. Y como "no hay nada que ocultar" al respecto y la posición del partido es la de "colaboración" si se les precisa cualquier tipo de información, según el argumentario oficial, no resulta tan descabellada la idea de apoyar una comisión de investigación en el Congreso sobre la trama Kitchen, impulsada por los dos partidos del Gobierno de coalición.
Fuentes solventes del PP afirman que el escenario de que el partido acepte la comisión "está encima de la mesa", aunque vinculan toda posibilidad de que se apoye finalmente la iniciativa parlamentaria en el pleno del Congreso a que se publiquen "informaciones más graves" sobre la supuesta utilización de los resortes del Estado para espiar a Bárcenas e intentar recabar información sensible que pudiera implicar a la cúpula del partido en casos de corrupción, porque "hoy por hoy" lo único tangible son unos presuntos mensajes de texto aportados por Paco Martínez a la Fiscalía -que "lidera" la ex ministra del PSOE, Dolores Delgado- y que demostrarían el conocimiento que tenía el ex ministro del Interior sobre la operación de acceso a los móviles del que fuera tesorero del PP.
Aunque con cautela, en Génova tampoco dan por cerrada la puerta de apoyar la solicitud de comisión parlamentaria sobre el 'caso Kitchen' para dar ejemplo en cuestión de transparencia dentro de la actual administración, aunque suscriben las palabras del presidente del partido, Pablo Casado, quien ha afirmado estar "encantado" con que se celebren estas comisiones, pero pide que se investigue "todo de todos", y no sólo las que afectan al PP.
Se refiere Casado a la solicitud que registró en el Congreso junto a otros grupos de la oposición para investigar la lista de frentes judiciales que tiene pendiente el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, desde el 'caso Dina' hasta la presunta 'caja B' que terminó con la imputación de la cúpula de Podemos y del propio partido. La formación morada, con el apoyo del PSOE, terminó tumbando la propuesta del PP, y el Congreso no estudiará las presuntas irregularidades en la financiación de los morados.
Además, este lunes los populares han redoblado la presión sobre el Gobierno registrando la constitución de una comisión de investigación sobre la "pésima" gestión de Sánchez ante la crisis del coronavirus que, como las anteriores, está condenada a morir. La iniciativa parlamentaria sobre la Operación Kitchen, sin embargo, sí saldrá adelante gracias a la mayoría que PSOE, Podemos y otros grupos parlamentarios como ERC o Bildu suman en el Congreso. Se prevé que a estos grupos se sume el voto favorable de Ciudadanos, según confirman fuentes de la formación naranja, así como formaciones minoritarias como Más País o Compromís.
Según adelantó Europa Press en la tarde del lunes, se prevé que el debate sobre la creación de la citada comisión llegue al Pleno del Congreso de los Diputadosa a finales de septiembre, después de que la Junta de Portavoces decida en la reunión de la próxima semana su inclusión en el orden del día de la sesión. La comisión nacerá con un plazo inicial de tres meses prorrogables a otros tres, en la que Podemos ya adelantó su intención de citar tanto al presidente del PP, Pablo Casado; como al ex presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
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