El año 2016 pasará a la historia como uno de los annus horribilis del Partido Socialista Obrero Español. Con la guerra de personalismos escenificada en Ferraz el 1 de octubre aún presente, seguimos en este periodo de transición forzada, dominado por la gestora, y sin una idea clara de la fecha del congreso del partido y de cuáles serán los candidatos a unas primarias decisivas para su futuro. Por ello, me ha parecido oportuno dedicar el reportaje de Navidad a una de las líderes del PSOE que más aprecio por su coherencia, fortaleza, capacidad de diálogo y trabajo: Idoia Mendia.
A menudo, Idoia usa las palabras de Ramón Rubial, primer lehendakari de la democracia, para que se entienda su estilo de liderazgo y el diálogo que ha permitido llegar a un acuerdo con el PNV para formar Gobierno. Decía Rubial: "Esa fue mi mayor ilusión, demostrar a la gente que cinco concepciones distintas en un Gobierno, con un poco de voluntad, podían sacar adelante proyectos que beneficiaban a todo el país".
Idoia está recuperando el espíritu de Rubial para sacar adelante proyectos que beneficien de nuevo a todos los vascos. En una reciente conferencia en el hotel Ritz, con solemnidad y seriedad, subrayó: "Los socialistas vascos hemos decidido no perdernos en debates estériles, hemos decidido solucionar el día a día de la gente, hacerlo junto a otros y reconocer que hay que afrontar de cara los problemas que todos sabemos que existen, aunque algunos hayan renunciado a la política para solventarlos. Preferimos gobiernos que puedan fallar a estados fallidos y hay que arriesgar y atreverse a acordar". Palabras duras en un momento de crisis real de la política y de los partidos tradicionales en todo el mundo.
Política y antipolítica
Pregunta.- En algunas de tus últimas conferencias has hablado de la crisis de la socialdemocracia, de la política en general y de la prepotente amenaza de los que quieren manipularnos con su antipolítica. ¿Qué es para ti la antipolítica? ¿Cuál es la nueva política que se necesita hoy?
Respuesta.- Plantear permanentemente soluciones, aparentemente sencillas, a problemas complejos. Es cierto que hoy día, tal vez la gente necesite respuestas fáciles, pero yo creo que hay que dar respuestas seguras, coherentes, firmes y ser valientes. Y es lo que falta en política: valentía y compromiso, que son ingredientes fundamentales para abordar los problemas. La antipolítica es la que acude a las urnas para arrasar con esos valores, para exhibir los votos como única fuerza moral, o para dividir a los ciudadanos. La antipolítica es la victoria de Trump sustentada en la aniquilación de esos valores. Es la extrema derecha paseándose por una Europa con sus fortalezas debilitadas. La nueva política es recuperar los grandes logros que alcanzamos a lo largo de la segunda mitad del siglo XX y que nos permitieron crear la Europa del Bienestar.
P.- Es evidente el riesgo que conlleva la crisis de la socialdemocracia en el mundo y el riesgo de un efecto dominó de la victoria de Trump en Europa de cara a los retos electorales del año que viene. ¿Cómo ves la situación?
Los políticos a veces somos temerosos, tenemos miedo a perder nuestro estatus"
R.- Nosotros, desde la socialdemocracia, tenemos nuestra parte de responsabilidad, porque tenemos que afrontar los retos del siglo XXI y quitarnos lastres del siglo XX. La gente está muy enfadada y muy desasosegada. No hemos sabido leer los cambios de los tiempos, no hemos estado a la altura. Porque ninguna de las cosas que teníamos como ciertas en la generación de nuestros padres las tenemos ya tan ciertas. No sabemos cuánto nos va a durar el trabajo, cómo va a ser nuestro futuro... y, sobre todo, la clase media, que se ha empobrecido tanto y está muy enfadada. La crisis actual tiene mucho que ver con el empobrecimiento de las clases medias en el mundo. Los ciudadanos aprovechan ocasiones, como hemos visto en Italia con la propuesta de reforma constitucional, para mostrar su enfado. Sin darse cuenta de que la propuesta del primer ministro italiano igual era muy relevante, si no la mejor para mejorar su vida. Y pasó lo mismo con el Brexit, en fin...
P.- Sí, Idoia, pero… ¿Qué está fallando? Porque en algo Cameron o Renzi, como primeros ministros, han fallado. Y frente a una propuesta, muy razonable como en Italia, Renzi, en su mensaje, falló. ¿Qué falta en el liderazgo de los políticos para que la gente no compre ya el mensaje?
R.- Falta pedagogía por parte de los políticos. Y también los líderes políticos tienen que relacionarse mucho más entre ellos. Una relación más fluida de confianza, de honestidad y de valentía. Los políticos a veces somos temerosos, tenemos miedo a perder nuestro estatus, el puesto alcanzado, el famoso sillón. Pero en política no estás para ocupar un sillón sino para resolver problemas. La política es servicio a la ciudadanía y no poder.
La valentía de las mujeres
P.- Idoia, yo considero que la valentía es una de las claves del liderazgo político y muchas veces falta, quizás más en los hombres que en las mujeres. Lo hemos visto en España en los 319 días de Gobierno en funciones. Días marcados por falta de valentía y diálogo. ¿Consideras que la política, en femenino, puede aportar más a las situaciones de crisis? ¿Es necesario el liderazgo femenino en términos de valentía y de diálogo?
R.- Yo no me atrevería a hablar de diferencias entre liderazgo masculino y femenino, pero es verdad que las mujeres tenemos más cosas en la cabeza… Tenemos la vía A, la vía B y la vía C. Siempre manejamos más alternativas para solucionar problemas. Y si te falla una vía, pues no pasa nada. No se te va la vida en ello: ¡Que tengo que dejar el escaño! Pues no pasa nada. A veces en los hombres, la búsqueda del poder ciega la búsqueda de soluciones.
P.- Me gustaría no hablar de la necesidad de más mujeres en política, sin embargo, la política sigue dominada por hombres en los puestos de más responsabilidad y lo mismo pasa en el sector privado. ¿Hemos avanzado en términos de igualdad de oportunidades? Porque a mí me da la impresión de que estamos muy lejos de estar en una situación de paridad real.
Durante el mandato de Rajoy se ha retrocedido mucho en términos de igualdad"
R.- Es cierto que durante el mandato de Rajoy se ha retrocedido mucho en términos de igualdad. Se han dejado de implementar leyes políticas que podían haber ayudado a las mujeres. Por ejemplo, la Ley de Dependencia, que afecta fundamentalmente a las mujeres. También muchas leyes laborales, porque la precariedad en el trabajo nos afecta mucho más a nosotras. Hoy hay muchas familias monoparentales, o mejor, monomarentales, encabezadas por mujeres. Mujeres a las que la lucha por sobrevivir les impide hacer una vida normal. Y ahí hay que trabajar todavía mucho.
P.- Si tú fueras primer ministro de un país, Idoia, ¿qué harías? ¿Cuáles son las claves para conseguir la paridad, también a nivel de salarios y romper los famosos techos de cristal?
R.- Yo alcanzaría un gran acuerdo entre todas las fuerzas políticas. Sembrar para recoger de aquí a 10 años. Yo miro siempre a los países del norte: a Suecia, a Dinamarca. Cómo han avanzado y de qué apuesta vienen. De un gran acuerdo entre todos los partidos. Tenemos que conjurarnos, pero todos, no en solitario. No basta con propuestas fantásticas hechas en solitario, como la que acaba de hacer Fátima Báñez acerca de los horarios. No es sólo eso. Hay que tener flexibilidad laboral y buenos equipamientos para poder ponerlo en práctica. Las empresas tienen que apostar por el valor de las mujeres porque yo creo que las mujeres somos muy buenas trabajando.
P.- ¿Desde cuándo viene tu interés y tu vocación por la política y por el socialismo? Porque creo que tú vienes de una familia nacionalista.
R.- El interés por la política me viene desde muy niña. Me gustaba mucho leer, me interesaban mucho las cuestiones relacionadas con el Estado. Por eso estudié Derecho, porque me parecía lo mejor para entender el mecanismo de la política y del Estado. Y sí, vengo de familia nacionalista, pero me fui alejando de ese nacionalismo porque era muy de 'hay que creer en esto porque hay que creerlo y porque es así'. Yo intelectualmente no podía aceptar eso. Fui evolucionando y al final me pareció que el PSOE era el partido donde más cómoda podía sentirme expresando mis ideas.
P.- ¿Cómo ha sido tu camino? ¿Cómo has desarrollado tu carrera?
R.- Yo tenía cargos muy básicos en agrupaciones locales y por mi perfil profesional me incluyeron en la candidatura al Parlamento Vasco. Con la dimisión de Nicolás Redondo Terreros entré de rebote como diputada y ahí se fueron fijando en mí. Y después, con Patxi López, me ofrecieron formar parte del Gobierno, que era algo que ni me planteaba, no tenía ninguna intención de ello. Pensaba que me iba a quedar en el Parlamento, pero bueno, él quiso contar conmigo como portavoz.
P.- Damos un salto en el tiempo ya casi hasta la actualidad. Sábado, 1 de octubre de 2016. Sede de Ferraz. Se ha escrito mucho y se ha llamado de todas las maneras a aquel sábado y a aquel Comité Federal tan tormentoso. ¿Cómo lo viviste tú?
R.- Pues como una película de terror. Terrible. Todavía me veo sentada allí y veo al resto de compañeros. Cómo unos gritaban, otros hablaban, y yo allí... Sí, como en una peli de terror. Me pareció especialmente doloroso. El PSOE es un partido extraordinario, el más importante que tenemos en España. Y tenemos que recuperarnos.
P.- Tú has hablado de antipolítica. Respecto a la situación de tu partido, se ha hablado mucho de personalismos, de lucha entre Pedro Sánchez y Susana Díaz, de guerra de sillones. ¿Qué hubo allí? ¿Mucha antipolítica?
R.- Las más bajas pasiones y sí, mucha antipolítica.
P.- Se pide en este momento, de forma un poco triste en mi opinión, por parte de la gestora, paciencia. Y yo, como soy un impaciente, considero que los 137 años de historia del PSOE requieren, si no prisa, sí no quedarse en una pausa eterna. ¿Dónde ves tú el timing, los plazos necesarios o correctos para que el PSOE no siga en este peligroso limbo en el que se encuentra?
R.- Me preocupa mucho que decisiones como las relativas al PSC o a los Presupuestos Generales del Estado las tome una gestora cuando yo creo que las debe tomar un congreso del partido y una ejecutiva. Y por otra parte, queda poco tiempo, relativamente, para unas nuevas elecciones municipales y autonómicas. Si vamos a un congreso, yo creo que debe ser en primavera, no en verano, porque aunque sea al principio, si no consideras julio y agosto has perdido casi el año entero. Y la Ejecutiva y el secretario general que salgan de ahí deben empezar a trabajar lo más pronto posible. También para sacar los mejores resultados posibles en esas elecciones autonómicas. Y yo no creo que sea incompatible, como dice Javier Fernández, hacer las cosas cuanto antes con hacerlas bien.
P.- ¿Cómo ves el talento en el partido? Da la impresión de que en el partido hay falta de talento y de liderazgo. Independientemente de las luchas de poder. No te voy a hacer la pregunta que te hace todo el mundo porque es inútil hasta que la gente no se presente pero, ¿cómo lo ves desde dentro?
R.- Estoy de acuerdo en que en mi partido nunca ha habido una gestión inteligente de los recursos humanos, porque siempre hemos tenido miedo a que nos muevan la silla. Y eso nos ha impedido hacer esa labor clave para el éxito de las organizaciones.
P.- Ya, pero eso es terrible, Idoia, yo considero que hay que pensar en un partido como en una empresa. A ese nivel de gestión del talento, de los recursos humanos, de la preparación... y de tantas otras cosas. ¿Qué estáis haciendo para que esto cambie rápidamente?
R.- Hombre, talento sí hay. Y hay personas muy preparadas y muy valiosas, no sólo en los niveles más altos o en las personas que llevan más años en el partido, sino también en la gente más joven. Pero es cierto que necesitaríamos muchos más para tener un banquillo con el que hacer mucha más política, por ejemplo en los ayuntamientos o en las Comunidades Autónomas.
La conciliación, clave para ser feliz
P.- Idoia, da la impresión de que concilias muy bien tu vida personal con tu vida profesional y política. ¿Cómo lo haces? ¿Cuáles son tus claves?
R.- No buscar la perfección porque, si no, estás muerta. Ni en lo personal ni en lo profesional. Yo cuento con mi pareja, que me ayuda en todo y me anima mucho, y luego, a mis hijos, cuando se quejan de que me ven poco, yo siempre les digo que el tiempo que les dedico es de calidad. Y que hay muchas mujeres, muchas madres, que tienen que tener dos y tres trabajos y que ven mucho menos a sus hijos, y que yo soy afortunada y además puedo manejar mi agenda para sacar un fin de semana libre o una tarde libre. Todo con dificultad, porque la conciliación siempre es difícil, pero no hay que angustiarse.
P.- ¿Y cómo se vive ahora en el País Vasco? Hemos recordado antes a compañeros de tu partido asesinados por ETA.
R.- Pues ahora se vive muy bien. Estamos con una sensación de liberación, como de salir del armario. La gente se siente más libre, habla de política, dice lo que piensa y eso nos provoca también cambios en lo político a los partidos más tradicionales, más de toda la vida. Yo recuerdo los años 2000, cuando ETA rompió la tregua de Estella y además todos los días mataban a alguien, a políticos, a concejales... y decías: 'Jo, he vuelto a casa'. Y cuando no te podías parar ni siquiera delante de un escaparate. Yo siempre recuerdo que mis hijos querían un perro y yo siempre les ponía la excusa de que no podíamos… ¡Porque no teníamos una casa con jardín! Y en realidad era porque un perro tiene rutinas y la rutina te lleva a la muerte. Eso lo saben muy bien los militares. Muchas veces, la mejor protección no es tanto un escolta como no tener rutinas. Y bueno, pues ahora… ¡tenemos perro! ¡Y es mi perro! (Se le ilumina la cara).
P.- ¡Qué terrible es eso de que la rutina te lleve a la muerte! ¿Por qué es tan difícil en España conciliar conceptos tan maravillosos como Patria, Nación y País?
R.- Sí, somos un país de extremos. No nos queremos nada a nosotros mismos, somos muy extraños. Y es una pena porque somos un país magnífico, muy variado, con diferentes lenguas, maravillosos paisajes...
P.- ¿Qué es para ti Patria, la Nación? Porque tú defiendes que no haya derecho a decidir, no te interesa.
A todos esos partidos emergentes hay que ponerles frente a su propia realidad"
R.- Cuando tú decides, tienes que saber lo que decides y las consecuencias de lo que decides, para que no se produzcan desastres como lo del Brexit, el referéndum italiano o lo de Escocia. Acerca de la Nación, te diría que a mí me gusta mucho sentir que el sentido de Patria, de Nación, es el de tu propia vida. Tus amigos, tu infancia, tus gustos, tu equipo de fútbol. Es verdad que un paisaje o una música folclórica te mueve y una lengua es con lo que sientes, pero yo soy una persona que no le da ninguna importancia a eso, y como no le doy ninguna importancia, entiendo a quienes le dan valor. Son cosas que están recogidas en la Constitución. Admiro mucho a Alemania que con su Constitución tiene a los de Baviera, que se declaran el Estado libre de Baviera pero luego son alemanes y cumplen con su Constitución.
P.- ¿Ha habido mucho abuso de los políticos en los medios de comunicación en los últimos meses?
R.- Sí, ha habido mucha sobredosis.
P.- Yo he comentado que en Italia ha habido un exceso, una sobredosis en la campaña electoral por parte de Renzi, con un gasto desproporcionado y que además no ha servido absolutamente para nada. Ha sido un boomerang negativo. ¿Cómo está comunicando el PSOE su situación de crisis?
R.- Ahora estamos más tranquilos, yo creo que hemos superado esa situación de vorágine de octubre y eso es bueno. Tenemos que salvar al PSOE y tenemos que ser ese gran partido, que sea alternativa de poder. Y con este cierto pequeño vacío de poder, en el que tenemos una gestora que lo único que tiene que hacer es convocar un congreso y prepararlo, no hay nada más alrededor. Y ahí hay un cierto vacío y un cierto desasosiego y una cierta falta de referentes. Por eso hace falta también el congreso.
P.- ¿No te ves asumiendo responsabilidades en Madrid?
R.- Las responsabilidades siempre te dan mucho respeto, pero yo no me veo haciendo política a nivel nacional. Me veo más haciendo política en el País Vasco.
P.- ¿Por eso te mantienes en la secretaría general y no has querido entrar en el Gobierno?
R.- Sí, porque el Gobierno te absorbe mucho y yo me conozco. Y hay que hacer esa labor de gestión de los recursos humanos de la que te hablaba. Es muy urgente. Porque además el País Vasco tiene la dificultad añadida del terrorismo, ha impedido que mucha gente se acercara al partido y tenemos ahora que hacer esa labor. Y eso cuesta y hay que estar al frente.
P.- ¿Cómo estás viendo la labor del PSOE de la oposición?
R.- Bueno, yo creo que lo está haciendo bien. Va bien. El acuerdo del SMI ha sido bueno, también el alcanzado sobre el techo de gasto porque era una cuestión necesaria para dar oxígeno a las Comunidades Autónomas.
P.- Y a la señora Lagarde, directora gerente del FMI, que quiere subir el IVA y recortar el gasto en Educación y Sanidad, ¿qué le dirías?
R.- Pues que el gasto en Sanidad y Educación no es gasto, es una inversión. Y hace que el país sea más competitivo y sus ciudadanos también. Y que sea más rico. Y al poder ser más ricos también podremos repartir más.
P.- Idoa, para acabar, ¿cuáles son las líneas clave de vuestro acuerdo de gobierno?
R.- Vamos a hacer política sin complejos y sin miedos para transformar la economía, para hacer crecer el empleo y buscar entre nuestras competencias todas las que nos permitan que ese empleo sea de calidad. Para incorporar a la mujer de forma plena a esa recuperación, para sacar de la desesperanza a los parados de larga duración, para ofrecer oportunidades a los jóvenes, para implicar a los trabajadores y sus representantes en la tarea; para tener como aliadas a las empresas que quieren comprometerse con nuestro futuro, para que nuestro éxito sea su éxito también; para desarrollar el derecho subjetivo a la vivienda con una normativa inédita, que no existe en otras comunidades; para consolidar una estrategia sanitaria de atención a los crónicos que impida el colapso de la sanidad pública; para ganar en la primera puerta a la igualdad, que es la educación. Sin duda, un programa que llena de esperanza a todos, no sólo a los vascos.
La entrevista con Idoa ha sido un auténtico bocado de esperanza para que el PSOE vuelva pronto a ser lo que era y por el bien de todos los españoles y de nuestra democracia. Felicidades Idoa, Zorionak eta urte berri on, feliz Navidad y feliz Año Nuevo.
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