Es joven, dinámico, moderno, pero sobre todo tiene una cabeza de las que yo denomino extraordinariamente bien arquitecturadas. Es normal; ingeniero de profesión y de impulso vital. No en vano, repite que, en política como en la vida, se necesita un criterio claro. Y ese es, precisamente, el acento del nuevo Partido Popular frente a los cuatro meses de Gobierno socialista.
Teodoro García Egea es, desde el pasado mes de julio, el nuevo ‘número dos’ del PP, a la derecha del nuevo líder, Pablo Casado. Murciano de corazón, nos recibe en su despacho con una preciosa foto del Mar Menor fundiéndose con el Mar Mayor y mientras nos ofrece asiento y agua mineral nos explica todos los ‘cachivaches’ que, como apasionado de las máquinas, acumula con un minucioso orden y esmero en su nuevo escenario de trabajo. Es de derechas y no lo oculta; es más, se siente orgulloso de ello. Y no deja de sonreír mientras explica que en este nuevo PP no va a haber dudas si es que alguna vez las hubo, de que se va a llamar siempre a las cosas por su nombre.
Pregunta.- Señor García Egea, tiene usted apenas 34 años y ya ha llegado a una altísima responsabilidad en política: ser secretario general del PP, la formación que más votos y escaños tiene en España en el presente, aunque haya dejado de gobernar. Pero no parecen buenos tiempos, entre escándalos de conversaciones privadas de una ministra, grabaciones que parecen retrotraernos a la España de finales de los ochenta y principios de los noventa -la de las ‘cloacas’ del Estado-, un ministro como el señor Duque al que se acusa de haber creado una sociedad para comprarse una casa y pagar menos impuestos… da vértigo todo. Hágame un rápido diagnóstico de situación:
Respuesta.- Hemos llegado a esto después de que, el mismo que puso el listón tan alto diciendo que había que dimitir si uno tenía una sociedad pantalla fuera la persona que hoy es presidente del Gobierno. Fue también el mismo que dijo que si uno plagiaba una tesis, tenía que dimitir y el mismo que dijo que había que dimitir si el Gobierno llegaba a representar un lastre para España. Con todo esto, ahora es muy difícil que rectifique y se escude.
P.- ¿Usted cree que, independientemente de este listón que colocó Sánchez en su día, un político tiene que dimitir cuando salen a la luz escándalos como los de Dolores Delgado o Pedro Duque, siendo, eso sí, casos muy distintos…
R.- Hay que distinguir entre unos y otros casos. Pedro Sánchez nombró un ministro imputado, como fue el de Agricultura, cuando había dicho que no abriría la puerta de los despachos a ministros imputados. O dimite el titular de Agricultura, o el señor Sánchez le dice a la opinión pública que ha cambiado su criterio respecto a los imputados. Pero, y lo digo como ingeniero, se necesita un criterio sobre las cosas: si el criterio va a ser que se puede nombrar una persona imputada y no pasa nada (cosa con la que estoy de acuerdo porque hay que mantener ante todo el principio de presunción de inocencia) pues se cambia el criterio, pero dejamos de decir que uno u otro están imputados. Más que con las dimisiones, este Gobierno tiene un problema con las explicaciones.
P.- Del contenido de esas grabaciones, ¿qué opina? Porque más que daño político, si dimite o si no dimite, hay también un daño personal innegable…
R.- Cualquiera puede hacer un comentario desafortunado en una conversación. Pero lo que no puede hacer es mentir y además ocultarse. Ese es el gran problema que tiene Dolores Delgado, que era Fiscal y hoy es ministra. Y si tiene algo de lo que arrepentirse, o que haya dicho y no sea correcto, que dé la cara, que no se esconda. Ese es su grave problema. A cualquiera le puede pasar y a lo mejor ese día está sacado de contexto… puede pasar. Pero lo que no puede pasar es que unas conversaciones tan graves, primero se nieguen y luego no se expliquen. Es una pena.
P.- Vuelvo a preguntarle por las ‘cloacas del Estado’. ¿Estamos curados o volveremos a personajes como Villarejo, que está en boca de todos y que ahora está en la cárcel?
R.- Nadie está libre de que traicionen su confianza y al final, en la Policía y en la Guardia Civil hay excelentes profesionales. Y al igual que digo que un político corrupto no es un político sino un corrupto, digo también que un policía corrupto no merece llevar su uniforme. Y un Guardia Civil corrupto, tampoco. Aquel que utiliza su cargo para servirse, ya esté en la policía o en un partido o en una sociedad de vecinos es un sinvergüenza al que hay que apartar de su cometido. Esto es intrínseco al ser humano. Hay que prevenir que esto no suceda nunca más.
P.- Ustedes heredan este partido en un momento complicadísimo; Soraya Sáenz de Santamaría ha dejado la política hace poco y vienen de un Congreso que fue transcendental. Algunos dicen que las heridas están curadas, pero me interesa su visión de cara a los retos electorales que vienen por delante, comenzando por las próximas elecciones andaluzas.
R.- El Congreso del PP supuso para mí el descubrimiento de personas que están motivadas, con ganas de dar la cara por el partido y de recibir una tarea, un encargo. Muchas altas personalidades del Estado, empresarios y muchos más creen que el PP es la única alternativa a este desgobierno y quieren ayudar para que los principios y valores que nosotros encarnamos sean los que de verdad triunfen. Nuestro reto es canalizar a toda esa masa de personas que trabajan en este partido y organizarla. Eso fue lo que hicimos en la campaña con Pablo Casado.
Más que con las dimisiones, este Gobierno tiene un problema con las explicaciones
P.- Se ha comentado mucho el supuesto escoramiento a la derecha, en esta nueva fase, del partido. ¿Es real? ¿Es esa una apuesta ganadora de cara a las próximas citas electorales?
R.- Yo sigo siendo el mismo. La misma persona que cree en los mismos principios y valores y que se afilió en su momento cuando el Gobierno de Zapatero asestó golpes tremendos a valores en los que yo creía. En el Congreso hemos demostrado que nos sentimos orgullosos de nuestro pasado. Sueño con una convención en la que pueda ver a Mariano Rajoy y a José María Aznar juntos.
P.- ¿Pero como amigos?...
R.- Como miembros del PP, que es lo que somos todos. Yo no distinguiría a dos Partidos Populares sino a uno solo, con sus diferentes etapas y que ahora ha iniciado una renovación tranquila.
P.- Pero esa etapa de distanciamiento entre Mariano Rajoy y José María Aznar, ¿ha influido negativamente en el partido, les ha hecho daño electoralmente?
R.- Creo que ambas etapas, tanto la de Aznar en la que se creó empleo como la de Rajoy en la que también se creó empleo, tienen su parte común y su parte distinta. Cuando todo esto pasa, pues se generan nuevos equipos y se pone todo el mundo a trabajar. Yo no diferenciaría estrictamente épocas, no hay dos Partidos Populares, aunque si pueda haber estilos distintos de hacer las cosas debido a las personas que han estado en cada momento.
P.- ¿Cómo va a ser este nuevo Partido Popular, el de usted y el de Pablo Casado?
R.- Este nuevo PP va a hacer tres cosas: lo primero hablar claro. A mí, si el señor Iglesias o el señor Rufián me critican, voy a dormir igualmente tranquilo. No soy de izquierdas y el señor Casado tampoco es de izquierdas. Aviso a navegantes. Lo segundo es que no vamos a pasar ni una en lo que a nuestros principios se refiere: defensa de las víctimas, lucha contra el independentismo y a favor de la igualdad de todos los españoles. En tercer lugar, una etapa de propuestas. Queremos hablar de lo que le importa a la gente y no de si Sánchez ha copiado un párrafo o no. Eso, que lo cuente el señor Sánchez. La España que madruga quiere que yo evite que le suban el diesel, o el impuesto de sucesiones y donaciones… eso es a lo que nos vamos a dedicar.
P.- ¿Qué opina sobre la causa contra las presuntas irregularidades en el máster de Pablo Casado?
R.- La verdad siempre se abre paso. La mentira es el arma con que los cobardes dañan a los inocentes.
P.- Vayamos a Cataluña; se acaba de presentar Manuel Valls como candidato a la alcaldía de Barcelona mediante una plataforma con la que ha abierto los brazos a todos los partidos del espectro, salvo los independentistas. ¿Qué opina?
R.- Contra Ada Colau a mí me parece bien casi cualquier cosa, por el desastre que ha generado esta señora que venía como supuesta defensora de los afectados por la hipoteca y que, lo que ha hecho, ha sido hipotecar Barcelona entera y hacer que todos los barceloneses queden hipotecados con el futuro negro que por culpa de Colau les espera. Pero creo que la gente de Barcelona y los catalanes deben poder elegir a alguien del Partido Popular. El PP debe estar presente como opción real y no puede volver a desdibujarse en Cataluña.
P.- ¿Y eso cómo pueden conseguirlo?
R.- Creo que las tres estrategias que acabo de esbozar antes harán que los catalanes nos vuelvan a ver como una opción real contra el independentismo. En Cataluña se está librando una contienda electoral en la que algunos han subido el tono demasiado y han traspasado unas líneas rojas que antes eran impensables y eso ha traído la polarización de la sociedad. En este momento se está viendo que quien propone es el Partido Popular. Acabamos de presentar una proposición para prohibir los indultos por los delitos de sedición y de rebelión y para tipificar como delito la convocatoria oficial de referéndum.
P.- ¿155, hoy, ya… sí o no?
R.- Sí, porque hay que restablecer el orden en Cataluña. Quiero que en Cataluña se vea que el único capaz de hacer todo esto es el PP, aunque otros tengan más escaños, pero el Parlament lleva cerrado meses. No se debate ni una sola ley. Y cuando el PP no es decisivo, pues los ciudadanos lo sufren también.
P.- ¿Tendremos Elecciones Generales pronto? ¿Adelantará el señor Sánchez o intentará, cómo sea, aguantar hasta el año 2020?
R.- El señor Sánchez no convocará elecciones si de él depende e intentará seguir atornillado al sillón, que es lo que pretende. Entre medias, le sacará lustre a las unidades del Ejército del Aire (sonrisas)… helicópteros, aviones…
P.- No le gusta el señor Sánchez como presidente del Gobierno de España.
R.- Creo que está haciendo mucho daño a España. Y no solo; la situación que ha generado está afectando muy negativamente al PSOE. Veo a Susana Díaz muy callada y quiero que se posicione sobre si está de acuerdo o no con que se indulte a los golpistas, o que lo haga el señor Page, o también el señor Gabilondo, candidato por Madrid.
Sueño con una convención del PP en la que pueda a ver a Rajoy y Aznar juntos"
P.- ¿Por qué cree que los barones socialistas están callados viendo algunas acciones del señor Sánchez que no les gustan?
R.- Puede ser por dos cosas; o porque están preocupados porque esto les afecte electoralmente; o porque el PSOE no haya cerrado sus cuestiones internas, en las que no me voy a meter.
P.- Se les critica por bloquear la acción del Gobierno, la tramitación de los próximos PGE, utilizando la Mesa del Congreso. ¿Es así?
R.- Si el presidente quería modificar la Ley de Estabilidad Presupuestaria para sacar adelante unos nuevos Presupuestos, inició un trámite con una proposición no de ley y es lo que tiene que hacer, porque fue admitida a trámite, pero iniciar una vía similar a través del Pacto contra la Violencia de Género es un insulto a los que han participado en ese acuerdo y también a toda la sociedad porque ha tardado años en salir adelante, cuenta con el apoyo de todas las fuerzas políticas y usarlo para seguir atornillado al sillón es una falta de escrúpulos sin precedentes.
P.- ¿Qué opina del avance de la extrema derecha en Europa? ¿Le da miedo?
R.- Es una cuestión que hay que analizar con detalle porque tiene que ver mucho con el avance de los populismos. Tanto en la extrema derecha como en la extrema izquierda, los populismos tienen su caldo de cultivo porque venden cuestiones menores con palabras mayores, que es la perfecta definición de demagogia. Y ocultar los problemas tras la radicalización a lo único que lleva es a que el problema se haga más grande. Recuerde que Podemos, Siriza y otros criticaban a Europa porque decían que era austericida y la extrema derecha lo hacía porque decía que era la Europa que no contaba con las naciones…cuando alguien quiere buscar un nicho, busca un enemigo, que en el caso de estos movimientos extremos es, por un lado, Europa y por otro somos los que hablamos claro y creemos en la idea de Europa.
P.- ¿Cómo van a recuperar esos millones de votantes que se han ido a Ciudadanos?
R.- Creo que nuestros votantes nos dejaron de votar por distintas razones, ya fuera porque algunos traicionaron nuestra confianza o porque no se entendió que hubo que hacer un esfuerzo brutal para salir de la tremenda situación económica en la que nos hallábamos, necesitan un nuevo relato que es el que les vamos a dar. Vamos a hablar claro sobre impuestos, sobre familia, sobre las víctimas del terrorismo bajo la base de que no puede hacer un borrón y cuenta nueva… y no vamos a calcular nuestros argumentos en función de los votos que puedan aportarnos.
P.- ¿Qué papel tienen los medios de comunicación en la política? Sobre todo a raíz de todos estos escándalos que cercan al Gobierno de Pedro Sánchez.
R.- Creo que los medios juegan un papel importante. Es importante aumentar la transparencia y que los medios sigan jugando su papel fundamental, pero que también los políticos empecemos a hacer nuestro trabajo más comprensible, empático y con mayor profundidad para que la gente vuelva a respetarnos.
P.- ¿Qué opina del último CIS?
R.- Que solo le falta dar como ministra mejor valorada a Dolores Delgado.
P.- Me está diciendo que ha habido mucha cocina…
R.- Sí. Se les ha ido la mano y hombre, al menos en el gráfico que sacaron sobre dónde ganaba el PSOE, al menos tuvieron la decencia de decir que ganaba Pablo Casado.
P.- ¿Cuándo volveremos a ver al PP en La Moncloa?
R.- En cuanto Sánchez firme el decreto de convocatoria de elecciones estará firmando su salida del Gobierno.
P.- ¿Y volverán ustedes, u otros?
R.- Nosotros. Estoy seguro.
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