Manual de gobierno progresista (Catarata), de José Manuel Calvo, es sin ninguna duda, uno de los libros más interesantes que he leído en los últimos meses. El arquitecto, ex delegado de Desarrollo Sostenible (Urbanismo) del Ayuntamiento de Madrid entre 2015 y 2019, repasa en su libro alguno de los desafíos a los que se enfrentó el Gobierno de Manuela Carmena dentro de su área, como la implantación de Madrid Central. En este libro, José Manuel quiere desterrar el tópico de que "únicamente la derecha sabe gestionar".
Muy interesante también el prólogo de Carmena que nos presenta un ciudadano amante de su ciudad con una vocación de servicio enorme y que ha vivido y disfrutado cada momento en la función pública. Dice la exalcaldesa de Madrid: "Leo en algún lugar que ahora no recuerdo que el líder de nuestro tiempo se relaciona con la sociedad mediante el ejemplo. Pues bien, José Manuel es de esos políticos ejemplares".
El libro es un auténtico legado de cómo se gestiona un área tan complicada y de cómo las capacidades de liderazgo y de gestión no tienen nada que ver con el ser de derechas o izquierdas, tiene que ver con la capacidad de implementar las mejores prácticas de la gestión sin los prejuicios estúpidos de cualquier ideología política.
Pregunta.- ¿Cómo nace la idea de este manual y por qué tienes la necesitad de escribir este libro?
Respuesta.- La palabra manual suena al siglo pasado, ya nadie hace manuales en esta sociedad líquida. Parece que los manuales no están de moda; sin embargo, me parecía importante hacer un recetario de cómo se gobierna desde nuestro punto de vista, evidentemente, y con esta experiencia, explicar cómo se gobierna. Es verdad aquella famosa frase de Rajoy "gobernar no es fácil, la verdad, es muy difícil". Parece una obviedad, pero es algo que efectivamente tiene mucha razón, es una tarea muy compleja, tienes que enfrentarte a todo tipo de intereses cruzados, muchas veces incluso conflictos dentro de tu propio gobierno, y me parecía que podía ser útil contar nuestra experiencia de cómo se debe gobernar, en este caso, la ciudad de Madrid.
P.- ¿Cuáles son, desde tu punto de vista, las claves para gobernar una ciudad tan compleja como Madrid?
R.- Hay una clave fundamental que es la actitud. Manuela demostró su actitud y lo hizo extensivo al conjunto del gobierno. Se puede gobernar para todos, esto no quiere decir que siempre que se gobierna se puedan satisfacer los intereses de todos, sin embargo, muchas veces hay intereses contrapuestos. Lo que sí creo que formó parte de nuestra filosofía -y es un elemento básico para gobernar bien- es abandonar cualquier sectarismo. Abandonar el 'solo gobierno para los míos', 'solo hablo para los míos', como el actual alcalde cuando se pone el traje de portavoz del PP y habla para los suyos, gobierna para los suyos y coloca los mensajes que le interesan ideológicamente.
Lo que sí creo que formó parte de nuestra filosofía -y es un elemento básico para gobernar bien- es abandonar cualquier sectarismo"
P.- Esta pandemia ha tenido diferentes fases, en estos largos siete meses. En una primera fase, todas las fuerzas políticas del Ayuntamiento han estado unidas, a diferencia de lo que hemos visto en otras instituciones. Ahora la situación ha cambiado, ¿por qué?, ¿por qué criticáis ahora al Gobierno y al alcalde?
R.- Se dio una comunión entre todas las fuerzas políticas. Son momentos muy complicados para esta ciudad, éramos el epicentro de la pandemia y una pandemia, además, desconocida.
Cada decisión que se tomaba era importante, no nos habíamos enfrentado antes a una situación similar. Dicho esto, es verdad que el Gobierno puso de su parte y la oposición puso muchísimo de su parte. Creo que el mayor reconocimiento, y no es porque nosotros estamos en este momento en la oposición, hay que hacérselo al papel del principal grupo de la oposición. Tendemos la mano de una manera desinteresada, como tú decías antes, no hay un caso similar en ninguna administración autonómica, ni el Estado, ni oposición.
Desafortunadamente, los pactos que se acordaron los han incumplido sistemáticamente; yo creo que están en un cajón abandonados y ahí seguirán, pero, además es que el alcalde se ha vestido con el traje del Partido Popular, con el traje de su partido, y se ha convertido en el portavoz de su formación. Ha pasado de ser el alcalde de todos los madrileños a ser el alcalde de Casado.
P- ¿Está siendo Almeida portavoz del Partido Popular de Casado y Ayuso?
R.- El Ayuntamiento creo que está poniendo el Gobierno de la ciudad de Madrid al servicio de esa estrategia y eso es rarísimo porque se supone que estás anteponiendo los intereses de tu partido a los intereses del conjunto de la ciudadanía.
P.- ¿Como puede haber influido la gestión del Ayuntamiento en el hecho que Madrid ha sido y sea una de las ciudades que están primeras en el siniestro ránking del número de contagios?
R.- Imaginémonos qué hubiera hecho Manuela Carmena si fuera alcaldesa todavía en la ciudad. No hubiera tolerado que la Comunidad de Madrid no diera datos fiables o que la Comunidad no trajera los rastreadores prometidos.
No es que estemos pidiendo nada raro que ellos no hayan planteado. Llegó un momento en el que la señora Ayuso, cuando empezó el curso, dijo que realizaría PCRs a los niños de todas las clases en las que haya un positivo, y eso luego no ha ocurrido y lo ha reconocido: “Al final, no vamos a hacer test, vamos a reducir el número con el único objetivo de vender una ilusión”.
Lo que le achacamos al señor Almeida es que en lugar de defendernos a sus ciudadanos, a los madrileños, está haciendo un seguidismo a Ayuso, confrontando directamente con el Gobierno de España. Nosotros aquí tenemos que ser muy claros: el Gobierno de España para nosotros es un aliado y en Madrid el Gobierno de España tiene en nuestro grupo político un aliado.
P.- En estos días hemos presenciado unas sesiones de control llenas de insultos y crispación que quitan cualquier dignidad al parlamento. ¿Cómo hemos podido llegar a una situación tan terrible, tan tremenda?
R.- Yo creo que una gran parte de la responsabilidad, en este caso, la tiene el señor Casado. La actitud del Partido Popular, la oposición tan irresponsable que ha hecho, ha retroalimentado a Vox. A medida que subían los decibelios del Partido Popular seguía creciendo Vox.
El Partido Popular debería replantear una estrategia alternativa de derecha moderada, acompañando aquellas medidas que entienda adecuadas y cuestionando las que le parezca que no lo son.
Creo que tiene que tener otra actitud, al final es una escalada de tensión donde, efectivamente, ya se ven ataques e insultos, descalificaciones a un lado y al otro. En esa confrontación siempre pierde la izquierda, hay que rebajar la tensión, hay que volver a un discurso sensato, tranquilo, y contundente en los hechos y las acciones, pero moderado en las palabras y en las intervenciones. Por ahí podemos reconducir la situación; si no, quien gana siempre es el más violento y agresivo, y sabemos todos quiénes son.
P.- Es decir, que el Partido Popular no debería entrar al trapo de la provocación constante.
R.- Exactamente, es una estrategia de la ultraderecha, lo hemos visto en Alemania.
P.- Hay quien dice que esto beneficia a Sánchez.
R.- Entiendo que hay gente que piense así, yo creo que se equivocan.
La moción ha demostrado que la derecha no tiene proyecto para España. Está desnortada y muy agresiva contra todo lo que suene a progreso"
P.- Se comentó que la moción de censura de Vox fue una moción contra Casado y no contra el Gobierno.
R.- Estoy de acuerdo, Vox quiere comerse al Partido Popular, no compite contra los socialistas. Eso siempre conduce a la reacción y la reacción hace que florezcan fuerzas reaccionarias.
P.- ¿Qué opinas del resultado de la quinta moción de censura de nuestra democracia?
R.- La moción ha demostrado que la derecha no tiene proyecto para España. Está desnortada y muy agresiva contra todo lo que suene a progreso. También ha puesto de manifiesto las carencias argumentativas y programáticas de Abascal. El resultado es una buena noticia para nuestro país pero, ojo, el caldo de cultivo que hay detrás de la moción sigue ahí y solo se combate con justicia social y políticas eficaces de lucha contra la pobreza y la desigualdad.
P.- Volviendo al Manual, ¿qué convierte en progresista a un gobierno?
R.- Un elemento fundamental es combatir la brecha de desigualdad. En el sistema en el que nos movemos, debemos combatir esa brecha de desigualdad, es decir, hacer políticas redistributivas que intenten no dejar a nadie atrás. Políticas que intenten levantar al que se queda abajo, al que se cae, el que lo pasa mal, esa es la principal señal de un gobierno progresista.
Podemos entrar en cuestiones de discurso de memoria, etcétera... Pero yo creo que ese es el elemento fundamental y ahí también lo defiende el libro. Creo que es clave la buena gestión, la gestión eficaz y establecer una vacuna frente a la ultraderecha, frente a las políticas nacionales, acompañada de medidas en esa lucha contra la desigualdad.
Es lo que garantiza la equidad, el bienestar, el desarrollo y el avance, lo contrario es un gobierno reaccionario, que no apuesta por el progreso.
P.- Estando en una situación tan extraordinaria, ¿qué hubiera hecho Carmena si estuvierais en el Gobierno?
R.- Estoy convencido que lo primero que hubiera hecho es reclamar a las administraciones competentes en materia de sanidad para que cumplieran con sus obligaciones en la ciudad de Madrid.
Que se hicieran los test suficientes, que se contrataran suficientes rastreadores, se reforzara la atención primaria, la sanidad, etc.
Esto no se ha hecho, estoy convencido de que Carmena hubiera abanderado esa reivindicación. Hubiera puesto todos los recursos del Ayuntamiento en beneficio y al servicio de los madrileños.
Te pongo un ejemplo. Madrid Salud, un instrumento que tiene el Ayuntamiento de Madrid, es un organismo que depende del Ayuntamiento y ha hecho test PCR a empleados municipales. Estoy convencido de que Manuela no se hubiera limitado únicamente a los trabajadores y trabajadoras del Ayuntamiento de Madrid. Manuela hubiera puesto los servicios de Madrid Salud a hacer PCRs a todos los madrileños.
Hubiera puesto todos los recursos disponibles del Ayuntamiento al servicio de los madrileños y hubiera puesto su figura, su capital político y gobierno, para exigir que se cumplieran los mínimos de calidad.
P.- ¿Cómo definirías el liderazgo de Carmena?
R.- Yo creo que una de las claves del liderazgo de Manuela es liderar con el ejemplo porque Manuela apuesta por el transporte público porque ella utiliza el transporte público, apuesta por la bicicleta porque utiliza la bicicleta. Es una señora que apuesta por los servicios públicos porque los usa a pesar de todas las campañas fake que se le han hecho.
Eso es un elemento fundamental: Manuela no se limita a las buenas palabras, Manuela da ejemplo y eso es clave. Otro elemento fundamental, y hay que decirlo así, yo creo que es un momento en el cual los partidos están en crisis, donde la ciudadanía entiende que los partidos políticos y los políticos son una de sus principales problemas, Manuela abandera por convencimiento que no deben de ser los partidos políticos los que tomen las decisiones administrativas al máximo nivel institucional.
Manuela, por ejemplo, hablaba en el vídeo que hicimos para presentar el libro de que uno de los problemas eran la estatalización de los partidos. Es decir, que los partidos políticos al final son los que están eligiendo a los gobernantes y lo estamos viendo, claramente, en la Comunidad de Madrid de forma muy evidente porque todos son, ni siquiera militantes, son hooligans del Partido Popular, no son consejeros y Manuela representa, precisamente, lo contrario, representa una cierta profesionalización no de la política, de la gestión. Buscar a los mejores, a quien tenga mayor capacidad de gestión, y creo que eso es un valor que también le reconoce la ciudadanía.
Manuela Carmena hubiera puesto todos los recursos disponibles del Ayuntamiento al servicio de los madrileños durante la pandemia"
P.- ¿En qué momento estás tú profesionalmente y qué te gustaría hacer en el futuro? Porque la impresión que me da a mí es que después de la derrota, aquellos que trabajaban con Carmena, os habéis quedado un poco huérfanos.
R.- Sí, ese sentimiento yo lo tengo y no tengo ningún complejo en reconocerlo. Hemos quedado huérfanos de liderazgo y yo diría que también, en cierta medida, de proyecto porque Manuela tenía claro un proyecto en la cabeza que era abandonar esa estructura de partido y buscar una profesionalización de la gestión, unos valores que tienen poco que ver con los que en este momento priman a la hora de medrar o de crecer en una organización política y, por supuesto, ese proyecto está por hacer porque es evidente que ahora mismo por su marcha ha quedado huérfano.
No obstante, nosotros estamos también aprendiendo a ser oposición. Igual que aterrizamos en el Gobierno sin tener una experiencia previa de oposición en la institución, ahora estamos aprendiendo a ser oposición y esa también es una tarea importante.
P.- ¿Tiene futuro tu partido?
R.- Yo creo que habrá que verlo. Es decir, de aquí al 2023 queda tanto por avanzar y por hacer. Mi apuesta es que en 2023 para tener alguna opción los sectores progresistas, con voluntad de gobierno, de recuperar la alcaldía y ojalá de gobernar en la Comunidad de Madrid, tendremos que reconstruir las relaciones dentro de la izquierda que con esas derrotas que fueron victorias, victorias amargas porque no pudimos conseguir el Gobierno, ganó Manuela en el Ayuntamiento con claridad, ganó Gabilondo en la Comunidad también con bastante claridad, pero no pudieron sumar y no pudieron formar Gobierno.
Esa situación más toda la previa de desencuentros, de enfrentamientos, etcétera., yo creo que ha dejado a la izquierda maltrecha en la ciudad y en la Comunidad de Madrid y mi apuesta pasa por reconstruir esa izquierda y la única manera de reconstruir es volver a hablar entre todas las fuerzas política de izquierda.
Yo creo que la izquierda tiene que establecer primero una relación de confianza para recuperarla y una vez se recupere esa confianza y se vuelvan a hacer cosas juntos, proyectos, actuaciones, programas… en ese momento, habrá que pensar en la configuración que nos permita optimizar los votos progresistas para recuperar ese Gobierno.
P.- ¿Y lo estáis haciendo? La impresión que se tiene en la Comunidad y en el Ayuntamiento es que no hay mucha unidad.
R.- De momento, parece que no, igual es demasiado pronto. Por nuestra parte, al menos lo que a mí respecta, yo creo que casi vamos tarde. Es decir, que convendría que empezáramos a hablar cuanto antes y desde aquí mano tendida con todas las fuerzas progresistas para empezar a hablar y para empezar a construir juntos porque parece que queda mucho, pero no queda tanto, quedan ya menos de 3 años.
P.- Queda menos tiempo del que parece...
R.- Y siempre menos del que necesitas al final. Además, como decimos, reconstruir la confianza y las simpatías que se han perdido requiere tiempo porque, además, la propia militancia y los simpatizantes están dolidos. Cada cual en la posición que tomó, en la que se sitúa en este momento, enfrentado a unos frente a otros, apoyando a unos frente a otros, pero restañar esas heridas requiere tiempo y hasta que eso no se resuelva la izquierda no estará en disposición de poder dialogar, conformar candidatura o candidaturas para tener opciones de competir y ganar.
P.- ¿Ves factible un cambio de Gobierno a corto plazo en la Comunidad de Madrid a través de una moción de censura?
R.- Los números darían si Ciudadanos rompe con una presidenta que ya hemos visto que está desnortada, que falsea las cifras, que confronta porque es adicta a la confrontación y que encima es un Gobierno que está apoyado por la ultraderecha que ya está en el monte. Les falta poco para hacer como Bolsonaro: quitarse las mascarillas y dar mítines.
Entonces, si Ciudadanos realmente quiere recuperar esa imagen, si es que algún día la tuvo o pretendió tenerla de partido liberal a la europea, moderno, centrista; Ciudadanos tendría en sus manos dar una señal inequívoca de que, efectivamente, quiere recuperar esa senda que es romper el Gobierno de la Comunidad de Madrid.
No le pedimos que rompa otro Gobierno donde a lo mejor, como en Andalucía, la izquierda lleva gobernando mucho tiempo y ellos quieren plantear... Yo no voy a entrar ahora a discutir si eso es correcto o no, pero la ciudad de Madrid es un lugar clave porque estamos viendo adónde nos están conduciendo las políticas de las que ellos están siendo copartícipes, a pesar de que pidan perdón luego en Twitter, pero sigues siendo copartícipe.
Ojalá hubiera un cambio de rumbo de todo el partido de Ciudadanos al máximo nivel y eso se trasladara a todos los niveles y si no, y no estamos hablando de ningún planteamiento ilegítimo, estoy convencido de que hay personas y diputados en Ciudadanos que están incómodos apoyando a este Gobierno. Lo hemos visto con el propio Alberto Reyero, con el propio consejero, y no creo que sea el único caso.
En el Gobierno de Madrid les falta poco para hacer como Bolsonaro: quitarse las mascarillas y dar mítines
P.- ¿Qué te gustaría que les llegara a los lectores de este libro? Si tuvieras que dar algunas claves, ¿con qué te gustaría que el lector se quedara?
R.- Mira, el libro defiende una tesis central que la derecha ha sabido vender bien: y es que la derecha gestiona bien. Aunque ahora Ayuso parece que con su práctica se lo está poniendo en cuestión, pero la derecha se ha blindado en un mantra que es “nosotros sabemos gestionar, nosotros no entramos en historias de discurso, de ideología, nosotros sabemos gestionar” y eso le ha dado un capital político que le ha permitido gobernar en este país y en muchas comunidades durante mucho tiempo. Mi tesis central en el libro es que la izquierda gobierna igual o mejor y que nosotros tenemos que hacer bandera de la gestión.
La izquierda muchas veces se pierde en cuestiones de discurso, de ideología, de banderas, y lo que tenemos que hacer es ser bandera de la gestión. Nosotros gobernamos y lo hacemos mejor y lo demostramos en este libro e intento hacerlo con casos de estudio de nuestra etapa donde pongo de manifiesto las buenas prácticas y los resultados de esas prácticas que se pueden ver hoy en la ciudad de Madrid.
Por ejemplo, puedes verlo en esas operaciones urbanísticas que estaban bloqueadas desde tiempos inmemoriales por la gestión del Partido Popular, por la mala gestión de la derecha, que nosotros fuimos capaces de reconducir, de mejorar y ahora están todas en marcha.
P.- Pero las elecciones fueron una derrota con respecto a las expectativas porque se esperaban muchos más votos para Carmena. ¿Por qué crees que los madrileños, al final, en las elecciones no refrendaron de la forma esperada vuestra gestión? ¿Fue una mala comunicación de los resultados de la misma gestión?
R.- Seguramente, habrá mil razones y especialistas o gente más experta que yo que sea capaz de identificarlas. Me parece que era el tío de Rafa Nadal el que decía, en una conferencia, que cuando perdía Rafa Nadal algún torneo este último le decía “....pues es que la bola, es que la raqueta, es que el talón” y el tío le respondía a Rafa: “No busques excusas porque seguro que la vas a encontrar”. Yo podría poner aquí mil excusas de que es verdad que las elecciones fueron un mes después de esa gran convocatoria del 28 de abril donde la izquierda tuvo una enorme movilización y cayó 10 puntos la participación de un mes a otro. Eso, seguramente, influyó. También, la comunicación como tú decías, que hay elementos que no se comunicaron a pesar de que se hicieron… Pero yo creo que sí debemos de hacer una autocrítica y decir que faltó poco, pero faltó algo.
La gestión del Ayuntamiento, del señor José Luis Martínez Almeida, y de la señora Ayuso ha sido la peor de las grandes capitales europeas
P.- En los barrios más humildes es en donde los resultados fueron peores de lo previsto…
R.- En los distritos en los que ganamos debimos ganar con mayor diferencia y con más votos. Eso hubiera sido la diferencia de ese concejal y medio que es lo que faltó. También, creo que hubo un elemento que fue decisivo para perder o, mejor dicho, para no sumar más votos: la factura con Podemos.
Y aprovechando esta entrevista hago una autocrítica con propósito de enmienda y es que en esa ruptura que fue decisiva yo creo que uno de los objetivos que tenemos en este periodo que nos quedan hasta las siguientes elecciones es reconstruir esa ruptura porque, si esto no ocurre, ni a Podemos le va a ir bien, ni a nosotros tampoco.
P.- ¿Cómo ves la salud de Madrid en comparación con otras ciudades grandes de Europa?
R.- Demoledora. Hemos sido dos veces el epicentro de la pandemia. La primera vez nos pilló de imprevisto, no sabíamos cómo actuar, pero la segunda vez es imperdonable, así que eso representa una mala gestión en comparación con otras ciudades europeas que tienen las mismas condiciones que Madrid.
Quiero decir que la gestión del Ayuntamiento, del señor José Luis Martínez Almeida, y de la señora Ayuso ha sido la peor de las grandes capitales europeas.
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