"La revolución es nuestra venganza por la muerte de nuestro padre y sus verdugos. Es la oportunidad de demostrar lo profundamente humano que es el socialismo. No hay odio". Si hay algo que marca la vida de Delcy Rodríguez (Caracas, 1969), vicepresidenta del régimen chavista y mano derecha de Nicolás Maduro, es la muerte de su progenitor, Jorge Rodríguez, líder del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, a manos de las fuerzas de seguridad de Carlos Andrés Pérez en 1976. Delcy tenía siete años y su hermano Jorge, 11.
Admira profundamente a José Luis Rodríguez Zapatero, ex jefe del Gobierno español muy comprometido con la causa chavista, a quien llama "mi príncipe". Zapatero lleva años defendiendo lo que él considera la vía del diálogo con el régimen chavista, a diferencia del también ex jefe del Gobierno socialista Felipe González que es implacable con Maduro, a quien califica de "tirano".
Una vez que dejó la jefatura del Gobierno, Zapatero se dedicó con tesón a la causa chavista. Comenzó a viajar a Caracas en mayo de 2016 y ha actuado de mediador en diversas ocasiones. Rodríguez Zapatero argumenta que ha conseguido la liberación de presos políticos, lo que es cierto. Sin embargo, en Venezuela salen unos y entran otros en lo que el Foro Penal Venezolano llama la "puerta giratoria".
Delcy Rodríguez coincidió en esa etapa con Zapatero, ya que ella era la jefa de diplomacia venezolana, y estuvo volcada en los acercamientos con la oposición.
Delcy y Jorge Rodríguez, actual ministro de Comunicaciones, han reconocido cómo "la llegada del comandante Hugo Chávez fue nuestra venganza personal, la inclusión, la igualdad, todo lo que significa el socialismo bolivariano. Allí está expresada la venganza personal como el poema de Tomás Borge". Su padre murió en la cárcel a manos de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP).
Los versos de Borge, quien avaló el sandinismo, aluden paradójicamente a la reconciliación y al valor del "pueblo". Dice Borge: "Cuando vos -aplicador de la tortura/ ya no puedas levantar ni la mirada/mi venganza personal será entregarte/estas manos que una vez vos maltrataste/ sin lograr que abandonaran la ternura".
Sostiene Delcy Rodríguez cómo al chavismo no le mueve el odio sino el amor al pueblo. Sin embargo, Delcy, como suele llamarla Nicolás Maduro, es uno de los 11 dirigentes chavistas sancionados por la Unión Europea.
"Las personas incluidas en la lista son responsables de violaciones de derechos humanos de socavar la democracia y el Estado de Derecho en Venezuela", señalaba el comunicado que emitieron los Veintiocho en junio de 2018. La UE reaccionaba así después de las elecciones presidenciales fraudulentas, de mayo de 2018.
Desde entonces Delcy Rodríguez tiene vetada su entrada en la UE. Por eso no podía estar en Madrid el lunes 20 de enero en Madrid y menos aún mantener una reunión con un ministro del Gobierno español.
Yo sé lo que es una dictadura. A mi padre le costó la vida ser un disidente político", dijo Delcy en 2017 a la BBC
"Yo sé lo que es una dictadura. A mi padre le costó la vida ser un disidente político", dijo en abril de 2017 una entrevista con la BBC. Por supuesto no admite que Venezuela vive en dictadura.
La situación desde entonces sobre represión en Venezuela ha empeorado en 2019. El último informe de Foro Penal señala que se ha seguido observando "la conducta sistemáticamente abusiva de los cuerpos de seguridad del Estado y de los órganos de la administración de justicia, que actuaron siguiendo las directrices del régimen venezolano, no ajustadas a derecho, coartando la libertad e incluso la vida de los ciudadanos".
De acuerdo con este informe, al menos 50 personas fueron asesinadas producto de la represión en manifestaciones y una por torturas entre enero y mayo de 2019. Fueron arrestados arbitrariamente, por razones políticas, 2.219 personas en todo el año. A 31 de diciembre de 2019 hay 388 presos políticos. A su vez, señalan que al menos un 50% de los arrestados arbitrariamente ha denunciado algún tipo de maltrato.
El Informe Casla 2019 también certifica 83 casos de víctimas directas de torturas, como explicó recientemente en Madrid la activista Tamara Suju. En el 95% de los casos los verdugos son funcionarios de la División General de ContraInteligencia Militar (DGCIM). Apunta este documento el relevante papel de los funcionarios cubanos.
De modo que Delcy Rodríguez, mano derecha de Nicolás Maduro, es un factótum de un régimen que recurre a los mismos métodos de los que fue víctima su padre.
Inteligente y dogmática
De Delcy destacan quienes han estado cerca de ella cómo puede ser amable y cercana, con una sonrisa enigmática, e inmediatamente transformarse en una persona combativa e implacable. Es inteligente y dogmática. Los Rodríguez, Jorge y Delcy, son pesos pesados del régimen chavista, y muy cercanos a Nicolás Maduro. Los tres son los civiles con más relevancia del chavismo y están estrechamente vinculados.
Jorge Rodríguez padre fue el fundador de la Liga Socialista, un movimiento de ideas marxistas. Apresado por la policía política del presidente Carlos Andrés Pérez, es considerado un mártir de la izquierda.
Estudió Derecho en la Universidad Central de Venezuela, donde dio sus primeros pasos en política como dirigente universitaria. Amplió su formación universitaria en París. Está especializada en derecho laboral. También tiene un máster en Ciencias Políticas en la Universidad de Birkbeck en Londres. Ejerció de profesora universitaria en Caracas antes de volcarse en la política.
Llegó a ser ministra con Hugo Chávez durante seis meses, tras ocupar varias secretarías de Estado, pero su salto a la primera fila lo dio una vez que llegó al poder Nicolás Maduro en abril de 2013. Primero ejerció como ministra de Comunicación e Información (2013-2014), el cargo que ahora desempeña su hermano Jorge, y luego ministra de Exteriores (2014-2017).
Es una mujer probada en mil batallas", dice de Delcy, como la llama, el líder chavista, Nicolás Maduro
Fue la primera mujer a cargo de la diplomacia venezolana. Desde junio de 2018 es vicepresidenta del régimen chavista. Maduro fue precisamente canciller y luego vicepresidente antes de suceder a Chávez, que murió víctima de un cáncer en marzo de 2013. De ella dice Maduro, que es una mujer "probada en mil batallas".
Como ministra de Exteriores, Delcy Rodríguez tuvo en su punto de mira a la Organización de Estados Americanos (OEA), y sobre todo a su secretario general, Luis Almagro, a quien considera un intervencionista. Otra de las bestias negras de su etapa al frente de la diplomacia venezolana era el entonces presidente argentino Mauricio Macri.
Tras dejar el cargo, en junio de 2017, Maduro encargó a los hermanos Rodríguez que buscaran canales de acercamiento a la oposición. Esta misión llevó a Delcy a tratar con el líder opositor Leopoldo López, de Voluntad Popular como Juan Guaidó, que estaba encarcelado en Ramo Verde desde febrero de 2014.
En varias ocasiones Delcy estuvo personalmente en Ramo Verde. El 8 de julio de 2017 Leopoldo López fue autorizado a cumplir el resto de su pena en su domicilio. Las negociaciones con la oposición llegaron incluso a poner en duda la elección a la Constituyente, pero luego todo se fue al traste.
López regresó brevemente a prisión pero luego continuó en su casa hasta que fue liberado por agentes disidentes del Sebin el pasado 30 de abril. Desde primeros de mayo está refugiado en la legación española en Caracas.
Abanderada del chavismo en el mundo
Por su experiencia en Exteriores, Delcy Rodríguez sigue siendo uno de los rostros más conocidos en el exterior, y quien más contactos internacionales tiene. Justo antes de que Guaidó emprendiera su gira internacional el domingo 19 había concedido el presidente Maduro una entrevista a The Washington Post en la que abogaba por establecer "negociaciones directas entre Washington y Caracas para acabar con el estancamiento político. En una relación de respeto y diálogo, todos ganamos. En la confrontación, todos perdemos". Zapatero es uno de los grandes defensores de esta vía.
A su vez, Zapatero, desde la formación del gobierno de Sánchez con Unidas Podemos había insistido en que "la Operación Guaidó no ha funcionado ni funcionará". La estrategia de atraerse a unos disidentes y apoyar a Luis Parra como presidente de la Asamblea Nacional, elegido sin quorum, forma parte de este plan para dinamitar a Juan Guaidó.
Pero esta iniciativa saltó por los aires con la "agenda de presión internacional" emprendida por Juan Guaidó, presidente reelecto de la legítima Asamblea Nacional de Venezuela. En este contexto, tiene lugar la misteriosa escala de la vicepresidenta Delcy Rodríguez en Madrid, quien teóricamente iba rumbo a Estambul. Corrió el rumor de que la idea era venir como cabeza de la delegación venezolana a Fitur. Pero Delcy no puede pisar tierra española. Mal que le pese a su "príncipe", Zapatero.
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