Seguridad, estabilidad y reconocimiento. Esto es, a grandes rasgos, lo que piden los más de 300 trabajadores de RTVE (periodistas, documentalistas, técnicos, cámaras y administrativos) que se encuentran en situación de interinidad desde hace más de una década, la mayoría desde la última vez que se convocaron oposiciones, en 2007. Y es que, algunos de estos profesionales han dedicado 12 y 14 años de su vida a encadenar contratos temporales, por obra o por baja de maternidad sin ningún tipo de garantías a largo plazo "para llevar a cabo un proyecto de vida".
"Con 24 años daba un poco igual porque las raíces no las tienes. Pero ya con 37 años es insoportable. Las deudas, no tener casa, futuro, objetivos. Es agotador y deprimente. Tienes que estar disponible. Otros compañeros dieron su negativa en algún momento y nunca más se supo de ellos", explicaba a El Independiente uno de los afectados por la situación.
En su caso han sido 14 los contratos firmados desde 2007 hasta hoy con separaciones entre los mismos de 2 años u ocho meses. "El contrato más corto duró 16 días, el más largo duró 1 año y 20 días", contaba. "He trabajado en cuatro centros territoriales distintos y lo más duro de todo es tener que desplazarte de tu casa por evitar que la empresa te dé definitivamente la espalda. Es decir, si digo que "no" porque no quiero ir a ese lugar, ¿me van a volver a llamar?"
Otra periodista también ha detallado a este diario cómo ha sufrido los cambios continuos de centros territoriales a base de contratos 'cortos': "Cuando llegaron los contratos fuera de Madrid la vida se complicó un poco, porque no soy de la capital", comentaba, "cada vez que termino un contrato tengo que volver a casa de mis padres, que se ha convertido en un cuartel general, a donde siempre vuelvo. Allí tengo una bolsa preparada con lo imprescindible porque cuando te llaman tienes que salir al día siguiente para empezar a trabajar, sea donde sea, a seiscientos kilómetros, a mil o en una isla".
Asimismo, un redactor del área de informativos ha querido poner en valor que al contrario de lo que muchos podrían pensar, los interinos "no son accesorios o secundarios", sino que son personas que realizan "trabajos estructurales y vitales" sin los que "la emisión se iría a negro" en muchas ocasiones.
"La casa sin los interinos no funciona, esto es evidente. Primero por la gran masa que somos, y segundo por la expertitud que ya tenemos", indicaba. "En las grandes coberturas en las que hace falta un despliegue técnico y humano muy bestia como es por ejemplo la exhumación de Franco, que duró tropecientas horas o cuando las calles de Barcelona casi estaban ardiendo por el 'procés'... Pregunta cuántos éramos interinos. Muchísimos. Ya te digo que muchos de los días éramos el 100% de los que salíamos en pantalla".
Lejos de lo que se percibe al prestar atención a la precariedad de los puestos y la "espada de Damocles" a la que se enfrentan a diario, según los afectados, todavía escuchan en multitud de ocasiones que "trabajar en RTVE es sinónimo de fácil o cómodo" y que están "puestos a dedo".
"Hoy mismo hay un compañero del centro territorial de Galicia que ayer estaba trabajando después de tres años seguidos en la empresa hoy ya no ha trabajado. Se lo dijeron ayer y en un lapso de tiempo de dos horas pasas de formar parte de la plantilla de TVE a estar en el paro, sin previo aviso".
Otro 'hándicap' de externalizar la producción
Mientras algunos de ellos han pasado "medio año con la renovación mes a mes" y esperando a que "el mismo día que vencía el contrato" les dijeran si seguían o se iban al paro, otros han dedicado once años de su vida a RTVE y en su antigüedad tan solo verán reflejados seis por culpa de una externalización de la producción que, a pesar de haberla hecho "todas las direcciones" que han pasado por la pública, según puntualizan los afectados, siguen sin terminar de comprender teniendo en cuenta que son "las mismas personas con las mismas herramientas" .
"Yo seguía vinculado a RTVE, realizando exactamente la mismas funciones que con los contratos directos y utilizando los mismos equipos de la empresa. Lo único que cambiaba era estar contratado por obra y servicio mediante una productora externa a la corporación"
Una movilización al margen de políticos y sindicatos
La movilización de estos trabajadores empezó hace más de un año cuando "unos pocos" comenzaron a comentar sus casos y valorar la posibilidad de unirse para que la reivindicación tuviera más fuerza. "A pesar de la pandemia de la Covid y el confinamiento, logramos contactar con todos los compañeros interinos, agruparnos y hacer que se escuche nuestra petición: terminar con esta precariedad y poder tener un plan de vida, sin dejarla al azar"
"A través del servicio de un bufete de abogados nos hemos reunido con la dirección de RTVE, sindicatos de la empresa e incluso hemos conseguido que este caso llegue al Parlamento mediante pregunta parlamentaria".
Pero todos ellos lo tienen claro. No quieren "en ningún caso" que se les regale una plaza de empleado público o de funcionario, sino tener la oportunidad de poder presentarse a las plazas y que se reconozca el mérito y la capacidad ya demostrados "tras muchos años sosteniendo las diferentes áreas de RTVE".
"Buscamos un consenso generalizado sobre cómo debe ser el acceso a ser personal de plantilla en TVE y para eso no nos casamos con nadie, ni con ningún sindicato concreto, ni con ninguna dirección concreta o partido concreto. Estamos muy por encima de todo eso y lo que queremos en un consenso general", aclaraban.
Para que se pueda regularizar la situación es necesaria la unanimidad entre los sindicatos. UGT, SI y CC.OO parecen mostrar su apoyo pero con una serie de matices, ya que han dejado claro que es imposible e ilegal como empresa pública convocar una oposición únicamente para los trabajadores de la casa o repetir lo sucedido en el ERE de 2006, cuando los contratados lograron un contrato fijo.
RTVE envejece sin nuevas fuerzas
El planteamiento de esta agrupación también se apoya en la necesidad de reforzar una empresa que se encuentra "en un momento de envejecimiento tremendo". En RTVE cada vez se jubila más gente, "unas 200 o 300 personas al año", concretamente y sus trabajadores reclaman que toda esa fuerza de trabajo sea sustituida para evitar "que la TVE se muera". Por el momento se contempla que en los próximos cuatro años abandonarán su puesto más de mil empleados y es "imprescindible" conocer cómo se van a reponer todas estas bajas.
"Desde que han comenzado seriamente las prejubilaciones y jubilaciones (2018 y 2019), la empresa sólo permite suplir ese vacío de personal con contratos en prácticas, lo que implica 2 años al 70% del sueldo base. Eso supone que, los pocos contratos (breves, además) que nos ofrecían, están desapareciendo", explicaban.
Aún con todo esto, los afectados han expresado que ha sido "muy emocionante" ver el apoyo de sus compañeros "fijos" de TVE a través de las redes sociales y confiesan estar "muy orgullosos de lo logrado". Algunos de los mensajes públicos han llegado de la mano del presentador del Telediario 2, Carlos Franganillo, Xabier Fortes, Virginia Díaz, Marc Sala, Almudena Ariza o Mavi Doñate.
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