Telecinco emitió este jueves 26 de enero Pesadilla en el paraíso 2. Presentado por Carlos Sobera y Nagore Robles, el programa se convirtió en el último para José Antonio Avilés como concursante, pues un 53% de la audiencia optó por salvar a su adversario en el televoto, Kiko Jiménez.

Lejos de su histrionismo habitual, el comunicador se mostró muy emocionado y sereno tras conocer la decisión que había tomado el público. Según dijo, se sentía tranquilo y aliviado, pues había descubierto que aún no estaba preparado para volver a un reality tras su sonado paso por Supervivientes.

Tanto es así, que se le saltaron las lágrimas al reconocer que temía que, al salir de Pesadilla en el paraíso 2, se encontrase con un terremoto como le ocurrió con el reality de Honduras: en aquel entonces, en su ausencia salieron a la luz todo tipo de deudas y mentiras, como que había estudiado periodismo en la Universidad de Gales o que su abuela había fallecido, informaciones que resultaron falsas.

"Ha sido una oportunidad muy bonita. Es cierto que soy insoportable, he conocido a gente súper guay y a la gente a la que quiero seguir viendo cerca. Soy insoportable hasta con gente del equipo con la que no podemos hablar, pero lo he hecho porque he tenido momentos muy malos aquí", comenzó Avilés, mientras varios de sus compañeras tampoco pudieron contener las lágrimas, como Tania Déniz, exparticipante de La isla de las tentaciones 5.

El cordobés tuvo también unas palabras de aliento para Nagore Robles, que le había sorprendido con sus habilidades como presentadora, pero también con su manera de reconfortar a los concursantes de Pesadilla en el paraíso 2 con tan solo un abrazo.