Empieza la cuenta atrás: quedan tan solo cuatro programas de Sálvame diario, que se emitirá este viernes 23 de junio, por última vez, en Telecinco, aunque todo parece indicar que al formato insignia de La Fábrica de la Tele le queda mucho que ofrecer en otras plataformas.
En cualquier caso, el fin de su emisión en la televisión lineal supone el final de una era y de una manera de contar historias que empezó en Aquí hay tomate, caracterizada por el humor, por la falta de límites —incluso entre personaje y colaborador— y el todo vale como premisa.
Con unas cifras más que envidiables en muchas ocasiones, distintos directores, descubrimientos de nuevos personajes y también con despedidas, queda claro que 14 años de emisiones diarias dan para mucho, para bien y para mal.
Además de infinidad de momentos hilarantes y memes, han sido muchas las ocasiones en las que los protagonistas del programa han sido ridiculizados y, aunque el foco de los ataques y sátiras ha dependido de la agenda del día, se puede observar un patrón: las personas que muestran alguna vulnerabilidad (como Chelo García Cortés) son las víctimas mientras que otros más autoritarios, como Kiko Matamoros y Kiko Hernández, parecen intocables.
A la espera de que algún día se sepa hasta qué punto se pacta todo en las reuniones de contenidos y las supuestas víctimas son en realidad parte activa de un conflicto en el que se mueven como pez en el agua, aquí van algunos ejemplos de los personajes más vapuleados por Sálvame en una mecánica que ha sido afeada por la audiencia en no pocas ocasiones y que quizá pase esos límites que se respetan en otro tipo de formatos del corazón.
El "maltrato" a Karmele Marchante
Desde que regresó de Supervivientes 2009, la de Tortosa se convirtió en una de las colaboradoras más populares del programa. Con él estuvo cerca de ir a Eurovisión en el año 2010 gracias a la viral Soy un tsunami, pero lo que verdaderamente fue un tsunami para la comunicadora fue el programa, tal y como apunta siempre que tiene ocasión desde que lo abandonó en 2016, aunque ya hizo un amago en 2011.
Tras su salida del programa, Marchante ha denunciado la "misoginia" del formato, que tilda de circo "infame" y "pocilga de enfermos, estafadores y corruptos"
La también escritora dijo haberse marchado por importantes diferencias con el programa, así como por problemas en el trato con sus compañeros. Tras su partida, no ha tenido pelos en la lengua al denunciar la "misoginia" del formato, al que tilda de "infame", así como de "circo" y "pocilga de enfermos, estafadores y corruptos de vientres de alquiler", en una clara alusión a Kiko Hernández.
"Las cosas que tenía que soportar eran un auténtico maltrato. Ese programa maltrata a la gente. No tendría que existir, no quiero hablar de él porque me da asco", ha declarado también. Por si fuera poco, en su libro Yo no me callo llama a Jorge Javier Vázquez "enano solitario, grasiento, psicópata, enfermo de ego a quien todos están obligados a chuparle el culo".
Con su despedida, Marchante marcó distancias con la prensa rosa y, desde entonces, se ha dedicado a escribir libros, a divulgar sobre feminismo en sus redes sociales y a hacer colaboraciones puntuales en Espejo Público y en Catalunya Ràdio.
Una de las mayores humillaciones que sufrió en Sálvame tuvo lugar cuando se instó al público a que votase a los colaboradores y ella quedó la última, una mecánica que afectaría años después a otras personas como Rafa Mora y Miguel Frigenti, quienes recientemente se vieron con un pie fuera por la votación del público.
Esta misma manera de tensionar a los colaboradores de cara al público se vio, por ejemplo, en otra ocasión en la que una supuesta filtración de la cúpula desvelaba que los altos cargos se planteaban expulsar a Lydia Lozano o a Terelu Campos.
El amor-odio de Olvido Hormigos
La exconcejala fue uno de los personajes más vapuleados de la prensa rosa a raíz de un vídeo sexual filtrado en 2013 que, hoy en día, seguramente se habría tratado de una manera muy distinta y que ella aprovechó para lanzar su carrera televisiva. Olvido Hormigos siempre tuvo una relación amor-odio con el programa: pese a sus incontables enfrentamientos con algunos de sus pesos pesados, como con Jorge Javier Vázquez en un desagradable Deluxe o con Belén Esteban en Gran Hermano Vip, desde los platós de Telecinco ha contado varios de sus momentos más decisivos.
En verano del año pasado, sin embargo, el programa volvió a ser foco de críticas por cómo trató el cambio de rumbo de Olvido Hormigos, alejada de los focos desde hace años. Tras llamar a su casa sin obtener respuesta, el programa mostró unas imágenes en las que aparecía trabajando en la hostelería, vulnerando su privacidad al exponer su lugar de trabajo.
Lydia Lozano, del 'chuminero' al llanto
Es una de las más queridas por la audiencia, tal y como se ve siempre que esta tiene la oportunidad de votar por ella, algo que se vio en el Mediafest Night Fever. Sus bailes –el famoso 'chuminero'– y su naturalidad, sentido del humor y lágrima fácil hacen que sea uno de los personajes del universo Mediaset con los que es más fácil empatizar. Pero, ¿todo vale?
Se trata también de una de las colaboradoras a las que más se ha visto llorar en directo ya sea por las alusiones a su inseparable Charlie o por todas las veces que alguien pone en tela de juicio su valor como profesional al recordar el caso de Ylenia Carrisi, o por las veces que se ha dado a entender que estaba "flojeando" en su afán por entretener.
Con todo, nunca ha abandonado el formato y es quien más afectada se mostró cuando se supo que Sálvame tenia fecha de muerte inminente en Telecinco, algo que aviva el debate sobre hasta qué punto todo está orquestado en un contexto en el que comunicadores como Kiko Matamoros han llevado al límite a Lydia Lozano en incontables ocasiones.
Terelu y Carmen Borrego, ida y vuelta
De alguien que jamás se ha alejado de su silla de Sálvame a dos hermanas que lo hicieron durante años: Terelu Campos y Carmen Borrego, quienes encontraron en programas como Fiesta un lugar mucho más amable y en el que introducir, además, a Alejandra Rubio, la benjamina de la familia.
Terelu Campos regresó a Sálvame en 2022, cuando el programa atravesaba una época de vacas flacas para convertirse en la presentadora del Lemon Tea junto a María Patiño. La hija de María Teresa Campos regresaba al programa del que se marchó "para siempre" tres años antes, en 2019.
El motivo fue, precisamente, los ataques que profería el programa contra su hermana, Carmen Borrego, que se dio de baja poco antes tras un tartazo en Sálvame Okupa. Sin embargo, desde el programa, en especial Kiko Hernández y Lydia Lozano, especularon sobre si la colaboradora podría estar en Santander de viaje.
Finalmente y entre lágrimas, Terelu abandonó mientras decía: "Se me ha dejado de mentirosa. Yo no voy a participar en eso, porque a quien se está reventando es a mi hermana. A ti te dará igual, pero es mi hermana y a mí me va la salud en ello. Me quiero ir ya para toda la vida", sentenció antes de un distanciamiento que finalmente no duró tanto.
No fue el único momento en el que Carmen Borrego fue vapuleada por el programa: se trata de uno de los mayores punching ball del espacio y ha abandonado el plató desde su regreso en incontables ocasiones, ya sea por alusiones a su familia, la publicación de grabaciones privadas o por su físico, en especial cuando se sometió a una operación estética para eliminar su papada.
"Si crees que es el momento de hacer esto, que Dios te lo pague. Qué cerdo lo que has hecho, qué sucio. ¿Ayer le dijiste lo mismo a los directores? Estoy mal, cómo estamos todos y lo sabéis, vale ya. No quiero participar de esto, siempre vais contra la misma. Hasta que no me enterréis no vais a parar. Habéis jodido la relación con mi hijo, ahora con mi familia", recriminó recientemente a sus compañeros. Sin embargo, de momento se mantiene en el programa diario.
Rosa Benito, el 'mueble' que se hartó
Rosa Benito pasó de ser uno de los rostros insignia del programa, entre 2009 y 2015, a uno de sus mayores enemigos, llegando a alegrarse por el cierre del formato y a rechazar en incontables ocasiones su regreso, aunque sí que ha pasado por otros de productoras como Cuarzo, muy distinta a La Fábrica de la Tele.
Tras su paso por GHVIP, en 2016, volvió a negociar su regreso al programa presentado por Jorge Javier, pero todo quedó en nada y quizá tuvo algo que ver que su paso por el programa fuese ridiculizado continuamente y sus compañeros, que dijeron que fue "un mueble".
La situación se recrudeció a raíz de la emisión de la docuserie Rocío, contar la verdad para seguir viva y Rosa Benito llegó a denunciar el trato de Sálvame a su hija, Rosario Mohedano, quien intenta labrarse una carrera musical.
Recientemente, además, el suyo fue uno de los nombres vetados tras el cambio de dirección de Mediaset, por lo que su regreso a los focos parece bastante poco probable.
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