El Hormiguero, presentado por Pablo Motos, cambió este lunes su tertulia cómica por una política, protagonizada por Rubén Amón, María Dabán, Rosa Belmonte y Juan del Val. La conversación llegó tras la entrevista al artista Rels B con el objetivo de analizar lo ocurrido en la trepidante mañana de este lunes, cuando Pedro Sánchez confirmó que había decidido continuar en su cargo como presidente del Gobierno.

Como era de esperar, todos los colaboradores siguieron la misma línea y criticaron duramente la actitud de Sánchez. Por su parte, Juan del Val comentó que consideraba que el político no había estado a la altura de su partido tras tener a los militantes del PSOE "cinco días en vilo", así como a "todo el mundo temblando".

En comparación con la situación de hace una semana, el comunicador y marido de Nuria Roca advirtió que a su juicio las cosas habían cambiado sustancialmente, aunque a priori pudiese parecer lo contrario: "Tenemos al mismo presidente del Gobierno, con los mismos apoyos, pero me da la sensación de que han cambiado un montón de cosas", reflexionó.

Juan del Val. | Atresmedia

Dramaturgos para entender a Sánchez

Además, dijo que creía que quienes hacían falta para entender los últimos movimientos de Pedro Sánchez y quién es él no eran los analistas políticos, sino "los dramaturgos". "Han intentado vendernos una supuesta vulnerabilidad cuando es el político más rocoso que ha habido en los últimos 40 años en España", añadió.

Por otro lado, se preguntó qué ocurriría con los "críticos con el Gobierno", como los integrantes de la propia tertulia de El Hormiguero: "Mandarnos al otro lado del muro. Hay gente que ha visto esto como abrir un debate, pero no se ha hecho ni un amago de conciliación con la otra parte, la agresiva, la que va contra él y contra la democracia".

Después, Pablo Motos apuntó que todo se resumía en que, cada vez más, "importará más la ideología que el sentido común". "Lo que me da miedo la idea de país que tiene Pedro Sánchez. ¿La idea es 'voy a gobernar para los que están conmigo' y a los otros qué? ¿Los eliminamos?", especuló, con alarmismo.

"¿No vamos a poder hacer esta tertulia?"

Respecto a su propio programa, dijo "¿Mañana qué? No digo el siguiente show, pero ¿mañana van a cambiar las leyes y no vamos a poder hacer esta tertulia? No podemos tragar con todo, esto es un disparate peligroso", continuó.

"Una democracia sin oposición no es democracia. Una democracia sin alternancia de poder no es democracia. Un partido no es democrático si no se somete a las críticas de los suyos y de los demás", concluyó el presentador.