En un momento en el que el consumo de televisión está en mínimos históricos -170 minutos por persona al día-, los operadores de este sector observan el futuro con incertidumbre y tratan de abrir nuevas vías de negocio en el terreno digital para recuperar los ingresos que han perdido en los últimos 15 años.

Dentro de la TDT, ha sufrido especialmente en los últimos tiempos Mediaset, cuya audiencia se ha desinflado durante las últimas temporadas. Tal es así que Telecinco terminará el curso 2023/2024 con una cuota de pantalla estimada de algo más de 10 puntos, a una distancia importante de Antena 3, su principal competidor.

Desde el punto de vista económico, los resultados no son negativos. Entre otras cosas, por el impulso que ha tenido la publicidad en televisión durante la primera parte de 2024 (+7,9% en el primer trimestre, según Arcemedia), que ayudó a que su recaudación por la vía de los anunciantes mejorara el 8%.

El problema radica en la audiencia de su principal canal, Telecinco, que es menor que en el ejercicio anterior e inferior a la que tenía en el momento en el que los Berlusconi decidieron apartar a Paolo Vasile de la gestión para dar un volantazo a la compañía, bajo la batuta de Alessandro Salem. En la televisión la cuota de pantalla está relacionada con los ingresos, así que cuando la primera desciende, conviene observar de cerca los segundos, dado que tienden a disminuir.

Apuestas fallidas

El curso que termina estos días incluyó apuestas decididas, como la mejora de los servicios informativos, a los que Mediaset concedió un lavado de imagen con su nuevo plató; y para los que incorporó a Carlos Franganillo.

En este tiempo, se estrenaron y emitieron formatos que se anunciaron el pasado septiembre, como La mirada crítica, Vamos a ver; TardeAR y Cuentos Chinos, así como Got Talent España, GH VIP o Supervivientes -este último, con buen resultado general-, más allá de la retirada de Sálvame de la parrilla de programación. Fue una 'revolución tranquila' que no ha generado unos resultados mejores que en la temporada anterior.

Según los datos de Kantar Media, la cadena finalizará la temporada con una cuota de pantalla que será de alrededor del 10%, frente a los 11,3 puntos que obtuvo en el período septiembre-junio de 2022/2023.

En julio de 2023 se produjo un hecho que no se daba desde prácticamente los primeros meses de vida del canal, y es que Telecinco cerró con un share del 9,3% y no pudo alcanzar el doble dígito. Pues bien, ese hecho se ha producido en otras cinco ocasiones desde entonces.

El canal empezó 2024 con una cuota de pantalla del 9,9% y desde entonces ha cerrado los meses por encima del 10%. En algún mes, incluso rebasó a La 1 y se hizo con la segunda posición de la lista de canales más vistos, que encabeza Antena 3.

La pugna con La 1

Sin embargo, junio lo cerrará de forma amarga, sin posibilidad de acercarse siquiera a TVE, que, de hecho, aspira al liderato de audiencia gracias a los buenos resultados que ha generado la Eurocopa de fútbol.

El lunes, después del tercer partido de España, el que le enfrentó a Albania, la televisión pública registraba un resultado parcial mensual de 12,1 puntos, frente a los 12,4 de Antena 3. A falta de una semana para que termine el mes, y con los partidos más importantes del torneo futbolístico por jugarse, no se puede descartar que la televisión pública encabece la lista de canales de la TDT por primera vez en más de una década.

Telecinco no entrará en esa pugna. De hecho, estos días lucha por rebasar la barrera de los 10 puntos. O por no perderlos. Las noticias no son mucho mejores para Cuatro (5,1%), que también se encuentra a una distancia considerable de su principal competidor (6,3%).

Desde el punto de vista corporativo, este negocio ha afrontado fuertes cambios en los últimos años. El más relevante se produjo tras el fallecimiento de su gran líder, Silvio Berlusconi, acaecido en 2023. Previamente, se había completado un proceso que pasó por lanzar una OPA sobre la filial española, primero, y por trasladar la sede social de la compañía a Países Bajos, después.

La filial española vivió durante 2022 y 2023 un proceso de transición que se inició con el nombramiento de Borja Prado como presidente no ejecutivo de Mediaset España en abril de 2022. Un tiempo después, se produjo el relevo de Paolo Vasile y su sustitución por una terna de altos ejecutivos que está encabezada por Salem.

Prado abandonó el grupo hace unos meses, enfrentado con Salem -recuerdan fuentes internas-. Los Berlusconi se tomaron un tiempo prudencial para llenar esa vacante. Finalmente, la elegida fue Cristina Garmendia, exministra de Ciencia, con José Luis Rodríguez Zapatero en Moncloa.