Pablo Motos arremetió ayer en El Hormiguero contra la "versión tergiversada" que difundió La Revuelta sobre la entrevista al campeón del mundo de Moto GP, Jorge Martín, y lamentó "que alguien haya transformado algo así en una cuestión de Estado". La semana pasada, David Broncano denunció que desde el equipo de Motos habían presionado al motorista por la entrevista que iban a hacerle, y que llevaban años vetando a sus invitados.

En primer lugar, Motos pidió perdón porque "con la que está cayendo en este país, con la confesión de Aldama, con todas las implicaciones del Gobierno y con la DANA y toda esta gente desatendida tener que hablar de la gestión de una entrevista" le daba reparo, pero necesitaba "restablecer la verdad", dijo.

"Jorge sí que hizo la entrevista, sí que se grabó, aunque esto se ocultó y se supo al día siguiente gracias a los medios independientes que desmintieron la versión inicial", explicó Motos, quien reconoció que cuando se enteraron de que el motorista iba a La Revuelta reclamaron la exclusividad de ser los primeros en entrevistarle, tal y como tenían pactado. Motos criticó que la "versión deformada" de lo ocurrido se difundiera desde "una televisión pública, que pagamos todos los ciudadanos con nuestros impuestos" y "que estimó que este era uno de los tres temas más importantes que había pasado en España y en el mundo ese día".

Pablo Motos responde a David Broncano

"Lo que era un mero malentendido por un invitado -aseguró- fue convertido en una de las noticias principales del telediario, ocupando además minutos y minutos en casi todos los programas informativos y de actualidad de la televisión pública, de esa misma noche y durante todo el día siguiente".

Motos consideró "sorprendente" que nadie desde Televisión Española llamara a El Hormiguero o a Atresmedia por ser "la otra parte implicada", por lo que opinó: "Esta mala praxis periodística es más propia de la desinformación que de una televisión pública que omite el primer deber del periodismo que es el de contrastar la información".

"Nos cuesta creer que no haya otros intereses detrás de esta versión tergiversada de lo que ocurrió. Que se caigan los invitados de la agenda es lo más normal en cualquier programa (...) Lo que lamento es que alguien haya transformado un tema así en una cuestión de Estado", concluyó.