Toda historia tiene un inicio (y, en principio, un final) y la de El Ministerio del Tiempo, la histórica serie de aventuras, fantasía y ciencia ficción que emitió La 1 de TVE entre 2015 y 2020, se remonta a veinte años atrás cuando sus creadores, los hermanos Pablo y Javier Olivares, se propusieron –cerveza mediante– escribir una serie que les gustaría ver como espectadores, pero que sabían que nunca se iba a hacer.

Entremedias, en torno a 2007, desarrollaron la adaptación española de la serie Life on Mars, sobre un policía que viaja de 2006 a 1973 tras un accidente de coche. ¿Ha viajado realmente en el tiempo o está en coma y es una ensoñación? De su producción iba a encargarse Diagonal TV (Amar en tiempos revueltos, Isabel) e incluso entablaron conversación con la televisión pública británica, la BBC, para dicho remake. El título elegido para el trasvase ibérico fue La leyenda del Tiempo. Si los ingleses tenían –tienen– a David Bowie; los españoles, a Camarón.

Al final, Antena 3 compró los derechos y se la encargó a otra productora. El resultado fue La chica de ayer (2009), cuyo título respondía a una canción de Nacha Pop (1980), adelantada a la época en que estaba basada la serie (1977). Duró una única temporada debido a su decreciente audiencia los domingos por la noche y contó, entre sus filas, con la actriz Manuela Vellés.

Anacronías aparte, Javier Olivares se quitó aquella espina clavada en la cuarta temporada de El Ministerio del Tiempo. El segundo capítulo, en el que la patrulla de funcionarios y viajeros en el tiempo tiene que conseguir la financiación de la segunda película de Pedro Almodóvar (Laberinto de pasiones) y que el cineasta manchego contrate a Antonio Banderas como protagonista, termina con una interpretación precisamente de la canción Life on Mars, de David Bowie. Era también la presentación de una nueva funcionaria del tiempo, interpretaba por Manuela Vellés, una mujer maltratada por su marido en los años ochenta. Se cerraba así un círculo; uno de tantos.

Hugo Silva, Cayetana Guillén Cuervo, Manuela Vellés y Nacho Fresneda son Pacino, Irene Larra, Carolina y Alonso de Entrerríos en la cuarta temporada de 'El Ministerio del Tiempo'

"Yo tenía la certeza de que no iba a haber más temporadas. Quería cerrar la historia de los personajes. Se lo debía a los personajes, a los actores y al público. Con mayor o menor acierto", recuerda Javier Olivares en conversación con El Independiente. Este lunes 24 de febrero se cumple una década del estreno del primer capítulo de El Ministerio del Tiempo; el primero de un total de 42, que, por cierto, no están disponibles al completo en la plataforma RTVE Play. Cinco años después de su estreno, la cuarta temporada de El Ministerio del Tiempo sólo puede verse en España si uno está suscrito a Max, el servicio de vídeo bajo demanda de HBO...

Una serie de aventuras delante y detrás de las cámaras, pues no fue un camino de rosas con baile de días y horarios, renovaciones tardías, marcha de intérpretes protagonistas y, por tanto, varias reescrituras de biblias, o sea, el esqueleto de cada tanda de entregas. Entre el rodaje de la tercera y la cuarta temporada transcurrieron más de dos años, por lo que estuvieron pagando un plató que finalmente se derruyó. De hecho, en la última temporada, por una cuestión presupuestaria, no pudieron construir un plató. Pero encontraron una solución: un viejo edificio de Radio Nacional de España a las afueras de Madrid donde podían decorar. En la ficción, sus guionistas tiraron de humor y explicaron el cambio de sede de El Ministerio del Tiempo: la gentrificación.

"Siempre cuando acabo una temporada, pienso que no va a haber otra. Y El Ministerio del Tiempo me lo ha demostrado. Lo que no me gusta es dejar una serie inacabada. Había que poner un punto y final para que, si de repente hubiera una nueva temporada, ya era una nueva patrulla", continúa.

Dicho y escrito, pues TVE pidió una quinta temporada de El Ministerio del Tiempo a Javier Olivares. Con Star Trek (y sus continuaciones) y Doctor Who (y las regeneraciones físicas de su titular) en mente, el guionista planeó una renovación de la serie manteniendo su esencia. Aquella quinta temporada iba a ser la más corta, de tan sólo cuatro episodios (más un quinto, un especial navideño), para convertir su emisión en un evento televisivo. Recuerden la temporada final durante otoño de 2023 de Cuéntame cómo pasó: siete capítulos, siete personajes, siete años.

La nueva patrulla de 'El Ministerio del Tiempo 5': una matemática del siglo 17, un teniente del siglo 18 y un atracador del siglo 21

Aquella quinta temporada frustrada de El Ministerio del Tiempo iba a contar con una nueva patrulla protagonista, formada esta vez por una joven matemática y escritora de finales del siglo XVII (personaje basado en Andrea Casamayor, científica zaragozana que vivió en el siglo XVIII), que descubre los videojuegos en el siglo XIX; un teniente de la Guerra de la Independencia (1808-1814), liberal y tradicionalista, un apasionado del Derecho y la Historia, un soldado feroz y teólogo crítico con la Iglesia por beneficiar a los latifundistas, a punto de morir a sus 40 años a manos de su padre tras ser descubierto besando a otro hombre; y un casi treintañero de 2020, sureño de Madrid (barrio Orcasitas), huérfano (le queda un hermano menor del que ejerce como padre sin saber que es también padre de una bebé) y atracador –alunicero– que se ha fugado de la cárcel en varias ocasiones. Un machito juerguista y mujeriego con buen fondo. En su caso, será reclutado para evitar su muerte en un accidente de coche, perseguido por la Policía. Para aquellos tres personajes incluso propusieron quiénes les interpretarían: nombres ya por entonces y ahora muy potentes; algunos, nominados y ganadores de premios Iris (televisión), Goya (cine) y Max (teatro).

Iban a hablar de fake news (obsesión de Javier Olivares), del invento del submarino, de la actuación de Los Beatles en Las Ventas de Madrid…e iba a haber un especial navideño con la historia de La Lotería. "Tornero [el por entonces presidente de RTVE] dijo que era muy caro y se cerró la puerta", recuerda Olivares. Como aquella otra puerta que se cerró entre la segunda y la tercera temporada de El Ministerio del Tiempo cuando surgió la posibilidad de mudarse a una plataforma...

Títulos, premisas y épocas de los cinco episodios de 'El Ministerio del Tiempo 5'

  • Capítulo 1. Any time it all. Los Beatles en España (1965) más reclutamiento de la nueva patrulla (1780, 1814 y 2020).
  • Capítulo 2. Para la posteridad. Velázquez y el retrato del príncipe de Gales (1624) más la comedia desconocida de Lope, El ángel del tiempo y las miserias del Siglo de Oro (1606).
  • Capítulo 3. Conexión temporal. El Niño de la Guardia (1491) más la creación del primer gran videojuego español, La abadía del crimen (1987).
  • Capítulo 4. Tiempo de fuga. Estación de ferrocarril Canfrac, frontera España-Francia, ocupada por los nazis (1943).
  • Capítulo 5. Especial Navidad. Tiempo de esperanza. Reunión de la vieja patrulla.

"Cada temporada es lo que hereda de las anteriores. Mejor no pensar en lo que hubiera sido y no fue. Tocas con los instrumentos que te dan y estoy encantado con cómo quedó la cuarta temporada", reconoce Olivares.

Si en aquella cuarta y última temporada tuvo que rehacer la biblia tras la marcha de la actriz Macarena García (Lola Mendieta) durante la segunda mitad, en la segunda temporada ya le ocurrió con su protagonista, Rodolfo Sancho (Julián), cuyo personaje desapareció durante la primera mitad (primero se marchó a la Guerra de Cuba para después ser reubicado en Filipinas a finales del siglo XIX). De no haberse caído del reparto, quizás la fusión entre Lorca y Camarón hubiera sucedido antes...

"El personaje de Rodolfo [Sancho] era básico en la primera temporada y reflejo de mi hermano [Pablo]", recuerda el cocreador. Pero a rey muerto, rey puesto, pues Hugo Silva se ganó el cariño del guionista ("Para mí, uno de los grandes hallazgos de la serie es Pacino") y del público. Con la baja de Julián y la suplencia de Pacino, había una tercera en discordia, Amelia (Aura Garrido).

Pero Olivares no sucumbió al enredo amoroso: "Ya con Isabel, en la primera temporada, no hice historia de amor. Hice la historia de amor que fue históricamente como la conté. No la enredé ni la convertí en un amorío. Y en El Ministerio del Tiempo, igual: yo no quería hacer una historia de amor estable de nadie".

La propia serie tampoco se casó con nadie. Cada uno de sus tres protagonistas originales representaba a una de las tres Españas: Amelia Folch (progresismo, feminismo), Alonso de Entrerríos (lealtad, cristianismo, patriotismo) y Julián Martínez, "que está hasta los cojones de que las dos Españas se peleen y quiere tomarse una cerveza en paz". Los tres, con sus diferencias, remaban juntos en la misma barca. "No se peleaban entre ellos. Cumplían una función como patriotas, como funcionarios de un ministerio", amplía.

Nacho Fresneda, Aura Garrido y Rodolfo Sancho son Alonso de Entrerríos, Amelia Folch y Julián Martínez en el octavo y último capítulo de la primera temporada de 'El Ministerio del Tiempo' durante su visita a la Residencia de Estudiantes de Madrid con motivo de la Generación del 27

Aún así, se le acusó de politización y viraje hacia la izquierda: "No es una serie política, pero todo es político. Es una serie de aventuras, pero evidentemente hablamos de la corrupción, de la desigualdad, de que las guerras las pierde todo el mundo... No podemos hacer una fiesta con Lorca, ¿o la hacemos? También le dábamos un giro cómico a muchas cosas, como Velázquez, Lorca...".

Olivares recomienda a los más críticos revisitar la primera temporada, cuyo último capítulo, ambientado en la Residencia de Estudiantes de Madrid, "tiene la misma carga social, que no política" del resto de la serie. El episodio piloto, escrito esencialmente por su hermano Pablo (falleció en noviembre de 2014, tres meses antes del estreno de El Ministerio del Tiempo), es de sus favoritos junto a otros dos de la segunda temporada, aquellos protagonizados por El Cid (Sergio Peris-Mencheta) y por Felipe II (Carlos Hipólito), decidido a conquistar el espacio-tiempo.

En el capítulo 13 de la segunda temporada de 'El Ministerio del Tiempo', la obsesión de Felipe II (Carlos Hipólito) por conquistar deriva en un cambio de la línea temporal. Los guionistas hicieron un guiño a los fans con un acercamiento romántico entre sus personajes femeninos, Amelia e Irene. La química entre sus intérpretes, Aura Garrido y Cayetana Guillén Cuervo, era objeto de análisis y debate entre sus fans, los 'ministéricos'

Aún así, la tercera temporada de El Ministerio del Tiempo fue un punto de inflexión tras experimentar en la segunda, saltando de un género (comedia pura con Napoleón) a otro (drama puro con la gripe española) en cada capítulo. Un cuadro de Goya, Duelo a garrotazos (1820-1823), inspiró aquel tercer volumen. Otro, Los fusilamientos del 3 de mayo (1814), fue homenajeado en el último capítulo de la segunda temporada.

'Duelo a garrotazos' (1820-1823), por Francisco de Goya

"La tercera temporada era la más oscura. Había una trama muy dura, la de las dos Españas. Desde el siglo XIX, gente de ideologías distintas matándose entre sí. Fue la más dura a nivel de tristeza y también la más dura a nivel de producción. En las dos primeras temporadas teníamos un elenco técnico de primera. Tenía en sus filas a premios Goya. Toda esa gente venía por un precio más barato con la condición de, si les salía una película, se iban, pero volvían. Puedes tirar de ellos como favor en ese momento de pasión y épica porque todos sabían que estábamos haciendo una serie distinta. Era un chicle que no podías estirar", admite Olivares.

Entre sus filas trabajaron directores como Marc Vigil y Jorge Dorado, cuya firma se encuentra en las cuatro temporadas, y de manera episódica Koldo Serra (La casa de papel, 70 binladens), Paco Plaza ([REC], Verónica]y Javier Ruiz Caldera (3 bodas de más, Anacleto: Agente Secreto).

Por su sala de guionistas pasaron Anaïs Schaaff, Javier Pascual, Carlos del Pando, Alonso Laporta... Hasta Borja Cobeaga y Diego San José (Ocho apellidos vascos) escribieron un capítulo, el número 11 de la segunda temporada, una suerte de parodia de Cuarto Milenio en el que su titular, Lombardi (Roberto Drago), desvela los secretos de El Ministerio del Tiempo como una institución más del estado español. En esta ocasión, la misión de sus funcionarios es hacer un teatrillo sobre su aburrido y burocrático trabajo.

Las ideas de 'El Ministerio del Tiempo' que nunca llegaron a buen puerto

Hubo épocas a las que no viajaron (Al-Ándalus, la España romana) por una cuestión presupuestaria e incluso idiomática ("No hablaban español") e ideas que no prosperaron al no tener un buen guion, como las fake news. A Olivares le hubiera gustado pergeñar un capítulo sobre el Santo Niño de La Guardia ("un mito sobre unos judíos que martirizan a un niño cristiano. Llegaba la Inquisición y se hacía cargo de los culpables como hito del Cristianismo, pero nunca había desaparecido un año. No había caso. Eran rumores que se convertían en realidad porque interesaba en ese momento") o sobre la manera en que se expulsó al ministro Esquilache de España a finales del siglo XVIII por intentar modernizar el reino.

También le hubiera gustado integrar en la trama el curioso rodaje del Drácula (1931) con Béla Lugosi, por el día con elenco anglosajón y por la noche con reparto hispanohablante; lo que no cambiaban eran los decorados. Dicha premisa se convirtió el año pasado en una serie de televisión, la comedia mexicana Y llegaron de noche, con Eugenio Derbez como el actor español Carlos Villarías, o sea, el otro Drácula.

Olivares reconoce que tenían que haber dado más cancha a la cultura científica (se redimió con Emilio Herrera, el creador de la escafandra, al que dedicó un capítulo de la cuarta temporada). "Me hubiera encantado contar la historia del futbolín. No daba tiempo para todo", sentencia Olivares.

Las trabas para sacar adelante 'El Ministerio del Tiempo'

Pero volvamos al principio, ya que la ficción lo permite. Pablo y Javier Olivares retomaron la idea de El Ministerio del Tiempo tras abandonar Isabel (2012), una vez creada y escrita la primera temporada, por diferencias creativas. Pablo, ya diagnosticado de ELA, pidió a su hermano desarrollar aquella idea que tuvieron tomando una cerveza años atrás. TVE se la compró casi de inmediato, pero tardaron un año en encontrar un compañero de viaje, al productor José María Irisarri: "Antes negociamos con cuatro productoras importantes y las condiciones nos quitaban nuestra decisión: no querían showrunner. Hubo cerrazón total a que un guionista fuera productor ejecutivo –petición de TVE–. Nosotros planteamos un modelo anglosajón de que llevábamos la parte creativa con la cadena sin intermediarios. Fue uno de los momentos más desagradables".

El 'casting' de 'El Ministerio del Tiempo'

Javier Olivares se llevó, al final, el gato al agua y tuvo poder de decisión incluso en la elección del elenco: "Teníamos claro todos menos uno, propuesto por TVE. Teníamos clarísimo a Víctor Clavijo. Fue el primero que tuvimos claro. Siempre habíamos hablado con Rodolfo [Sancho] porque necesitábamos un nombre importante. Era de la familia [interpretó a Fernando de Aragón en Isabel] y se apuntó. Uno muy claro que elegí yo fue Nacho Fresneda. Y Aura Garrido. Teníamos dudas entre Jaime Blanch y Luis Valera porque queríamos un actor que representara la televisión española de toda la vida, un icono".

No ha vuelto a ver Javier Olivares su propia creación. "Puntualmente he visto algún capítulo", reconoce. "Cuando la emiten en televisión, me quedo a verlo. Me llama la atención que, a pesar de los años, aguanta muy bien el tiempo".