Para sorpresa de nadie, La Promesa (La 1) no es una serie que brille por sus escenas de cama. No es La Promesa para toda la familia, pero sí hay una voluntad por parte de TVE, Bambú Producciones y su creador, Josep Cister Rubio, de apelar al máximo público posible y evitar situaciones embarazosas entre –digamos– una abuela y su nieto, ambos enganchados al serial ambientado en un palacio cordobés durante la primera década del siglo XX. "Fácil y para toda la familia", como diría el profesor de autoescuela de otra serie fabulosa, No me gusta conducir (Max).

Otras preocupaciones tendrán los intérpretes de La Promesa (el madrugón, el memorizar los diálogos), pero entre ellas no está la de quedarse en paños menores o compartir escenas íntimas con sus compañeros de reparto.

El mismo Guillermo Serrano, don Lorenzo en La Promesa, lo reconoce. El intérprete, desaparecido durante las últimas semanas del serial (su personaje está en busca y captura de una nuera de alcurnia), aborda en un vídeo subido a su Instagram la naturalidad o incomodidad con que puedan vivir los actores en sus casas cuando salen escenas subidas de tono.

Isabel Serrano y Guillermo Serrano son Leocadia de Figueroa y el capitán Lorenzo de la Mata en 'La Promesa'

"Las secuencias amorosas, los besos en escena, es de las cosas que más suelen llamar la atención de la gente que no se dedica a esto. Pero tú quieres saber qué ocurre en las casas de los actores y las actrices cuando se emite en la tele una escena como la que acabas de ver, ¿no? Pues lo siento porque no hay una única respuesta"

"Depende de cada relación, pero como a mí me siguen muchos actores y muchas actrices me gustaría aprovechar este vídeo para preguntarles a ellos: ¿Qué experiencias habéis tenido? ¿Cómo han reaccionado vuestras parejas cuando os ha tocado besaros en la pantalla o en el escenario?", pregunta Guillermo Serrano en Instagram, donde suele subir vídeos de corta duración sobre su profesión, la interpretación, o sobre La Promesa, serie de la que se siente muy orgullo.

La castidad de las secuencias de 'La Promesa'

Hijo de la también actriz Pilar Serrano, a Guillermo no le importa hablar de su vida personal: "Yo estoy casado con una actriz, una pedazo de actriz, Ana Batuecas, y por nuestro trabajo, a mí me ha tocado verla besarse con otras personas y a ella le ha tocado verme besando con otras personas, pero, al menos en el caso de La Promesa, hay dos cosas que juegan a favor de naturalizar este rollo"

"Uno es que darse un beso en pantalla es lo más técnico del mundo. Al final sólo están pensando en no hacerle sombra a la otra persona y hay poco espacio para el romanticismo. Y por otro lado, las secuencias de La Promesa, como habéis visto, son bastante castas, bastante blancas. Los besos son bastante ni chicha ni limoná".

"La verdad es que hay bastantes cosas que como actor hago mejor que como persona, pero besar no es una de ellas", sentencia el muy pícaro.

Cabe recordar que Guillermo Serrano no iba a interpretar a Lorenzo, el marido de Eugenia (Alicia Moruno), cuñado de Cruz (Eva Martín) y padre adoptivo de Curro (Xavi Lock).

Él se presentó al casting para ser Gregorio, el nuevo mayordomo que llega a La Promesa durante la primera temporada tras la degradación de Rómulo (Joaquín Climent) una vez descubren los marqueses de Luján que uno de sus lacayos, Lope (Enrique Fortún), está trabajando como cocinero.

De haber sido así, Guillermo Serrano hubiera durado poco en La Promesa, pues el personaje de Gregorio terminó entre rejas tras intentar envenenar a su pareja, la ama de llaves Pía Adarre (María Castro), embarazada tras ser violada por el barón de Linaja (Alberto González).

Su intérprete, Bruno Lastra, retomó su papel meses después para justificar la ausencia de María Castro (de baja maternal) y ser asesinado por Rómulo una vez es excarcelado.