Juan Ramón Gonzalo, Director General de Cuarzo TV, atiende por teléfono a El Independiente desde Honduras. Hasta allí se ha desplazado para supervisar el estreno de Supervivientes 2025. Es el segundo año de su productora al frente del gran reality de Telecinco de supervivencia y convivencia entre famosos. Desde allá, con el pertinente cambio horario, habla sobre La isla de las tentaciones 8, cuyo final, una entrega de 180 minutos, emite el primer canal de Mediaset España este lunes 10 de marzo (22.00 horas). Un mes de grabación, septiembre de 2024, en República Dominicana da para mucho.

"Para mí es importante que se mantenga una sola edición al año para que, ahora que acabamos la emisión de esta octava temporada, pase un tiempo y tengamos ganas de volver a descubrir nuevas historias y nuevas parejas, se nos olviden las de este año y casi empezamos de cero con historias nuevas y espero que totalmente diferentes", asegura Juanra Gonzalo horas antes de la emisión del reencuentro tres meses después de las parejas de La isla de las tentaciones 8. En este reality, todos sus concursantes, emparejados y solteros, son expulsados del paraíso. Pero hay un participante que ha tocado este año el cielo: José Carlos Montoya Rodríguez.

Tras ocho ediciones (nueve, en realidad, pues existió La última tentación), el programa de telerrealidad en que cinco parejas ponen a prueba su relación (su paciencia, sus límites, su sex appeal) ha recuperado el pulso de la calle, ha dejado en bragas a la competencia (el mayor damnificado, David Broncano) y ha pegado un buen meneo a Telecinco, en crisis de audiencia desde hace varios años (de momento, en lo que llevamos de marzo, ha adelantado a La 1). Casi todo el mundo habla de La isla de las tentaciones. De Montoya. Incluso Whoopi Goldberg porque la vida puede ser maravillosa.

Pregunta.- No sé si el programa se ha beneficiado de que, en vez de que haya habido dos temporadas, una detrás de otra, hubiese sólo una. Y ha pasado más tiempo desde la emisión de la séptima edición hasta la octava.

Respuesta.- Sí, hombre, yo creo que eso es fundamental. Desde luego, tener solo una edición al año ayuda a que la gente lo espere con más ganas y se sorprenda más del contenido que teniendo dos ediciones seguidas como se hizo durante tres años. Es una decisión que tomamos entre cadena y productora de no exponer tanto el formato para que no se quemara. Las dos últimas ediciones, tanto la séptima como la octava, que han ido muy separadas de las anteriores, casi con un año de distancia, pues ha notado que el interés hacia el formato sigue vivo e intacto.

P.- ¿Había cierto miedo a quemar uno de los formatos estrella, tanto de productora como de cadena?

R.- Por supuesto. Siempre tienes miedo de que una sobreexposición constante pueda perjudicar al formato. Por eso es importante cuidarlo y que tenga su espacio destacado en la programación normal. Tanto cadena como productora luchamos para que el formato brille lo máximo posible y que haya una sola edición al año es importante.

P.- Después de ocho ediciones más una VIP, La última tentación. ¿cómo se hace un casting de La isla de las tentaciones en la que obviamente muchos de sus participantes no son famosos, pero han estado en otros programas?

R.- Algunos sí que han estado en otros programas, otros no; es su primera vez en televisión. El casting se hace con mucho tiempo y mucha dedicación. Lo dirige Meritxell Estruch, que es la directora del programa además. Es una de las claves del programa: tener un buen casting. Hay que ver a muchas parejas, tener muchas entrevistas con ellos. Y luego, sobre todo, comprobar que son parejas de verdad, con sentimientos de verdad y con una relación de verdad. Después de tanto tiempo se te intenta colar en el casting gente que no son pareja y que simplemente quieren ir a un programa de televisión. Al casting ahora le dedicamos mucho más tiempo y se hacen muchas más pruebas de las que se hacían en un inicio, cuando la gente no sabía a lo que iba. Ahora saben a lo que van, conocen el programa. Mucha gente quiere ir al programa, pero nosotros necesitamos gente que sea de verdad. Y luego, también fundamental, hay que buscar parejas que sean diferentes entre ellas. No puede ser un mismo tipo de pareja ni un mismo tipo de relación porque, si no, todo el casting sería lo mismo y sería mucho más pobre el programa. Es quizá uno de los procesos más complejos que tiene el programa. Con un buen casting, el programa gana, desde luego. 

P.- ¿Ha habido alguna edición o incluso en esta última en la que se os ha intentado dar gato por liebre, parejas que no lo eran o tentadores que tenían pareja y fingían estar solteros?

R.- En casi todas las ediciones, pero tenemos un equipo de casting buenísimo que se las sabe todas y no le cuelan ni una. Con preguntas muy sencillas tipo “¿Cómo se llama tu suegra?”, ahí ya le tienes pillado porque no se lo sabe, Esa, quizás, es la más fácil. Luego hay otras muchas donde puedes demostrar que no son pareja. Es un trabajo difícil, laborioso, que, una vez se tienen a todas las parejas que más o menos pueden gustar, se hace un trabajo de investigación. Se busca mucho para que todo lo que se vea en el programa sean reacciones y relaciones de verdad porque eso engancha a la gente, esa es la base.

P.- En este caso, ¿el casting de La isla de las tentaciones solo funciona por llamamiento (“Llama a este número”) o el equipo hace una búsqueda a través de redes sociales de parejas potenciales?

R.- Fundamentalmente es un trabajo de búsqueda directa. Funcionan las dos cosas, pero es verdad que nosotros trabajamos más con la búsqueda directa porque nos gusta más la gente que no busca una cosa. “¿Por qué quieres venir al programa ahora que es tan conocido y que funciona tan bien?”. Nos gusta el tema de la búsqueda directa y nos gusta buscar. Hay gente que ha hecho televisión, pero hay mucha que nunca ha hecho televisión. Nos gusta descubrir esa naturalidad y esa verdad la tienen muchas de estas parejas que nunca han hecho televisión.

P.- No tendrá nada que ver el casting que se hizo para la primera edición, un programa que iba a ser para Cuatro…

R.- … y la tercera que no se había emitido casi el programa. Iban totalmente vírgenes casi. A partir del pelotazo que fueron esas tres primeras ediciones, el casting es más complicado y más difícil. Por eso, el trabajazo que hace el equipo de casting liderado por Meritxelll es fundamental.

P.- ¿Durante el proceso en el que se busca estas parejas o se las entrevista participa algún psicólogo?

R.- El psicólogo participa una vez hay un grupo, no simplemente las cinco parejas que viajan inicialmente, sino las que se decide que pueden formar parte porque siempre tenemos que tener parejas reserva por lo que pueda pasar. Por supuesto que participa un psicólogo, que habla con ellos sobre si serán capaces de enfrentarse a las situaciones que se viven en el programa. El psicólogo hace su trabajo desde el punto de vista de las emociones; una charla profesional. Luego, por supuesto, está pendiente de todo el proceso del programa: durante y después de la grabación y emisión del programa. Hay una ayuda profesional a esta exposición.

P.- El momento cumbre de esta octava edición ha sido obviamente el de Montoya. Hasta niveles inesperados, como Whoopi Goldberg hablando de él con sus compañeras en The View en un canal como ABC. ¿Os lo esperabais ya en posproducción?

R.- Es imposible de esperarlo. Sabíamos que teníamos muy buena temporada, no solo por Montoya. Esta temporada, todas las parejas han tenido grandes momentos, han funcionado muy bien, han reaccionado muy bien a lo que es el programa, Hemos tenido un casting espectacular, no solo la pareja de Montoya y Anita. Durante la grabación, nosotros sabíamos que teníamos muy buena temporada, confiábamos mucho en que iba a funcionar, pero desde luego esta repercusión internacional es imposible esperarla. Que plataformas internacionales [Netflix] llamen a Montoya para promocionar Temptation Island es desde luego un auténtico triunfo para la versión española de este formato, que es la que más ruido ha hecho a nivel mundial. Nos tenemos que sentir orgullosos en España; esto es un formato internacional. Aquí lo hemos sabido adaptar mejor que nadie y se ha hecho un trabajo muy bueno y ha llamado la atención en todo el mundo.

P.- Temptation Island en Estados Unidos no tiene tanta repercusión. Ahora llega Netflix, pero antes lo emitía Peacock, o sea, allí en Estados Unidos, Temptation Island tampoco es un fenómeno.

R.- En general, no es un fenómeno, así como lo ha sido en España, en casi ningún lado. Son formatos más pequeños en cadenas más pequeñas. En España, entre Cuarzo y Mediaset hemos conseguido hacer un formato grande a la altura de Supervivientes, Gran Hermano, Masterchef… Hemos convertido La isla de las tentaciones en un formatazo, pero a nivel internacional, salvo en determinados países, no lo es. Funciona bien, está presente en muchos países, pero no de la forma en la que hemos conseguido que esté aquí en España

P.- Quienes siguen viendo La isla de las tentaciones son, sobre todo, los jóvenes.

R.- Fundamentalmente. Conseguimos atraer a un público que está huyendo de la televisión y que no están presentes en el resto de la programación. El programa funciona bien en general en todos los grupos de edad. Donde más nos cuesta es en el grupo de más de 64 años. Los públicos más jóvenes es una base de audiencia cercana al 50%. Está claro que, cuando a determinados públicos a determinadas edades les ofreces contenidos que les interesan, pues desde luego acuden. En Supervivientes también nos están pasando: el público joven nos está viendo.

P.- Desde el estreno [hace 5 años] de La isla de las tentaciones se habló del "peligro" de que un formato así lo vean los jóvenes, incluso niños, y se tomen el reality como algo aspiracional. ¿Crees que La isla de las tentaciones sí es un reflejo de la sociedad, de la juventud que tenemos? Porque a veces pecan de un gran conservadurismo.

R.- Es una cosa que corresponde a los padres y no a la televisión. Es un programa que los jóvenes pueden ver perfectamente con sus padres y que los padres les digan qué conductas son correctas y cuáles no. Los jóvenes no son idiotas, saben perfectamente lo que hay y son mucho más maduros de lo que queremos que sean. Es un programa de entretenimiento y luego cada uno debe sacar sus conclusiones. Es un reflejo de una parte de la sociedad y por eso hay diferentes tipos de pareja para mostrar todo tipo de relaciones. Es verdad que nunca llegas a representar a todas. Es imposible. Claro. Mis hijos también ven La isla de las tentaciones, desde muy jóvenes, y no replican algunas de las actitudes que hay. Ellos son conscientes y saben lo que tienen que hacer con sus vidas y con sus relaciones.

P.- Me da la sensación de que a veces estos chavales, porque no llegan a los 30, tienen actitudes muy conservadoras, pero que, en realidad, según las encuestas, las generaciones que vienen son más conservadoras en el amor y en el sexo.

R.- Yo no sé si vienen conservadoras o no. Yo te puedo hablar de nuestra experiencia haciendo el programa. Hay parejas más conservadoras y hay parejas más abiertas. Yo no podría generalizar ni dar un dato.

P.- ¿El reencuentro de La isla de las tentaciones 8 se grabó justo antes de la emisión de la primera entrega para no condicionar?

R.- Siempre se hace así. Esto lo grabamos justo al arranque de la temporada, en cuanto se empieza a emitir. Antes del primer capítulo, después del primer capítulo, pero sin que se haya emitido mucha temporada, intentamos grabar el encuentro para que ellos, cuando vean el programa, no les condicione y no cambien las cosas respecto a cómo están en ese momento. Luego vienen los debates finales y, durante la emisión, desde que se ha grabado el reencuentro y se ha emitido todo el programa, normalmente vuelven a cambiar otra vez las cosas. Esta semana tenemos el reencuentro, la semana que viene debates finales y posiblemente cambien mucho las cosas.

P.- Es muy importante la posproducción en un programa como La isla de las tentaciones.

R.- Es casi igual de fundamental que el casting. Se graban horas y horas de televisión. Nosotros grabamos las 24 horas, en directo, en dos villas diferentes. Se genera mucho material. Ese trabajo que hace un equipo de posproducción en Cuarzo es un trabajo muy duro, muy complicado y muy brillante. Cómo están montados los programas, cómo están posproducidos, musicalizados, cómo empiezan, cómo acaban, cómo mantienen la tensión durante todo el programa… Es otro de los secretos del programa y también que nos diferencia de otras versiones en otros lados. La versión española está cuidada de principio a final.

P.- La isla de las tentaciones demostró que, por ser "enlatado" un reality no tiene por qué fracasar. En Telecinco, lo normal era que un reality fuese en vivo y en directo.

R.- Si el contenido te gusta y te atrapa, lo lógico es que funcione. Luego hay muchas circunstancias en la tele. Hay muy buenos programas con buen contenido que no han tenido suerte por el día o época de emisión.

P.- Si La isla de las tentaciones 8 se graba en septiembre, se empieza a emitir en enero y termina en marzo, se corre el riesgo de los espóilers.

R- Nosotros nunca entramos a desmentir o a confirmar si lo que se dice es verdad o mentira. Firmamos un contrato de confidencialidad con todo el mundo, tanto con el equipo como con los concursantes, que se suele respetar porque es el bien de todos. Todos suelen respetarlo.Con el tema de las redes sociales, cada vez es más complicado. Esta gente tiene su vida y muchas veces es difícil; la gente está pendiente hasta del mínimo detalle. Pero más o menos se mantiene [el secreto]. Es bueno que se hable de Las tentaciones y que genere ruido. 

P.- A raíz del vídeo que ha hecho el Partido Popular emulando La isla de las tentaciones y el conflicto casi internacional con República Dominicana, no sé qué tienes que decir sobre eso o prefieres mantenerte en silencio.

R.- A mí la inteligencia artificial no me gusta mucho. Si no le ha hecho gracia a República Dominicana será porque algo está mal hecho y si han retirado el vídeo es porque han considerado que algo no era correcto.

P.- Este es el nivel de permeabilidad de La isla de las tentaciones.

R.- En esta temporada ha pasado otra vez que ibas a comer a un restaurante y en las mesas de al lado hablaban de La isla de las tentaciones o me montaba en el metro y la chica de al lado iba viendo el programa en diferido. No ha habido nadie que no se haya enterado de la emisión de La isla de las tentaciones y de las historias de las parejas protagonistas.