La situación de Rosa María Mateo al frente de Radiotelevisión Española podría definirse como una ‘larga provisionalidad’. Cada vez más. La administradora única de la corporación accedió a su cargo en agosto de 2018, después de que los partidos que apoyaron la moción de censura contra Mariano Rajoy votaran a favor de su nombramiento en el Parlamento. En teoría, la idea era que permaneciera unas semanas en el puesto, hasta que se resolviera el concurso público para elegir al presidente de RTVE para los próximos seis años. El problema es que la inseguridad jurídica que ha afectado a este procedimiento y la dificultad para alcanzar mayorías en el Congreso han demorado durante más de un año el cambio en la cúpula de la corporación. Ahora, con la convocatoria de nuevas elecciones, se retrasará durante un buen tiempo más.
El acuerdo que alcanzaron los partidos en septiembre de 2017 –en una reforma de la Ley de RTVE- contemplaba la celebración de un concurso público para seleccionar 20 candidatos al Consejo de Administración y la presidencia de la radio-televisión pública. Con esa lista sobre la mesa, las formaciones políticas debían consensuar 10 nombres (el Consejo tiene 10 puestos), entre ellos, el del futuro líder de la corporación.
La nueva ley concedía a los partidos un plazo de 3 meses para elaborar un reglamento para la celebración del concurso; sin embargo, la redacción se demoró mucho más por las fricciones entre los partidos. Una vez se cumplió este trámite, los grupos parlamentarios eligieron a un Comité de Expertos para evaluar los currículums y los proyectos para presidir RTVE que debían presentar los aspirantes. Y el pasado diciembre se conoció el nombre y los apellidos de los 20 elegidos.
El problema es que esta resolución ha sido recurrida por una veintena de candidatos, lo que, unido a la especial coyuntura política, ha paralizado el procedimiento.
El pasado febrero, antes de que se disolvieran las Cámaras, los letrados del Congreso trasladaron a los grupos parlamentarios el mensaje de que tenían los argumentos suficientes para despejar los recursos. Sin embargo, el asunto quedó en standby tras la convocatoria de las elecciones generales de abril y, desde entonces, no se ha retomado. De hecho, ni siquiera se ha constituido la Comisión Mixta de RTVE.
Renovación enquistada
El panorama no cambiará durante los próximos meses, dado que España ha enfilado el camino hacia unos nuevos comicios y para sustituir a Rosa María Mateo hará falta que la ‘situación’ legal que amenaza al concurso se resuelva y que los partidos que compongan el Congreso y el Senado durante la próxima legislatura se pongan de acuerdo para designar a los 10 vocales del Consejo de Administración de RTVE. Entre ellos, a su presidente.
Tal y como contó este periódico, el pasado julio, cuando Pedro Sánchez acudió a Los Desayunos de TVE, comentó fuera de cámara su intención de buscar un amplio consenso para elegir a la próxima cúpula de la corporación. Es decir, optar por una votación parlamentaria directa y prescindir del método de concurso público, que en Moncloa consideran que ha derivado en un desastre. Desde Ciudadanos y Podemos dudaron de la conveniencia de esta medida y de la posibilidad de aplicarla, dado que, en principio, obligaría a reformar la Ley de RTVE.
En medio de esta gran incertidumbre, Rosa María Mateo sigue en su puesto y lo hará durante un buen tiempo más salvo una dimisión inesperada
Sea como fuere, en medio de esta gran incertidumbre, Rosa María Mateo sigue en su puesto y lo hará durante un buen tiempo más salvo una dimisión inesperada o que, durante la próxima legislatura, se produzca un consenso político por la vía rápida.
Hace unos días, RTVE anunció una renovación de su cúpula, de modo que el director de TVE, Eladio Jareño –nombrado por el anterior presidente- fue sustituido David Valcarce. A la vez, Rosa María Mateo situaba a Enric Hernández –exdirector de El Periódico de Catalunya- como nuevo responsable de Información y Actualidad.
Es decir, creaba una figura que hasta entonces no existía -la de Hernández- y designó a alguien por encima de Begoña Alegría, directora de los telediarios y quien durante la anterior campaña electoral se opuso a la decisión de Mateo de contra-programar el debate a 4 de Atresmedia para respaldar los intereses electorales de Ferraz, que quería que Pedro Sánchez sólo participara en un coloquio, en TVE.
La batalla por los debates
Hace unas horas, las fuentes oficiales de la corporación distribuían un comunicado en el que expresaban su disposición a organizar un debate electoral entre los candidatos de PSOE, PP, Ciudadanos, Unidas Podemos y Vox; y tres cara a cara, entre Pedro Sánchez y Pablo Casado; entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias; y entre Pablo Casado y Albert Rivera.
Eso implicaría que Sánchez apareciera en cuatro citas, mientras que Casado, Rivera e Iglesias en la mitad; y Santiago Abascal, en una. Además, dejaría al candidato de Ciudadanos sin la posibilidad de mantener una ‘confrontación directa’ con el presidente del Gobierno en funciones.
Esta decisión causaba indignación en Ciudadanos, que volvía a dudar de la imparcialidad de Rosa María Mateo, a la que con anterioridad había criticado por su defensa de los intereses del PSOE.
A última hora de la tarde, la formación naranja registraba un documento en el Congreso de los Diputados en la que lamentaba el criterio de Mateo para organizar los debates. “Llama la atención sobremanera que se prevea un debate entre Sánchez y Pablo Iglesias (líder de la cuarta fuerza parlamentaria), pero no con Albert Rivera (tercero el 28-A, en empate técnico con el segundo y con 400.000 votos más que Podemos), especialmente si tenemos en cuenta que el líder de Ciudadanos resultó ganador de los debates electorales en el mes de abril y siempre ha aceptado participar (cuando no, proponer) estos debates electorales que son fundamentales para la democracia”, expresaba.
“¿Por qué no quiere este Gobierno un cara a cara entre el líder de Ciudadanos Albert Rivera y el Presidente en funciones Pedro Sánchez?”, preguntó Ciudadanos
E iba más allá: “¿Por qué no quiere este Gobierno un cara a cara entre el líder de Ciudadanos Albert Rivera y el Presidente en funciones Pedro Sánchez?”.
Poco antes, este martes, dos de los candidatos a la presidencia de RTVE, Roberto Mendès y Agustín García Matilla, presentaban sendos escritos en la Mesa del Congreso en el que denunciaban la situación de “grave irregularidad democrática” en la que se encuentra la corporación desde que se disolvió su Consejo de Administración y pedían que se resuelva, con la mayor celeridad posible, el proceso para elegir a los vocales de este órgano de gobierno.
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