Radiotelevisión Española invirtió en 2023 un total de 473 millones de euros en los sueldos de su personal, que ya asciende a casi 7.000 personas. Esta cantidad fue un 8% superior a la de 2022, entre otras cosas, por el elevado número de contratos temporales que hubo que rubricar.

Así figura en las cuentas anuales de la corporación -recientemente publicadas-, en las que se puede apreciar que los costes de su plantilla se incrementaron en 36 millones de euros entre un ejercicio y el siguiente.

El pago de los salarios supuso un total de 364,79 millones de euros (338,7 en 2022), mientras que el de las cargas sociales, 108,48 millones (98,9).

La plantilla de la corporación estaba compuesta en 2023 por 6.904 efectivos, de los que 1 tenía la categoría de administrador -Elena Sánchez, presidenta interina hasta finales del pasado marzo-, 192 de directivo, 627 de administrativo, 3.734 de personal técnico y 2.350 de eventual.

Pacto de Los Peñascales

Fuentes sindicales han recordado a este periódico que la plantilla de RTVE está sobredimensionada actualmente. Se remiten, en este sentido, al acuerdo que alcanzaron el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, la empresa y lo sindicatos en 2006 -Pacto de Los Peñascales-, por el cual se fijó su tamaño en un máximo de 6.500 personas, de las cuales tan sólo el 10% podría tener la categoría de eventual.

Ese número se sobrepasa con creces actualmente, tanto en lo que respecta a la dimensión total de la plantilla como en lo relativo al número de 'contratados'. La primera es superior a lo acordado en 404 personas. La segunda, en 1.800.

La causa de la elevada temporalidad -señalan estos informantes- está relacionada con los sucesivos retrasos de las oposiciones para entrar a formar parte de la plantilla de la corporación, algo que se explica en la incertidumbre política, en la inestabilidad en RTVE y en los recursos que impugnaron sus bases.

Las condiciones del convenio

Cabe recordar que esta oferta de empleo público se refleja en el convenio colectivo de la corporación, el cual entró en vigor en los últimos días de 2020, con Rosa María Mateo como administradora única provisional.

Durante la negociación de sus condiciones, los sindicatos y la empresa -con el beneplácito del Ministerio de Hacienda- decidieron poner en marcha un plan de prejubilaciones remuneradas y de jubilaciones forzosas con dos objetivos: por un lado, el de rejuvenecer la plantilla de RTVE y, por otro, el de reducir la partida presupuestaria asociada a los costes del personal.

Ambas partes pactaron que cada salida que se produjera en la corporación sería cubierta con una nueva contratación. El problema es que las oposiciones se han retrasado, lo que ha obligado a firmar cientos de contratos temporales para cubrir las bajas de los jubilados. El efecto último de esa medida ha sido un incremento muy elevado del gasto en salarios.

Las cuentas de RTVE

La corporación tuvo que afrontarlo dentro de un ejercicio que cerró con unos números rojos de 4,32 millones de euros, frente al beneficio de 17,16 millones que consiguió en 2022.

RTVE se financia desde 2010 mediante diferentes fuentes. Son los Presupuestos Generales del Estado, la Tasa Radioeléctrica, las aportaciones de los operadores audiovisuales que prestan su actividad en España -a partir de un porcentaje de sus ingresos- y la venta de programas y de patrocinios culturales y deportivos.