La España contemporánea es un lugar de politización al alza, así que era previsible que esa sensibilidad se acentuara en la pequeña pantalla. La temporada 2024/2025 comenzó con un duelo muy significativo, en este sentido, como fue el que enfrentó a El Hormiguero con La Revuelta. A Pablo Motos contra David Broncano. Tal es así que incluso representantes políticos se llegaron a pronunciar en sus redes sociales sobre el contenido y las audiencias de estos espacios televisivos.

Las aguas han bajado más tranquilas durante las últimas semanas -en las que Motos gana con diferencia-, pero hubo un tiempo en el que la competición por el liderato de audiencias en esta franja se convirtió en uno de los principales objetos de debate en España.

Ana Rosa contra Intxaurrondo

El regreso de Ana Rosa Quintana a las mañanas de Telecinco -a principios de febrero- trasladó esta batalla a una nueva franja. A esa hora, se enfrenta con Silvia Intxaurrondo, presentadora de La hora de La 1 y una de las periodistas que más críticas ha recibido por parte de la derecha política y mediática, tanto por sus emolumentos -268.000 euros por temporada- como por su línea editorial.

Con Quintana sucede algo parecido, pero los golpes se los han asestado desde el otro espectro ideológico: el de la izquierda. Al igual que Motos y que Vicente Vallés, ha sido objeto de fuertes ataques por parte de Podemos y de las dos fuerzas que componen el Gobierno, que le acusan de ser demasiado complaciente con el Partido Popular y excesiva en sus críticas a Pedro Sánchez.

Su regreso a esta franja -de bajo consumo televisivo- se produjo después de una temporada y media en las tardes de Telecinco, en las que no consiguió que la franja volviera a gozar, ni mucho menos, de la misma salud que en los años de máximo esplendor de Sálvame. Su resultado es mejor en el turno matinal, pero no puede decirse que encabece la clasificación. Al menos, de momento.

La receta de Alfonso Arús

De hecho, el ganador es Alfonso Arús, que ofrece, con diferencia, el programa de actualidad con una menor carga política de la franja. Su receta es sencilla: vídeos virales y debate sobre ellos, en un corrillo de confianza que no requiere precisamente de profundas reflexiones sobre la situación de España. Más bien, al contrario.

Durante los días de febrero que oscilan entre el 3 -estreno de Ana Rosa Quintana- y el 13 de febrero, el programa del presentador barcelonés obtuvo una cuota media de pantalla de 15,9 puntos, según los datos de Kantar Media a los que ha tenido acceso este periódico.

Es el dato global del programa, al igual que aquellos que se van a exponer a continuación, sin tener en cuenta los períodos de emisión en estricta coincidencia.

La audiencia de Arús fue bastante superior a la de la segunda opción en esa franja, El Programa de Ana Rosa, que se estrenó con un 15% de share y que en el global de estos días acumula 15 puntos.

Lo de Intxaurrondo

En esa franja, La hora de la 1 cuenta con una media de 13,2 puntos, que, al igual que sucede con las otras dos opciones, es bastante superior a la media de sus cadenas, pero, en este caso, inferior a la de Telecinco. O sea, a la de la presentadora que recibe los apoyos y los ataques desde el extremo contrario del espectro ideológico, como es Quintana.

Espejo Público se mantiene a esa hora en Antena 3 con una cuota de pantalla del 13,07% que también es mayor que la media mensual del canal, si se atiende al dato de enero.

En este contexto de brega y politización, el frente del access prime time lo ha ganado durante las últimas semanas El Hormiguero. Tal es así que el jueves lo cerró con una entrevista a Mariano Rajoy que obtuvo el 18,7% del share y 2,4 millones de espectadores, frente a los 14,1 puntos y 1,89 millones de su rival.

La victoria de Motos sobre Broncano será en febrero -salvo cambio de dinámica profundo- mayor que la del mes anterior.