Emmanuel Macron compareció anoche ante la fachada de Notre-Dame, aún en llamas, para anunciar que Francia "reconstruirá" la catedral, orgullo de la nación durante 850 años. Llamaba a hacer una colecta nacional e internacional. Una hora después, el primer resultado. Francois-Henri Pinault, dueño del imperio del lujo Kering, anunció de madrugada que donará 100 millones de euros para ayudar a la reconstrucción del monumento.
Pinault, CEO de Kering, la matriz dueña de marcas como Gucci, Yves Saint Laurent, Balenciaga, Puma y Fnac, anunció su decisión a través de un comunicado en el que se comprometía a destinar esta cantidad para ayudar con los trabajos de reconstrucción.
Pero no ha sido el único. Este miércoles la familia Arnault, dueña de la firma de lujo Louis Vuitton y una de las mayores fortunas de Europa, se ha comprometido a realizar una donación de 200 millones a la causa.
Los daños estructurales del edificio son enormes tras el incendio, en cuya extinción se ha trabajado durante toda la noche. Cayó la aguja central y las bóvedas han cedido ante las llamas, dejando al aire el interior de las naves.
En las primeras horas del incendio han conseguido salvarse importantes obras de arte y reliquias como la corona de espinas de Jesucristo o los clavos de su crucifixión. No obstante, las pérdidas son incalculables. Los bomberos, eso sí, han conseguido detener las llamas antes de que alcanzaran las dos torres principales de la icónica fachada norte.
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