A la hora de coger un coche, se aconseja echar un vistazo a los tipos de carreteras por los que se va a circular, ya que la velocidad será distinta. Hay múltiples tipos de carreteras y vías públicas y, aunque hay normas fundamentales de seguridad y leyes que seguir en todos los casos, también hay características propias de cada una que hay que tener en cuenta. No es lo mismo conducir en una autovía que en una carretera secundaria.
La empresa especializada en soluciones de movilidad, ALD Automotive, ofrece a los conductores una serie de consejos que marcan la diferencia a la hora de conducir en función de la carretera por la que se circule, para una mayor seguridad vial.
Tipos de vías:
– Autopistas: disponen de varios carriles en dos sentidos y esta pensada para circular a gran velocidad, con un límite de 120 km/h. En las autopistas pueden circular exclusivamente vehículos automóviles y se identifican con las siglas A y P.
– Autovías: Suelen tener curvas con radios de giro más cerrados y mayores desniveles en las pendientes; los carriles de acceso y salida suelen ser más cortos, incluso es posible encontrar paradas de autobús en la autovía. La velocidad máxima es de 120 km/h y se identifican con las siglas A, tal y como publica el diario online Qué!.
– Carreteras nacionales: disponen de dos carriles, uno en cada dirección, están identificadas con la sigla N y una velocidad máxima de 90 km/h.
– Carreteras autonómicas: pertenecen a la red de carreteras de la Comunidad Autónoma y tienen una velocidad máxima de 90 km/h.
– Red provincial: pertenece a la Red secundaria de carreteras y está formada por aquellas carreteras que son competencia de las Diputaciones Provinciales. No suelen ser muy largas, su tráfico tampoco suele ser elevado y normalmente unen poblaciones entre sí o sirven de enlace de otras zonas con las carreteras de primer nivel.
– Red municipal: está formada por las vías que dependen de un ayuntamiento. Tienen una importancia local y son carreteras cortas que enlazan localidades cercanas, o que dan acceso a poblaciones aisladas o lugares de interés.
Cómo conducir en autopistas y autovías
En primer lugar, mantén la distancia de seguridad, utiliza los intermitentes para señalizar cualquier movimiento, mira frecuentemente el retrovisor, estáte atento a los movimientos de los coches que van delante y por detrás, circula siempre que se pueda por el carril derecho, adelanta con rapidez, presta atención a los paneles de información y no desaceleres cuando estés en el carril más rápido.
Cómo conducir en carreteras secundarias
Suelen ser menos seguras ya que tienen más intersecciones e incorporaciones; además, normalmente tienen más tramos montañosos y con curvas. Por ello, al conducir en ellas hay que tener especial precaución.
Circula lo más cerca posible del margen derecho, para ofrecer mayor seguridad a quienes van en sentido contrario. Es importante mantener la distancia de seguridad, tener las luces del coche encendidas, aún cuando sea de día e intentar minimizar los adelantamientos. En algunas de estas carreteras, hay señales que advierten sobre la presencia de animales; cuando esto suceda, hay que reducir la velocidad y estar atento para evitar imprevistos.
Y, por supuesto, no olvidar ponerse el cinturón de seguridad y respetar las normas de circulación. Este tipo de recomendaciones no solo aumentarán la seguridad a la hora de realizar cualquier tipo de desplazamiento en coche, sino que también, protegerán de posibles sanciones o multas.
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