Calles sinuosas, casas bajas, peluquerías abiertas hasta la medianoche, solares abandonados, música latina, comida filipina y comercios de toda la vida. Metan eso en una coctelera, añadan una pizca de historia, un toque de especulación y unas pocas gotas de pisos de lujo y ya lo tienen listo. Con ustedes, Tetuán, un barrio obrero, heterogéneo y en plena transformación.
"Es un barrio que toda la vida ha sido humilde y que ahora están intentando integrar en la almendra central de Madrid. Como si quisieran echar a toda la gente que ha vivido aquí siempre tranquilamente a precios razonables", señala a El Independiente Verónica Pérez Granado, directora del documental Tetuaneros, que se estrenó esta semana en un centro cultural del distrito.
El documental es un retrato de Tetuán que tiene como hilo conductor una iniciativa vecinal para convertir uno de sus muchos descampados en una huerta. Desde ese lugar común, un punto de encuentro vecinal, el relato se mueve por las callejuelas y bucea por la convivencia, el comercio y la transformación de un barrio amenazado por la gentrificación.
El proyecto de la huerta arrancó en 2013 y desde entonces lleva Verónica con la cámara grabando por Tetuán. La producción acabó cinco años después, en 2018, tras recibir una ayuda del Ayuntamiento de Madrid. "Toda la gente que ha participado en el documental, hasta la postproducción, es de Tetuán", indica la periodista y fotógrafa.
¿Cuándo nace el barrio de Tetuán?
Si uno busca el origen del barrio, casi todas las referencias apuntan a 1860, cuando el Ejército español regresó victorioso de la Guerra contra Marruecos y se asentó en este lugar a la espera de ser recibido con honores en Madrid. Sin embargo, el historiador Luis de la Cruz, que ha participado en el documental, difiere. "Lo de 1860 es una fecha icónica. El Ejército está un día y medio acampado y después son recibidos con un desfile en Madrid", afirma. "Pero los soldados no forman un asentamiento permanente, ni mucho menos. Yo no he encontrado ningún documento que lo acredite". En la imagen, la sucursal del distrito de la Universidad del Instituto Municipal de Puericultura en Bravo Murillo 122 en el año 1926
Archivo de la Memoria de Madrid
Los precios del centro, el origen real
"Lo que de verdad ocurre", continúa el historiador Luis de la Cruz, "es que los trabajadores que vienen por ésa época a Madrid no pueden permitirse vivir en el centro. Entonces se van creando núcleos periféricos como Cuatro Caminos, Bellas Vistas o Tetuán". Y añade: "Se van generando esos poblados, que son como antiguos arrabales sin planificación urbanística alguna. Por lo tanto, no hay una fecha exacta para el origen del barrio. En 1860 ya existían algunos pobladores, pero los núcleos importantes no aparecen hasta dos décadas después". En la imagen, un fotograma de Tetuaneros con un comercio de relojes ya cerrado.
De la comida castiza a las influencias internacionales
"En Tetuán, incluso la gastronomía es de contrastes. Aquí hay un italiano y un vegetariano que son mis favoritos, un libanés increíble, una arrocería que es famosa en todo Madrid y varios japoneses, entre ellos uno que es el más auténtico en el que yo he estado nunca", asegura Verónica Pérez Granado, la directora del documental "Tetuaneros". "Hay muchas marisquerías y restaurantes de lujo muy famosos, una calle –General Margallo– que es como una pequeña China Town y docenas de restaurantes ecuatorianos, peruanos, dominicanos, hindúes…" Eso responde a un dato: Tetuán tiene cerca de 160.000 habitantes, de los que cerca de 30.000 son extranjeros. En la fotografía, una estampa de la vida cotidiana de Tetuán en la confluencia entre las calles Bravo Murillo y Ávila en 1969.
Juan Jiménez Salmerón/Archivo de la Memoria de MadridIMÉNEZ SALMERÓN
El pequeño comercio
"Un barrio no es barrio sin sus comercios tradicionales. En Tetuán aún quedan muchos que resisten, pero están siendo engullidos por franquicias de comida rápida, supermercados, casas de apuestas…", afirma Verónica Pérez Granado. "Cada vez es más difícil encontrar una ferretería, una panadería o una mercería. El Mercado Maravillas es como un gran coloso que resiste, pero fuera los pequeños comercios libran una batalla de precios y horarios muy desigual". En la fotografía, un comercio de relojes en la calle Villaamil ya desaparecido.
Bravo Murillo, el eje vertebrador
"Bravo Murillo es la arteria principal y divide el distrito en dos. Popularmente se dice que una parte es el barrio bueno y otra el barrio malo", continúa Verónica Pérez Granado. "Aún sigue siendo un barrio mayoritariamente obrero, pero entre Bravo Murillo y La Castellana se concentran las rentas más altas con pisos más grandes, más zonas verdes, menos suciedad y una distribución de calles más ordenada" En la image, casas bajas y de ladrillo construidas en Bravo Murillo.
Jesús García Férriz/Archivo de la Memoria de Madrid
Un barrio de contrastes
"Tetuán es asimétrico y está lleno de contrastes, lo mires por donde lo mires", asegura la directora del documental. "Calles desiguales y laberínticas; casas bajas de 1900 conviviendo con edificios de 8 plantas y rascacielos de acero; un crisol de culturas en el que conviven más de 10 nacionalidades..." En la imagen, una vista de las Cuatro Torres sobre un mar de tejados de Tetuán.
Cuatro Caminos, una plaza en constante transformación
La glorieta de Cuatro Caminos divide los barrios de Chamberí y Tetuán. Hasta 1969 se mantuvo prácticamente como en esta imagen, tomada en el año 1929. En 1969 se inauguró el famoso "scalextric". El puente aguantó hasta 2004, cuando se construyó un túnel para "liberar" de nuevo la glorieta. Hoy en día cuesta moverse en hora punta por Cuatro Caminos, tomado por repartidores que hacen cola en el McDonald's y por cientos de personas que van y vienen cada segundo.
Jesús García Férriz/Archivo de la Memoria de Madrid
En pie de guerra contra las casas de apuestas
Las calles de Tetuán están plagadas de casas de apuestas. En Bravo Murillo hay un tramo de apenas dos kilómetros con 15 locales dedicados al juego. Esto llevó a que el barrio se levantara hace unos meses: en octubre de 2019 unas 3.000 personas salieron a la calle para protestar contra esta "invasión". "Fuera casas de apuestas de nuestros barrios", fue el lema de la marcha. En la imagen, un local de juego en Bravo Murillo.
La primera línea de metro de Madrid
La línea 1 del Metro de Madrid se inauguro en 1919 y conectaba las estaciones de Cuatro Caminos y Sol. Diez años después se inauguraron las estaciones de Alvarado, Estrecho y Tetuán y en 1961 la línea se amplió hasta Plaza Castilla. De esta forma, el suburbano conectaba todo el barrio de Tetuán con seis paradas por Bravo Murillo. En la imagen se ve el vestíbulo de la estación de Plaza de Castilla durante su inauguración en febrero de 1961.
Archivo de Metro de Madrid/Memoria de Madrid
El protagonismo de la tercera edad
Basta con dar un paseo cualquier día por Tetuán para ver que las personas mayores son parte fundamental del barrio. El Mercado de Maravillas y algunos pequeños comercios de Cuatro Caminos se llenan a diario de gente mayor con sus carritos y su parsimonia. Según datos del Ayuntamiento, hay casi el doble de personas de más de 65 años que menores de 15.