El estrés de los niños en el confinamiento: rabietas, sueño cambiado y falta de concentración. Estas son algunas de las consecuencias que está provocando las largas semanas de confinamiento obligado.

Hacer que los niñas escriban o graben un pequeño resumen de lo realizado durante el día, contando anécdotas divertidas y las actividades hechas, así como cocinar o jugar juntos son algunos de los consejos aportados por responsable de la Unidad de Psicología de la Salud del área Mind de Blue Healthcare, Jesús Paños, para aliviar el estrés de los más pequeños durante el confinamiento por la crisis del coronavirus.

"Reconocer el estrés en los niños no es fácil, pero sí podemos observar algunos cambios en su conducta que nos den pistas, según nos señala este experto, quien detalla que "los cambios de humor, mayor irritabilidad, más quejas y protestas, rabietas más frecuentes, cambio en los patrones del sueño o el hecho de mojar la cama pueden ser indicaciones", asegura.

"Además -prosigue-, algunos niños notan cambios fisiológicos como sensación de inquietud interior, sensación de bola en la garganta, presión en el pecho, mareo o malestar en la tripa. Otros pueden experimentar dolor de estómago y dolor de cabeza, y algunos tienen problemas para concentrarse, terminar la tarea escolar, se abstraen o pasan mucho tiempo solos".

Del mismo modo, el experto ha explicado que los niños más pequeños pueden mostrar signos de inmadurez, como chuparse el dedo, tics ocasionales o meterse el dedo en la nariz; mientras que los más mayores pueden mostrarse irritables y enfadados, mentir, agredir a otras personas o desafiar la autoridad. Un niño estresado también puede tener pesadillas, dificultad para separarse de los padres, reacciones exageradas, rabietas frente a problemas menores y cambios en su rendimiento académico, informa Europa Press.

Un niño estresado puede tener pesadillas, dificultad para separarse de los padres, reacciones exageradas, rabietas frente a problemas menores y cambios en su rendimiento académico

Por este motivo, y con el fin de evitar la aparición del estrés durante la cuarentena en los menores, el experto ha recomendado dedicar un rato al día a leer cuentos no conocidos que les obliguen a seguir una historia y acordarse de los personajes que van descubriendo; y hablar por teléfono o hacer videollamadas con los familiares o amigos, porque les ayudará a admitir que lo que viven es algo "generalizado".

Del mismo modo, ha subrayado la importancia de evitar la exposición a las noticias repetidas que ofrecen los medios de comunicación, analizando el número de contagiados y fallecimientos, y resaltar la idea de que esta situación es transitoria y que los virus se pueden curar y, lo más importante, prevenir su contagio.

Entrenarles en las conductas de prevención; cocinar juntos y fomentar que asuman alguna parte del proceso de la elaboración de una receta; desarrollar la creatividad, pintar, diseñar, construir, inventarse juegos y manualidades, decorar la habitación con nuevas ideas; jugar juntos a juegos de mesa o a otros orientados a mejorar la motricidad y la coordinación de brazos y piernas, son otros de los consejos aportados por el experto.

Finalmente, ha aconsejado pedir a los niños que ayuden en algunas tareas de casa para que se sientan útiles; escuchar música juntos; y dedicarles tiempo hablando, mostrándoles cariño y haciéndoles sentir capaces. "Es importante recordar que todos reaccionamos ante esta situación: cierto nivel de estrés es normal. Debemos hacerles entender a los niños que está bien sentir enojo, temor, soledad o ansiedad y que otras personas comparten esos sentimientos. Lo importante es saber qué hacemos con esas emociones y cómo buscar una forma de aceptarlas o de enfrentarlas si nos generan mucho malestar. El descanso adecuado y la nutrición correcta nos ayudarán", ha zanjado Paños.