Moria era el mayor campo de refugiados de Europa. Unas 13.ooo personas que huían de la guerra estaban atrapados en la isla de Lesbos ante la incapacidad de Europa de darles una entrada digna entre sus estados miembros. Pero el pasado 15 de septiembre un fuego convirtió el conocido campo de la vergüenza en un montón de ceniza.
La organización Save the Children, a través de las fotografías de Pedro Armestre, denuncia que tras el incendio la vida de los refugiados no ha hecho más que empeorar. Y el campo de la vergüenza se ha vuelto a levantar, en peores condiciones si cabe, sin instalaciones adecuadas para albergar familias. Las organizaciones sociales que les apoyan, como Save the Children, piden que no se su situación no se cronifique. Un primer campamento no funcionó y un segundo sólo puede ahondar el la vergüenza de Europa.
13000 refugiados
Said lleva en brazos a su hijo Mohamed, están en el campo nuevo de refugiados que se ha formado tras el incendio del campo de Moria. En este nuevo campo de la vergüenza hay 13.000 personas, 4.000 de ellas son niños y niñas, además de menores no acompañados. Organizaciones como Save The Children demandan la recolocación de estas personas en Europa. Foto: Pedro Armestre.
Lo que queda del campo de Moira
El campo de Moira quedó arrasado por el fuego el pasado 15 de septiembre y todos sus habitantes pasaron varios días durmiendo a la intemperie. Foto: Pedro Armestre.
Colas para comprar
En el campo les dan una pequeña cantidad de dinero para hacer la compra y tienen que esperara varias horas para poder comprar. Foto: Pedro Armestre.
Jugando entre concertinas
El nuevo campo está rodeado de concertinas y vigilancia policial. Los refugiados no pueden salir sin permiso y denuncian que se encuentran en un campo de retención y temen que su encierro sea definitivo. Foto: Pedro Armestre.
Zaira, refugiada Siria
Zaira niña siria que llegó a Grecia con su familia huyendo de la guerra en Siria. Tras estar un año y tres meses en el campo de Moria han perdido todas sus pertenencias. Save The Children denuncia que el nuevo campo no cumple las condiciones para albergar familias con niños no tiene instalaciones sanitarias adecuadas ni educativas. Foto: Pedro Armestre.
En las puertas de Europa
Una niña afgana contempla el escaparate del Lidl de Lesbos. La situación de los refugiados se está cronificando en la isla griega. Foto: Pedro Armestre.
Una vida entre las cenizas
Un padre con una niña regresan al campamento de Moria. Muchos de los refugiados han regresado al campo para buscar entre las cenizas las pocas cosas que tenían. Foto: Pedro Armestre.
Zahara, de Afganistán
Zahara, de trece años, es de Afganistán de donde viene huyendo junto a su madre y su hermano pequeño que está enfermo. Ella denuncia que en el campo no hay médicos. Foto: Pedro Armestre.
Con la vida acuestas
Este padre lleva en una palangana a su hijo, es el transporte que usan para caragar con él, no tienen otro, todas sus pertenencias se han perdido. Foto: Pedro Armestre.