Ya es julio. El colegio está cerrado y los niños y adolescentes, de vacaciones. Las aulas no abrirán hasta septiembre pero lo peor que se esconde tras ellas, no siempre cesa. Así lo advierte Cristina Arana, psicóloga del programa de acoso infantil de Recurra-Ginso, "el acoso escolar no termina durante el curso, sino que continúa sin límite de tiempo ni espacio".
De hecho, la psicóloga advierte que "es habitual que en verano aumenten los casos de bullying a través de mensajes hirientes, ignorando a una persona en un chat o eliminándola, o riéndose de ella y generando falsos rumores a través de las redes sociales, entre otras situaciones". Tener mucho tiempo libre y pasar muchas horas sin la supervisión de un adulto son los ingredientes que consiguen, a juicio de Arana, para favorecer que el acoso continúe en verano. "En realidad en ese tiempo no están solos sino frente a internet, un universo virtual que puede utilizarse de forma responsable y beneficiosa o todo lo contrario. Además, se une el hecho de que a partir de estas edades, incluso antes, ya disponen de un dispositivo digital propio".
Para José Ramón Ubieto, psicólogo y coautor de Bullying, una falsa salida para los adolescentes, el verano "no suele ser el escenario de un nuevo acoso pero sí de una prolongación del acoso presencial que sucedía en las aulas". El también profesor de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC) afirma que "las redes sociales no son un entretenimiento. Son una vida más para el adolescente que sigue ahí 365 días 24 horas. Ahí viven todos y están sus vidas".
Arana explica que "aunque a los adultos nos parezca que las niñas, niños y adolescentes que sufren acoso escolar están 'a salvo' al no tener que acudir al centro educativo, los meses de verano se hacen muy complicados para ellos, ya que continúan recibiendo agresiones vía online y muchas de ellas, si no lo comunican a un adulto, quedan impunes; aumentando la sensación de impotencia y desprotección en estos menores".
Alerta a posibles señales
Por eso tanto Arana como Ubieto recomiendan a los padres estar "muy vigilantes" en estos días y estar pendientes de signos de alerta como "cambios emocionales de humor, si están más irascibles, si no quieren salir o si sufren síntomas físicos como migrañas, dolores de cabeza o se duermen las uñas, que pueden ser el reflejo de su ansiedad", explica el autor de Bullying, una falsa salida para los adolescentes.
En una guía publicada por el Hospital Infantil Niño Jesús de Madrid a finales de 2019, el equipo del hospital recomendaba a los padres estar alerta de señales tales como problemas de sueño, tristeza, una disminución de la autoestima o rechazo a salir. "Las víctimas de acoso sufren estrés crónico y ansiedad. Desarrollan una personalidad insegura, incluso depresión e intento de suicidio cuando las agresiones son de un grupo o repetidas, con el consentimiento de otros niños que participan como observadores, o de los profesores o tutores", reza la guía.
"En el escenario del ciberacoso, las consecuencias emocionales, psicológicas y sociales también son mayores, afectando a su autoestima y sensación de desamparo sobre todo si no les confían la situación a sus adultos de confianza, que son quienes mejor pueden ayudarles", apunta Arana.
La posibilidad de desaparecer
El autor del libro sobre bullying considera que en este acoso suele haber un menor nivel de intensidad "porque el menor puede desaparecer de la escena, al contrario que en el colegio; bloquear al acosador o borrar la cuenta". Por ello también recomienda a los padres "que estén pendientes no solo a las señales si no también a la actividad del joven en redes, "si cierra una cuenta o cambia sus actividades".
Para asegurar ese escenario, Arana también recuerda la importancia de "la existencia de normas en cuanto a la utilización de internet por parte de los hijos". Algo que adquiere aún más importancia, a su juicio, porque "en las redes sociales hay una audiencia incontrolable y una manera muy sencilla de propagación: un solo clic".
Consejos para los padres
Según la guía publicada por el Hospital Infantil,Niño Jesús, es fundamental enseñar al hijo:
- A ignorar al hostigador.
- A no responder pegando, empujando ni insultando al acosador porque eso es lo que este pretende.
- A defenderse aparentando valentía y seguridad. Los maltratadores suelen hostigar a los niños que no se defienden.
- A comunicar los abusos físicos o de palabras a un adulto, tutor, profesor o padres.
- A ayudar al niño que sufre acoso, a convertirse en amigo del acosado.
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