La soprano Ainhoa Arteta atraviesa uno de los peores momentos de su vida. Según ha informado la revista Semana, Arteta sufrió un infarto de corazón este agosto que casi le produce la muerte. La cantante pasó 10 días en la UCI y posteriormente fue trasladada a planta, de donde fue dada de alta el 25 de agosto, tal y como informa el mismo medio.

La parada cardiaca fue de tal calibre que los dedos de Arteta se gangrenaron, por lo que los médicos decidieron amputarlos de urgencia.  Su salud es todavía muy delicada, pero poco a poco se recupera.

El mismo 25 de agosto Arteta publicaba una imagen en su Instagram acompañada de un texto de agradecimiento a los sanitarios. "Solo puedo decir gracias, gracias, y más gracias por salvarme la vida y por todo. Desde el trato a la profesionalidad…. He estado con vosotros en primera línea de fuego como si fuera una espectadora…. Os he visto correr llorar reír y seguir siempre trabajando hasta la extenuación, me habéis emocionado con vuestros testimonios", señalaba la cantante lírica.

Arteta se encuentra en Bilbao, donde trata de recomponerse del grave episodio, que se une a un año lleno de complicaciones de salud desde su contagio en coronavirus, a una infección renal que le ocasionó una sepsis, hasta el fallo cardiaco y la posterior pérdida de varios dedos.