Un macrocomplejo religioso con dos torres de 70 metros divide a un pueblo madrileño

Un pequeño pueblo al oeste de Madrid podría convertirse en un centro de peregrinación religiosa con una catedral tan alta como La Almudena, un monasterio, un colegio, salones de actos y aparcamientos para medio millar coches. Ese es el macroproyecto de los Heraldos del Evangelio, una asociación católica intervenida por el Vaticano desde 2019 por presuntas irregularidades, en una tranquila urbanización de Sevilla La Nueva.

Los Heraldos del Evangelio adquirieron el terreno en 2018 y celebraron en 2019 la colocación de la primera piedra. Asistieron a aquel acto el alcalde de la localidad, Asensio Martínez, el obispo de Getafe, Ginés García Beltrán, y altos representantes de los Heraldos, que celebraron la ocasión con una tarta que representaba la futura iglesia. "La iglesia que va a vertebrar toda la vida social de la comunidad", afirmó aquel día Martínez.

Aquel acto no tuvo mayor trascendencia pública, como tampoco lo tuvo el pleno de septiembre de 2021 en el que el Ayuntamiento dio luz verde al inicio del expediente del proyecto. Sin embargo en los últimos dos meses, un grupo de vecinos de la urbanización Los Cortijos, donde se ubica el solar de casi 200.000 metros cuadrados, se han levantado contra el proyecto.

La razón principal de su reclamación es que el terreno está en una zona de especial protección de aves (ZEPA) donde las ordenanzas limitan la altura de las construcciones a siete metros de altura, 10 veces menos que las torres proyectadas por los religiosos. El proyecto atraería además numerosos habitantes y visitantes, lo que supondría un cambio drástico en la tranquilidad de la zona, que se compone fundamentalmente de viviendas en parcelas de mínimo 2.000 metros cuadrados.    

“Nos hemos dirigido al Ayuntamiento porque exigimos que se respete íntegramente la normativa municipal, con lo que el proyecto de los Heraldos no se podría realizar porque supera los siete metros de altura. Además la ley medioambiental impide que se hagan construcciones que supongan un incremento cuantioso del ruido, tráfico o visitantes a la zona”, explica Jacinto Fernández, residente de Los Cortijos y portavoz de los vecinos movilizados contra el proyecto.

En paralelo y constituida el 5 de abril, otro grupo de vecinos ha creado la asociación “Nova Cortijos”, que apoya el proyecto. Contactados por El Independiente, remiten a un abogado, David Pedraza, que explica las razones por las que una decena de vecinos se ha movilizado para apoyar el proyecto. “En la urbanización no hay aceras, las calles están en muy mal estado, incluso hay cortes de luz. El alcalde prometió en su día que iba a destinar lo que se recaude del proyecto a la urbanización, y por ello muchos vecinos han visto la oportunidad para mejorar la zona. Y ya como cuestión menor, muchas personas de la urbanización son creyentes católicos y están viendo la oportunidad de tener una iglesia para poder acudir, porque el núcleo urbano está un poco alejado. Y tener al lado una iglesia, supone un plus para ellos”.

La movilización entre ambos posicionamientos ha llegado también a la plataforma de recogida de firmas online Change.org, donde a 30 de abril había 3.172 firmantes en contra (en una petición creada el 30 de marzo) y 27.661 firmantes a favor (a la petición creada el 2 de abril). Sorprende la cantidad de firmantes a favor, que acumula muchas signaturas procedentes de Brasil, de donde es originaria la asociación.

De la compra del terreno a la construcción del macrocomplejo

Los Heraldos del Evangelio adquirieron el terreno a nombre de la "Asociación Cultural Salvadme Reina de Fátima" en diciembre de 2018 a una sociedad propiedad de los herederos de Miguel Boyer (La Moda 92 S.A.). La hipotecaron por 1,45 millones de euros aunque en el registro figura un valor de subasta de 3,9 millones de euros.

Apenas dos meses antes de la adquisición, los Heraldos del Evangelio solicitaron al Ayuntamiento un informe técnico para amparar el futuro proyecto, en el que informaban de sus intenciones de construcción y de que esta superaba los volúmenes permitidos. A tal propuesta, el entonces arquitecto municipal Iván Juárez respondió que "se informa favorablemente la propuesta, aunque de forma condicionada a la resolución favorable del estudio de detalle, proyecto de parcelación y formalización de cesiones".

Fue en mayo de 2019 cuando se puso la primera piedra del proyecto con la presencia de autoridades locales y eclesiásticas pero el expediente no se inició hasta septiembre de 2021, cuando el Ayuntamiento dio luz verde al inicio del expediente. El alcalde de la localidad, el popular Asensio Martínez, defiende la publicidad de todas sus actuaciones - frente a los vecinos que critican la opacidad - y asegura que "aquí no se ha dado autorización absolutamente a ninguna construcción. En el pleno del 30 de septiembre se dio inicio al dilatado expediente administrativo, ambiental y urbanístico solicitado formalmente por la orden religiosa con el aval del secretario a nivel jurídico y del arquitecto a nivel técnico" y añade que "lo que se ha realizado es una aprobación reglada y lo contrario podría haber conllevado responsabilidades penales de este Ayuntamiento y patrimoniales contra la institución".

En estos momentos y hasta el 4 de mayo, ese primer expediente del proyecto (la delimitación de la Unidad de Ejecución) se encuentra en proceso de consulta pública y Fernández asegura que han presentado hasta 161 alegaciones en contra del proyecto.

El 4 de mayo termina el período de alegaciones a esta fase del proyecto

Algunas de esas alegaciones las ha presentado la ONG Ecologistas en Acción, quien ha solicitado además personarse en el expediente para "tener acceso a la documentación completa". La organización solicita la desestimación del proyecto y denuncia "la opacidad en la tramitación". "Resulta muy irregular, a juicio de la organización que los datos que se tienen del proyecto se conozca por las intervenciones de varias concejalas que han quedado recogidas en la grabación del Pleno celebrado el 30 de septiembre de 2021. Según advierte la concejala del grupo Socialista, la iniciativa incumple diversos parámetros de la normativa urbanística municipal como la altura de las edificaciones. A pesar de ello, se acordó su aprobación pero el Ayuntamiento no ha puesto a disposición de la ciudadanía ninguno de los documentos. Tampoco se tiene constancia de que se haya iniciado ningún trámite de evaluación ambiental. Todo ello incumple, tanto la Ley 9/2001 del Suelo de la Comunidad de Madrid como la Ley 21/2013 de Evaluación Ambiental", afirma la ONG en un comunicado.

El alcalde se muestra prudente a la hora de juzgar la viabilidad del proyecto, aunque subraya que la excepcionalidad relacionada con la superación de los siete metros de altura permitidos en la zona se relaciona con dotaciones públicas. "Una cosa son las aspiraciones de esta entidad que legítimamente compró el suelo y otra la normativa urbanística", afirma. Sobre la posibilidad de que finalmente se levanten las dos torres de 70 metros, el alcalde se remite a los técnicos municipales. "Un servidor puede tener sus dudas, porque la ficha de la unidad de ejecución establece una altura máxima de siete metros para un suelo dotacional privado. Yo a nivel personal interpreto que esta es una dotación privada, pero insisto deben ser los técnicos los que refrenden, validen previo informe que el parecer de un servidor o muchos vecinos es así. Será en la siguiente fase cuando se vean esas alturas y excepcionalidades".

Sin embargo, el abogado de los vecinos movilizados a favor del proyecto cree que sí es posible la construcción de las torres. "Antes de proceder al apoyo nos hemos informado a nivel jurídico y hemos podido comprobar que la finca adquirida por los Heraldos tiene la misma clasificación que el centro urbano de Sevilla La Nueva" y añade la referencia al informe del arquitecto municipal de 2018. "Partiendo de esa idea entendemos que no habría ningún impedimento jurídico para que se pueda construir una iglesia en la finca de los heraldos". El abogado, que representa a una decena de vecinos, asegura estar realizando este trabajo de forma altruista por amistad con el presidente de la asociación y no estar ligado a los Heraldos del Evangelio.

La organización religiosa, por su parte, ha rehusado ofrecer una entrevista a El Independiente aunque ha remitido un comunicado que "cualquier construcción que se presenta llevar a cabo en Sevilla La Nueva se realizará con absoluto respeto a la legalidad vigente, sin vulnerar ninguna norma o restricción que pudiese existir. En el caso concreto, se han presentado en la Ayuntamiento los preceptivos Informes Técnicos, redactados por cualificados profesionales, con vistas a la obtención de la correspondiente licencia de obras".

La polémica está servida en esta localidad en la que algo más de una decena de heraldos vive ya en el terreno (donde había ya dos casas) desde que se adquirió y donde los vecinos y el alcalde reconocen que no hay problemas de convivencia. Sorprenden no obstante cuando bajan al pueblo sus vestimentas, ya que van ataviados con botas altas y largas túnicas con una gran cruz de Santiago en el pecho, al estilo de los caballeros medievales.