La nobleza de los Fuente Ymbro ha evitado varias cogidas graves en el segundo encierro de San Fermín. La gran afluencia durante la carrera ha provocado que las caídas fueran habituales camino a la plaza, sin embargo, los toros han seguido su camino y no han punteado a los mozos.

El primer contacto con los corredores ha sido limpio, aunque la propia velocidad del grupo ha hecho que se registraran ya en estos primeros metros algunas caídas, sin que esto ralentizara la carrera.

De esta forma han llegado a la plaza Consistorial, donde un toro se ha colocado en cabeza sorteando a varios mozos caídos por la margen derecha y así han atravesado a gran velocidad este tramo al igual que la calle Mercaderes.

Uno de los astados ha amagado con darse la vuelta tras caer en la curva de Estafeta, pero rápidamente ha retomado el contacto con los cabestros y ha enfilado la cuesta dirección a la plaza. El toro rezagado se ha resistido a entrar en los chiqueros y ha hecho que el segundo encierro de San Fermín se haya alargado hasta los 3:10 minutos tras una carrera que hasta ese momento había sido rápida y emocionante.

La manada se ha estirado en la calle Estafeta lo que ha dejado huecos para que los mozos disfrutasen a centímetros de los pitones de los Fuente Ymbro y separados en tres grupos se han dirigido hacia el tramo de Telefónica, donde ha habido momentos de tensión junto al vallado, una de las zonas en las que varios corredores han resultado contusionados.

Un total de seis hombres, todos ellos mayores de 25 años, han sido trasladados al Hospital Universitario de Navarra por diversas contusiones. Ninguno de ellos presenta heridas por asta de toro.