Son apenas cuatro siglas, AICP, pero representan un auténtico punto de inflexión en la prestación de cuidados a mayores y dependientes en centros residenciales. Responden al modelo de Atención Integral Centrada en la Persona, un paradigma asistencial construido alrededor de las necesidades de cada usuario. Porque toda persona merece que sus preferencias y capacidades, así como sus valores y su experiencia de vida, sean tenidos en cuenta a la hora de diseñar la atención que va a recibir en el que va a ser su hogar. CleceVitam ha sido una de las organizaciones pioneras en implementar esta estrategia integral e individualizada en su red de residencias en España y Portugal.

Respetar la personalidad y la identidad del usuario es un valor fundamental de la filosofía de CleceVitam: todos los profesionales de cada centro, desde la dirección a los trabajadores sociales, pasando por auxiliares, terapeutas, trabajadores de la limpieza y enfermeros, realizan sus funciones pensando en las circunstancias de cada residente. Y este lo siente desde el primer día en el centro, un momento clave para su adaptación. CleceVitam cuenta con un protocolo de bienvenida que condensa todas las virtudes de su modelo de cuidados. Desde antes de su llegada se establece una comunicación fluida y bidireccional con el usuario y su familia.

Se trata de que la residencia sea como una segunda casa. Por ello, los residentes pueden personalizar parcialmente sus habitaciones con objetos y muebles propios, para hacer suyo este espacio tan íntimo. Otra de las prioridades de CleceVitam es consolidar un sentimiento de comunidad y la creación de vínculos entre los usuarios. Los profesionales de cada centro crean unidades de convivencia entre usuarios afines, que realizan juntos sus actividades cotidianas en espacios de uso exclusivo como el salón o el comedor. El objetivo, de nuevo, es garantizar la máxima calidad del servicio desde un enfoque humano, como explica Iria Rey, gerente de las residencias CleceVitam en Galicia.

El proyecto asistencial de CleceVitam busca proporcionar la mayor calidad de vida a los residentes de sus centros. Para ello, propone un modelo de envejecimiento activo que se adapta a las necesidades y capacidades de cada uno. Todos los usuarios cuentan con un proyecto terapéutico a medida, con un plan de actividades adaptado a sus gustos y preferencias. Lo explica en sus propias palabras Carmen Tamayo, residente de CleceVitam San Pedro Poveda, en Burgos, que llegó al centro para recuperarse de una operación de cadera. Su experiencia ha sido inmejorable.

CleceVitam mantiene la excelencia gracias a un gran equipo de profesionales al tanto de todas las novedades en sus respectivas disciplinas y a su liderazgo en innovación tecnológica. Sus centros cuentan con los últimos avances en equipamiento, como robots de desinfección, soluciones de videoconferencia, juegos digitales y actividades de estimulación cognitiva en tabletas gigantes interactivas, así como servicios de telemedicina y digitalización del seguimiento médico de los residentes.