Por la parada de metro de Almendrales, en el madrileño barrio de Usera, pasan con conversación animada las primeras feligresas. “¡Qué bien que venga tu mami a visitarte!”, dice una de las mujeres antes de perderse por un edificio de estilo tosco e industrial emplazado a unos metros. Su destino es el centro Cristo Viene, una iglesia evangélica situada en el foco mediático desde que su pastora, la autodenominada “apóstol” Yadira Maestre, interviniera en el encuentro con la comunidad latina organizado por el Partido Popular.
El reloj marca las seis y media de la tarde. Es martes y los fieles van llegando a cuentagotas a la nave número siete del complejo de oficinas. Hasta alcanzar el templo hay que pasar junto a un taller donde mujeres de rasgos asiáticos confeccionan productos textiles. En el portón de la pequeña factoría, un hombre trajeado discute por teléfono. Al fondo del pasillo los acólitos de Yadira, pertrechados de camisetas color celeste, van recibiendo a los participantes. “Bendiciones”, exclaman cuando van atravesando el umbral.
Fiel a la rutina de los martes, la agrupación celebra el “tabernáculo”, el ritual que completa los dos cultos que ofrecen los domingos, los talleres para lograr “un matrimonio amoroso y sano” y los retiros que ofrecen “sanación”. Según los organizadores, el tabernáculo propone “un tiempo de intimidad con nuestro Padre Celestial”. “Unidos en oración y adoración clamamos por la manifestación del Espíritu Santo en nuestras vidas”, reza el folleto con la programación mensual que entregan a los recién iniciados.
La cita arranca puntual aunque los asistentes van sumándose con cierta parsimonia. En primera fila unos jóvenes hacen ondear las banderas, la mayoría latinas, pero también una turca. El salón donde se celebra el “tabernáculo” es un espacio diáfano, emplazado junto enfrente de la parroquia católica de Nuestra Señora de la Fuencisla, construido en la década de 1960. A diferencia del templo contiguo, la representación iconográfica está vetada por la ortodoxia evangelista en el centro. Hileras de butacas y sillas burdeos se distribuyen ordenadas frente al escenario.
La "apóstol" ausente
Minutos antes de comenzar, se han sucedido los ensayos del grupo de mujeres que, vestidas de negro, entonan los cantos que protagonizan la sesión. Los amplificadores Marshall retumban por las paredes de la estancia. “Es el sonido del cielo. Un canto sobre la muerte”, promete una de las vocalistas. El centro, alcanzado por la polémica desde que Yadira orara por los líderes del PP, se halla en una de las iglesias evangélicas más concurridas de uno de los barrios con mayor proporción de inmigrantes de Madrid. Según el censo, cerca del 24 por ciento de los 150.000 residentes es extranjero, diez puntos por encima de la media de la capital.
El sábado, en un acto titulado “Europa es hispana” y organizado por el PP europeo que parecía contraprogramar a la Cumbre Iberoamericana celebrada en la República Dominicana, Yadira ofreció su bendición al más puro estilo de Jair Bolsonaro y Donald Trump, líderes que se prodigan entre los sectores más ultraconservadores del evangelismo. “Señor, pedimos, Padre celestial, que cada día el amor halle en el corazón de este partido. Desde el número uno, nuestro señor Feijóo, hasta nuestro querido alcalde, José Luis Martínez-Almeida. Y creemos, Dios mío, que tú eres el Dios todopoderoso, aleluya, para que se siga expandiendo tu palabra”, esbozó en una intervención sobre la que han corrido ríos de tinta. El martes, en mitad del intento de Génova de desligarse del acto, los vídeos y fotografías de la pastora desaparecieron de la web del PP.
Sobrevivió a "enfermedades mortales"
Ultraconservadora, Yadira, de origen colombiano, asegura “curar la homosexualidad” y sanar enfermedades como el cáncer. Su rostro sonriente junto al de su marido, el también pastor Florentino, aparece por doquier en los muros del centro junto a información para los primerizos. También en la tienda aneja a la institución donde se venden algunos de los libros de la pastora en los que, según sus palabras, relata su testimonio de más de “45 años de ministerio y de cómo ha sido mi proceso, comenzando en Colombia y luego en España”. “Y cómo he salido fortalecida de enfermedades mortales gracias a la misericordia de Dios”, agrega.
"¿Cuánta gente de fe hay acá? Den un grito"
Yadira, lanzada al estrellato más controvertido desde el fin de semana y repudiada al menos públicamente por el partido político que buscaba los cotizados votos de su comunidad, está muy presente en las estancias pero se halla ausente de la ceremonia de este martes. Uno de los asistentes más jóvenes pregunta por ella y se encuentra con una negativa. “No quiere hablar con periodistas. Aquí son bienvenidos todos los que buscan a Cristo”, dice por teléfono una de las feligresas antes de colgar.
La tensión se palpa, sin embargo, en el ambiente. Los organizadores preguntan a quienes consideran nuevas caras del rito. “¿Quién te ha recomendado?”, lanzan mientras recorren los pasillos de la sala. Piden un número de teléfono con la promesa de seguir en contacto. La sesión es un repertorio de canciones, amenizadas con batería, guitarra y teclado eléctricos. “¿Cuánta gente de fe hay acá? Den un grito”, propone la principal intérprete. Y los brazos se elevan y las palmas irrumpen. “¡Aleluya! Cuando pienso en la bendición que viene, me hace perder la cabeza. Quiero cantar. Cuando pienso lo que Dios hizo por mí, quiero gritar, gritar, gritar…”.
La sesión es un repertorio de canciones, amenizadas con batería, guitarra y teclado eléctricos
Dos horas de plegarias que la actualidad ha terminado trastocando. “Es que es algo flexible. Según como vaya todo”, dice uno de los participantes. La música se detiene y una de las colaboradoras de Yadira aparece en escena. “Es un martes diferente. ¿Cuántos hemos venido a glorificar a nuestro Dios? Queremos la victoria. Somos un pueblo que adora a Dios. Un momentito, vamos a hacer un comunicado”, declara mientras hace subir al escenario a uno de los organizadores. “Buenas noches, Dios les bendiga. Queremos volver a informar que está prohibido totalmente tomar fotografías y vídeos acá. Les pido por favor que tengan cuidado y que no se metan en problemas. Disfruten de esta tarde de bendición”, explica. El auditorio ofrece un “Amén” a modo de respuesta afirmativa.
Un "concierto" de dos horas
Y, superada la advertencia de una comunidad que hasta ahora no tenía reparos de prodigarse en las redes, el ritmo regresa, pegadizo y a altos decibelios. Si no fuera por el contenido de las soflamas, cualquiera lo llamaría concierto que alterna del pop al rap y alabaría la voz de la orquesta. “Ooohhh, oooohhh… la tumba vacía está. Él ha resucitado. Vivo está… La victoria nos dio. Descendió hasta el infierno y resucitó”, cantan sobre el escenario. El público se halla ya en éxtasis. La musicalidad se interrumpe y la vocalista dice: “Estaba estudiando un tema acerca de la resurrección de Jesús. Fui a internet y aprendí. Escuche esto: hay una diferencia entre Jesús y todos los dioses religiosos que hay en el mundo. Mahoma sigue en la tumba, Sócrates sigue en la tumba. La tumba de Jesús está vacía. Eso prueba la realeza de Cristo. Cristo está vivo”. El auditorio, complacido con el hallazgo, responde con gritos.
Las hermanas me dan aliento porque hay días que me dan ganas de volverme a mi país
Entre las butacas, mecida por el ritmo sugerente, se halla una inmigrante recién llegada de Centroamérica. “Aterricé en Madrid hace un mes y ya he venido en unas cuantas ocasiones con unas hermanas que conozco”, desliza. “He venido a buscar trabajo, pero no pensé que estuviera tan difícil la cosa. Las hermanas me dan aliento porque hay días que me dan ganas de volverme a mi país. Allí dejé a mi madre y a mi niño y necesitan el dinero”, explica compungida. En busca de consuelo, como otros tantos residentes en uno de los distritos más vulnerables de Madrid, acude a los brazos de Cristo Viene. “Quiero ser interna para pagar las deudas que dejé al venirme aquí”.
“Todo el mundo está buscando a Dios de algún modo”, comenta un pastor de una iglesia evangélica cercana. Reconoce los vínculos con la pastora Yadira aunque asegura no competir con ella en busca de nuevos acólitos. “Yo mismo estuve hace cuatro años orando por el entonces candidato del PP a la alcaldía de Madrid. Había acudido al centro y recé por él”, evoca con naturalidad.
A las puertas del "encuentro que cambiará vidas"
El cristianismo evangélico es el credo que más crece en España. Lideran, por delante de los musulmanes, el número de lugares de culto, frecuentados principalmente por latinoamericanos. De los 4.231 templos registrados en la geografía nacional, 769 se ubican en Madrid, según estadísticas de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEDERE). La alocución de Yadira ha traído a escena una realidad hasta ahora silente. En un comunicado a propósito de la controversia, la federación matizó que “los evangélicos españoles son plurales en sus preferencias políticas” y aconsejó a sus ministros de culto no influir ni condicionar sus votos. “Aquí no hablamos de política pero es cierto que en el centro de Yadira han estado muy cercanos al PP, que le ha entregado alimentos”, insiste el pastor de un templo próximo.
La asistencia queda registrada en unos pliegos que manejan en el vestíbulo del centro, donde se divulga además la celebración de la cita con la predicadora nigeriana Evelyn Joshua que acogerá un pabellón de Fuenlabrada a finales de abril. “Un encuentro que cambiará tu vida”, vende la publicidad del evento que preside la líder del Ministerio Cristiano carismático La Sinagoga, Iglesia de Todas Las Naciones (SCOAN), un rostro que ofrece entre sus “milagros” la curación del cáncer o el ébola.
Una presencia en España obrada por Yadira, que opta ahora por un perfil bajo, tratando de guarecerse de la tormenta política. A última hora del martes, en un mensaje a este diario la pastora rehúsa el encuentro con el periodista: “Nosotros le amamos a todos y les bendecimos. Acá no hay nada que decir”.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Los claroscuros de la duquesa roja: lesbiana y cercana a ETA
- 2 La España nuclear enfila el apagón: 60 pueblos sin reactor ni futuro
- 3 Muface: las novedades del contrato que ultima el Gobierno
- 4 Sánchez, ridículo imborrable
- 5 Las revelaciones sobre el Fiscal General revolucionan a Ayuso
- 6 Imane Khelif contra el odio: “Represento a las mujeres del mundo”
- 7 Podemos allana el camino para el regreso de Irene Montero
- 8 Viajeros de un tren de Renfe rompen la ventanilla por humo
- 9 Los mejores disfraces caseros para Halloween 2023: 'hazlo tú mismo'