"Estamos en la ruina". Ángel Echeverría y su familia acaban de pasar la noche en el polideportivo municipal de Escalona (Toledo). Y ahora aguardan sentados en un banco de la calle a que el Ayuntamiento les confirme si podrán trasladarse temporalmente a un hostal. Su casa, ubicada en el margen del río Alberche, quedó completamente destrozada por la DANA. "La riada nos pilló durmiendo, pero pudimos sacar a los chavales. La casa está destrozada, los coches rotos... No hemos podido salvar nada. No tenemos ni ropa. No sabemos qué vamos a hacer", comenta.

No es el único en esa situación. Lo cierto es que la DANA provocó daños en numerosas viviendas de Escalona durante el pasado fin de semana. Pero el remate fue la crecida inesperada del río Alberche, que se produjo el lunes a causa del agua acumulada en dos afluentes cercanos. Aquello causó una especie de tsunami que barrió por completo las viviendas ubicadas cerca del cauce del río. Las casas quedaron destrozadas, el barro engulló todo y medio centenar de personas tuvieron que ser desalojadas.

El Ayuntamiento ya ha confirmado que pedirá la declaración de zona catastrófica. "Algunos vecinos han vuelto a su domicilio, porque mucha gente tiene en el pueblo su segunda residencia. Otros están en la residencia de ancianos. Y los demás se encuentran reubicados en distintos sitios", explica Rocío Jiménez, concejal de Bienestar Social de Escalona. "La zona afectada está catalogada como inundable, pero algunos vecinos lo sabían y otros no. Hay mucha gente que es nueva en el pueblo", añade.

Pero la situación es, en realidad, bastante más compleja. Fuentes oficiales han confirmado que el lugar (que ya se inundó en 1989) se catalogó como urbanizable en 1977 mediante una norma subsidiaria. Posteriormente, en 1991, la Confederación Hidrográfica del Tajo declaró el lugar como zona inundable. Pero para entonces las viviendas ya estaban construidas.

"Esas casas están en un limbo, fuera de la ordenación", aseguran las mismas fuentes, que detallan que cuando se informó a los vecinos de que la zona había sido catalogada como inundable éstos no se quedaron quietos. Montaron una asociación de afectados y recurrieron a la Justicia. Y finalmente la Audiencia Nacional anuló la resolución de la Conferencia del Tajo. Lo hizo, eso sí, por defecto de forma (es decir, por incumplimiento de algún requisito formal). Pero en cualquier caso, el proceso se quedó estancado ahí.

"La Confederación Hidrográfica del Tajo sigue considerando que esas casas están en zona inundable, pero eso no está recogido oficialmente en ningún lado. Lo cierto es que esas viviendas se construyeron legalmente conforme a la normativa que había entonces. Por eso ahora estamos en una situación de incertidumbre total", explica Álvaro Gutiérrez, alcalde de Escalona, que detalla que en los últimos 25-30 años no se ha construido nada nuevo en la zona afectada.

Las quejas de los vecinos

Susana tiene ganas de contar su versión de la historia. Lleva décadas viviendo en Escalona, y ahora su casa ha quedado destrozada. Ella no tiene segunda vivienda, y vive de manera permanente allí junto a su marido. Ambos tienen más de sesenta años y están en paro.

"Cuando nosotros compramos la casa nos explicaron que había habido una riada, no tan grave como la de ahora pero parecida. Los vecinos pidieron indemnizaciones, porque esa vez todo fue provocado por una presa que la Conferencia del Tajo había soltado. Pero la Conferencia dijo que esto es una zona dentro del cauce natural del río", relata Susana.

Y añade: "El resultado del juicio fue que nos dejaban vivir aquí pero la Conferencia del Tajo no se hacía responsable. Y desde entonces ya no dejaron construir nada más nuevo. Pero cuando nosotros compramos estas parcelas eran urbanizables. El Ayuntamiento está tratando de que cataloguen la zona como catastrófica para que nos den ayudas a los afectados. Porque tenemos derecho a vivir aquí, no nos han expropiado nuestras casas".

Marga muestra las escrituras de su casa, que se están secando después de quedar muy dañadas a causa de la inundación . ISRAEL CÁNOVAS

"Mi casa es legal y tiene todo en orden. La Confederación intentó echarnos, pero no llegó a buen término porque no pueden. Si dicen que esta zona es inundable, ¿por qué dejaron edificar en su momento? Me imagino que si esto se puede inundar no será desde hace 20 años, será desde hace mucho más tiempo. Pero aquí han dejado construir, han dado papeles, han dado célula de habitabilidad... Y yo pago un IBI por una parcela urbanizable. Así que ya no entiendo si se puede vivir aquí o no", comenta Marga, otra vecina afectada.

En la misma línea apunta Charo, que tiene su casa a pocos metros de la de Marga: "Yo tengo todos los papeles en regla. Puede que esté muy cerca del río, pero tiene sus planos y todo lo demás hecho legalmente. Y yo de aquí no me quiero ir. Esta casa la hizo mi padre y quiero mantenerla. Pero necesitamos ayuda. Aquí hay personas muy mayores que están solas, y nosotros no podemos echarles una mano porque cada uno tenemos lo nuestro".

Un problema estatal

"En España hay demasiadas viviendas que están en zona inundable. E incluso algunas están construidas en el propio cauce del río. Pero lo peor es que también hay infraestructuras y edificios dotacionales como centros de mayores o polideportivos en la misma situación. Algunas se hicieron de manera irregular y luego fueron regularizadas, pero poniendo en riesgo vidas. Llevamos décadas exigiendo que se actúe sobre esta cuestión", afirma Erika Gutiérrez, miembro del área de agua de Ecologistas en Acción.

Según detalla, el caso de Escalona no es extraño. A lo largo de la geografía española hay muchas casas que se construyeron en zonas que posteriormente fueron catalogadas como inundables: "En su momento a lo mejor no se tenía la información necesaria. O sí se tenía pero dio igual. Pero lo que nosotros proponemos es una acción coordinada entre el Ministerio de Transición Ecológica, las comunidades y los gobiernos municipales para reubicar esas viviendas. Y esto debe empezar a hacerse primero con las edificaciones públicas".

Destrozos provocados por la crecida del río Alberche en Escalona. ISRAEL CÁNOVAS

Precisamente este martes la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, visitó Escalona para valorar en primera el terreno los efectos de la DANA. Y quiso hacer referencia a este tema: "Sabemos que en las zonas inundables hay infraestructuras viviendas y una ocupación que puede ser peligrosa. Y estos fenómenos extremos serán cada vez más frecuentes como consecuencia del cambio climático. Así que es necesario invertir en una política de adaptación y resiliencia".

Pero la ministra quiso dejar claro que es necesario contar siempre con el preceptivo informe de inundabilidad que elaboran las conferencias hidrográficas, de tal manera que se tengan en cuenta para confeccionar los planes de ordenación del territorio y de urbanismo y evitar que se siga construyendo en esas zonas.

No obstante, señaló que es necesario plantearse de qué manera podemos ir reduciendo los riesgos: "Tenemos que ver cómo nos podemos proteger y hasta qué punto es posible que algunas infraestructuras se puedan trasladar a otro sitio. Algo que seguro que lleva tiempo y necesita un consenso entre las administraciones y la sociedad. Pero que es muy importante".