Hidrocloruro de ketamina. Este es el nombre que recibe el analgésico que, tal y como ha revelado la autopsia, provocó la muerte de Matthew Perry, el actor de Chandler en Friends.

La ketamina, sintetizada por primera vez en 1962, recibe un uso muy habitual en veterinaria, donde se suele utilizar como anestésico de efecto rápido en caballos. La droga que causó la muerte de Matthew Perry mientras se daba un baño en un jacuzzi se emplea también con fines médicos en humanos, en forma de líquido inyectable.

En la calle, donde se reconoce como 'keta', se puede encontrar como líquido, polvo, cristales, pastillas o cápsulas y en ocasiones puede estar mezclada con otras sustancias. Su precio, de unos 30 euros el gramos, es menor que el de otras drogas como la cocaína o el MDMA. En caso de consumo habitual, la ketamina produce alteraciones en la memoria y en la concentración y deterioro de las habilidades del individuo.

Efectos del consumo de ketamina

Según describe el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad, los efectos de la ketamina dependen de "la composición, la dosis, el contexto en que se consuma y las características del consumidor (peso, edad, etc.)". En dosis bajas, produce efectos similares a los de borrachera por alcohol, con pérdida de coordinación y dificultades para hablar y pensar o visión borrosa, mientras que en dosis altas "puede provocar un 'viaje' muy intenso, con delirios, pseudoalucinaciones, pérdida de la noción del espacio y del tiempo y distorsión de la realidad".

Además de los efectos mencionados, la intoxicación por ketamina provoca que algunas personas se vean fuera de su cuerpo o piensan que han muerto o van a morir de manera inmediata. Tiene un elevado riesgo de adicción y una rápida tolerancia. "Su combinación con alcohol u otras drogas aumenta el riesgo de sufrir depresión respiratoria, episodios de síncope o paro cardiaco. La mezcla con psicoestimulantes y/o alucinógenos puede provocar una reacción impredecible y muy peligrosa", destaca el Ministerio de Sanidad.

Ketamina, de fármaco a droga

La ketamina se utiliza como fármaco para tratar la depresión y la ansiedad. El actor Matthew Perry, conocido popularmente por dar vida a Chandler Bing en 'Friends', "estaba recibiendo terapia de infusión de ketamina para la depresión y la ansiedad", detalla la autopsia.

Los "efectos agudos de la ketamina" provocaron "un posterior ahogamiento" de Perry en el jacuzzi de su casa de Los Ángeles (California, EEUU). La autopsia de Matthew Perry mismo señala que "con los altos niveles de ketamina encontrados en sus muestras de sangre 'post mortem', los principales efectos letales serían tanto la sobreestimulación cardiovascular como la depresión respiratoria".

La Sociedad Española del dolor apunta a que la ketamina es un fármaco anestésico clásico "escasamente utilizado en la actualidad para inducir o mantener anestesia, pero con una creciente indicación como analgésico para el tratamiento del dolor agudo y crónico".

Su uso desde su introducción clínica en los años 60 hasta la actualidad al timepo que ha incrementado su consumo como droga recreativa. El último informe sobre drogas del Ministerio de Sanidad lo cataloga como una de las 'nuevas sustancias psicoactivas' y muestra que un 0,9% de los encuestados había probado alguna vez.

El informe evidencia el peligro de su popularización, ya que un 52% de los estudiantes de secundaria la perciben como una de las drogas de más sencillo acceso en el mercado.