La Conferencia Episcopal Española ha urgido a las monjas clarisas de los monasterios de Belorado y Orduña a que reconsideren su posición y decisión de abandonar la Iglesia de Roma y la fidelidad al Papa Francisco. En una nota hecha pública esta mañana, el órgano eclesial insinúa que las razones esgrimidas para dar el paso "parecen fruto de engaños" a las que podrían haber sido sometidas las religiosas. Aseguran además que las "expresiones confusas" les llevan a considerarlo.

La Comisión Episcopal para la Vida Consagrada, que es quien emite la nota, continúa en su escrito lamentando el tono "ofensivo y recriminatorio" que se exponen en la carta remitida por la madre abadesa y en la que comunica la ruptura. Los obispos españoles les recuerdan que el manifiesto sustenta las razones de quienes niegan la validez del Concilio Vaticano II, denominados "sedevacantistas", al no reconocer al Papa.

Las 15 religiosas que por el momento han secundado el paso que lidera Sor Trinidad, la madre abadesa de la comunidad de Belorado y de Orduña, habría abrazado "los principios básicos" de una corriente que "entronca con un grupo que es considerado una secta por varios expertos", subraya la Conferencia Episcopal. Ambas comunidades han explicitado su fidelidad y obediencia al 'falso obispo', Pablo De Rojas Sánchez-Franco, quien en 2005 fundo la 'Pía Unión de San Pablo Apóstol en Bilbao, un movimiento preconciliar que no reconoce ni a los papas ni la doctrina de la Iglesia posterior al Concilio Vaticano II.

"Libertad de conciencia" de cada religiosa

Los obispos continúan en su escrito alertando a las religiosas de su "sumisión a un falso obispo y supuesto líder de una secta" y les tienden la mano para que reconsideren su decisión. Les recuerdan que los motivos que aducen en la larga misiva de 70 páginas hecha pública el pasado lunes "tienen vías de solución distintas de la determinación que en ella se expresa" y consideran desproporcionado el paso dado. Urgen a cada una de las religiosas de ambos monasterios a que "en el ejercicio de su libertad de conciencia" puedan expresar individualmente su postura "ante la decisión que comunica la abadesa": "De hecho, el desarrollo de los acontecimientos sugiere que no todas las hermanas suscriben la 'carta' de la abadesa", señalan los obispos.

En otro punto del manifiesto, la Conferencia Episcopal invita a estas monjas contemplativas a dialogar con obispos, sacerdotes, personas consagradas "hermanos y hermanas de la Iglesia Católica" que estén "en comunión con el Papa Francisco". Les instan a evitar "posturas extremas y polarizaciones" para así incrementar el discernimiento espiritual en la vida cotidiana, personal y comunitaria".

Las clarisas de Vitoria llevan el caso a los tribunales

El conflicto que desde este lunes ha agitado los cimientos de Iglesia en Burgos y el País Vasco tiene unas razones espirituales y económicas, según la propia abadesa ha venido detallando. La pretensión de la comunidad de Belorado de comprar el monasterio de las clarisas de Orduña, gracias al apoyo de un comprador cuya identidad no han querido desvelar, podría haber precipitado esta ruptura. Un comprador que desde fuentes de la Diócesis de Vitoria se sospecha que podría estar relacionado con el 'falso obispo', Pablo De Rojas Sánchez-Franco y su 'Pía Unión'.

Precisamente hoy se ha conocido que la comunidad de las clarisas de Vitoria, propietarias del Monasterio de Orduña, presentarán una demanda ante los tribunales para conseguir la anulación de la compraventa del monasterio de Orduña (Bizkaia) que se firmó en 2020 a las clarisas de Belorado (Burgos), al considerar que "no se pueden quedar con las propiedades" de la Iglesia católica tras haberse "ido a una secta". Una operación cuyos pagos llevan años paralizados.

El origen es la decisión de Roma de "bloquear" su solicitud para poder vender un convento que tienen en propiedad y que está vacío en Derio (Bizkaia), para poder así hacer frente a la compra del monasterio de Orduña, perteneciente a la Diócesis de Vitoria y con la que tenían un acuerdo de compraventa.

Las clarisas de Vitoria dan ahora un paso adelante y van a demandar a las de Belorado ante los tribunales para que se anule la compraventa del convento vizcaíno, tal y como ha confirmado a EFE el vicario para la Vida Consagrada de la Diócesis de Vitoria, Manuel Gómez Tavira. Gómez Tavira, que ha acompañado este jueves a las responsables del convento de Vitoria al despacho de abogados que llevará esta acción judicial, ha planteado que una vez que las clarisas de Belorado "se han ido a una secta no pueden quedarse con las propiedades" de la Iglesia católica.

"No es un problema de dinero"

"Esto no es un problema de dinero", ha insistido y para ratificarlo se ha referido a las declaraciones que hizo este miércoles la abadesa de Belorado, sor Isabel de la Trinidad, quien hizo un llamamiento a los católicos que, como ella, se sientan "profundamente defraudados" con la Iglesia católica de las cuatro últimas décadas, a que "escuchen" lo que tienen que plantear frente a las "herejías" que observan en el Vaticano y en el catecismo.

En la demanda se alegará como argumento el impago por parte de la congregación burgalesa. "Si no hubiera pasado esto, las hermanas de Vitoria nunca les hubiesen pedido un duro porque las dos son clarisas pero ellas (las de Belorado) ya han dejado de ser clarisas", ha señalado. Según avanza el Grupo Vocento, el despacho de abogados presentará una "demanda civil en ejercicio de condición resolutoria pactada en la escritura de compraventa", trámite que podría decidirse en la reunión de este jueves que, de aceptarse, supondría la anulación del contrato de compraventa. Con ello, deberán abandonar el convento de Orduña las pocas hermanas de la congregación de Belorado que aún residen allí. La demanda podría presentarse ante un juzgado de la localidad burgalesa de Briviesca.

La decisión se toma después de que el pasado 7 de mayo ninguna de las partes implicadas moviese sus posturas en un acto de conciliación que se celebró en el citado despacho de abogados.

En un vídeo en la cuenta de Instagram creada este miércoles, las clarisas de Belorado negaron que estuviesen secuestradas o lejos de sus familias. También que se fuesen a ir de la Iglesia, y anunciaron que tienen la intención de explicar lo sucedido, lo que están viviendo, para así paliar la "preocupación" que muchas personas les están haciendo llegar. "No nos vamos de la Iglesia. Os lo iremos explicando. Así que a los que estáis preocupados por esto tened un poco de paciencia", han indicado. "Estamos bien, nuestra realidad no es que estemos secuestradas lejos de nuestras familias. Iremos compartiendo poco a poco con vosotros nuestra experiencia".