Es un cruce de acusaciones pocas veces visto en el seno de la Iglesia católica. El conflicto que desde hace casi un mes enfrenta a las monjas clarisas, ahora consideradas 'cismáticas', del monasterio de Belorado y al Arzobispado de Burgos registra un nuevo capítulo de confrontación. Esta vez la acusación que hacen las religiosas es de robo y "usurpación" de sus cuentas y recursos financieros. El Arzobispado ha asegurado que no se ha producido ningún robo sino que simplemente se ha ejecutado la "tutela" que como comisario pontificio nombrado por la Santa Sede le corresponde al obispo Mario Iceta en su condición de administrador del monasterio.

El pasado viernes la comunidad de religiosas clarisas de Belorado a través de un mensaje publicado en la red social Instagram, denunciaron que el arzobispado de Burgos les había "usurpado" sus cuentas e instado, so pena de excomunión, a declarar ante el Tribunal Eclesiástico. "Han usurpado la titularidad de las cuentas corrientes, dejándonos sin acceso a los fondos obtenidos con nuestro trabajo y donados por nuestros benefactores", explicaban las religiosas del monasterio de Santa Clara cuya madre abadesa, sor Isabel, en nombre de la comunidad, abjuró de la Iglesia Católica a principios de mayo.

"Ante la confusión creada por los medios de comunicación y el propio D. Mario (arzobispo de Burgos), este último aprovechó para usurpar nuestra representación legal accediendo a la administración de las propiedades y al control de las cuentas bancarias, a las que dejamos de tener acceso el día 4 de junio pasado", añaden en su denuncia.

El pasado día 6 una delegación compuesta por representantes de la Orden de las Clarisas y el Arzobispado acudieron acompañados de una notaria para requerirles la entrega de una copia de las llaves del monasterio. Además, se les entregó una citación para que en el plazo de diez días -en algunos casos se les ha concedido dos semanas- diez de las quince religiosas que permanecen en el monasterio ratifiquen o rectifiquen ante un tribunal eclesiástico su decisión de abandonar la Iglesia de Roma y situarse bajo la tutela de la Pía Unión Apostólica fundada en Bilbao por Pablo De Rojas.

El Arzobispado de Burgos ha aclarado hoy, según avanza Efe, que el dinero continúa en las cuentas vinculadas a las religiosas y el monasterio y que se les dará "lo que pidan". También han apuntado que se continúan pagando las nóminas y domiciliaciones y que no es cierto que se les haya dejado sin recursos. El Arzobispado recuerda que las peticiones de carácter económica pueden hacerlas a través de la Federación de Clarisas de Nuestra Señora de Aranzazu, de la que depende administrativamente la orden.

Entrega de llaves

Precisamente este lunes concluye el plazo de entrega de las llaves del Monasterio de Belorado. La Iglesia les había concedido un plazo de dos días que vence hoy. Una entrega que inicialmente se estableció que se llevara a cabo en la notaría, si bien se abre la puerta a otra vías de entrega. En el Arzobispado aseguran que por ahora no está previsto expulsarlas del mismo. Las religiosas ya habían reiterado en numerosas ocasiones su intención de continuar en el convento y se habían negado a abandonarlo.

Precisamente la propiedad de este monasterio, así como los de Orduña y Derio, vinculados a la comunidad de clarisas de Belorado, es uno de los ejes de la crisis. Si bien públicamente en la carta y manifiestos publicados el pasado 13 de mayo esgrimieron razones religiosas, en las que como proclama la Pía Unión se sustentan en no reconocer a la Iglesia Católica postconciliar, la crisis interna entre la Administración de la Iglesia y las religiosas arrastraba un conflicto mobiliario por la prohibición a vender el monasterio de Derio.

Tres de las religiosas, entre ellas la abadesa del monasterio, han presentado una denuncia contra el obispo Iceta acusándolo de actuar con abuso de poder al usurparles la representación legal y vulnerando su derechos de libre asociación. En estos casos se les da un plazo de diez días para ratificarse o no en sus posiciones de pertenencia o no a la Iglesia. Antes del día 16 deberían presentarse ante el Tribunal Eclasiástico. En el resto de los casos se amplía el plazo hasta el día 21.

Tribunal eclesiástico

El Arzobispado ha expresado su deseo de que las religiosas acudan de modo individual y presencial a explicar su oposición para asegurar así que expresan su posición de modo plenamente libre. En caso de no retractarse de su posición las religiosas se enfrentarían a la posibilidad de ser excomulgadas. La acusación de delito de cisma no afectaría a las cinco religiosas de edad más avanzada, que no habrían expresado públicamente la misma posición que sí han ratificado en sus comparecencias públicas el resto de la comunidad de clarisas de Belorado.

La acusación de estar promoviendo un comportamiento cismático, por el cual se les podría excomulgar, afectaría fundamentalmente a diez de las quince religiosas que continúan defendiendo públicamente su intención de abandonar la Iglesia de Roma.

El Arzobispado de Burgos reconoce que están viviendo toda esta situación “con cierta pena” pues afirman haber tenido la mano tendida desde el primer momento y el caso acabará en los tribunales, dada la denuncia interpuesta por las religiosas, cuando han querido resolverlo con “diálogo y cordialmente”.

Denuncia que todavía no ha recibido la institución eclesiástica, aunque sí tiene constancia de que De Rojas, y el falso cura José Ceacero han recibido el burofax en el que el pasado 31 de mayo se les exhortaba a abandonar el monasterio de Belorado, y en el que han seguido acompañando a las religiosas.