La ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha dejado claro en sus últimas intervenciones que la desconexión digital va a jugar un papel fundamental dentro de la próxima reforma laboral, junto con la reducción de la jornada laboral y las nuevas exigencias en el control horario de trabajadores.

Sin embargo, el derecho a la desconexión digital no es un concepto nuevo, de hecho ya se encuentra regulado en la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de los Derechos Digitales (LOPDGDD) y es de obligado cumplimiento para todas las empresas.

Pero, ¿qué novedades podría incluir la reforma laboral acerca de la desconexión digital? ¿Qué cambios podría provocar en relación a la aplicación actual de este derecho? 

La desconexión digital ya es un derecho fundamental de los trabajadores

El artículo 88 de la LOPDGDD señala que “los trabajadores y los empleados públicos tendrán derecho a la desconexión digital a fin de garantizar, fuera del tiempo de trabajo legal o convencionalmente establecido, el respeto de su tiempo de descanso, permisos y vacaciones, así como de su intimidad personal y familiar”.

Hasta ahora, la LOPDGDD era la única normativa que regulaba este derecho, pero con su inclusión en la nueva reforma laboral se convertirá en un término legislado desde dos perspectivas distintas, lo que podría ser susceptible de provocar una colisión en la manera de entender este concepto por ambas partes.

Desde Grupo Atico34, una de las empresas de protección de datos en España expertas en la aplicación de las tecnologías al RGPD y la LOPDGDD, señalan que “seguramente es inevitable que se vayan a producir algunas diferencias de enfoque. Actualmente la ley de protección de datos es la única que regula el concepto y, lógicamente, su definición y aplicación está orientada a este campo”. 

Lo lógico sería pensar que la reforma laboral que propone el gobierno se enfoque y profundice más en cuestiones relacionadas con la duración de la jornada laboral, el control horario de los trabajadores, el respeto a los horarios, descansos, permisos y cuestiones relacionadas con el trabajo en sí mismo. 

“Incluir el concepto de desconexión digital en la nueva reforma laboral nos parece un acierto, siempre y cuando se complemente con lo ya dispuesto en la normativa española de protección de datos. Se debe profundizar en el término para conseguir una regulación más fuerte, pero manteniendo como pilar lo que dice la LOPDGDD”, remarcan desde la consultora.

¿Por qué es tan importante el derecho a la desconexión digital?

Se podría decir que el derecho a la desconexión digital se ha convertido en un concepto central de la nueva reforma laboral por dos causas principales: por un lado, el desarrollo de las nuevas tecnologías y el incremento en el uso de herramientas informáticas y dispositivos en los centros de trabajo; por otro, el aumento del teletrabajo, y de la flexibilidad horaria y geográfica.

Es obvio que hay muchas más causas para considerar el derecho a la desconexión digital como protagonista del debate. Pero lo que realmente interesa es saber cómo se aplicará a la hora de mejorar las condiciones de los trabajadores y garantizar el respeto a sus derechos y libertades.

En este sentido, será un punto central en la nueva ley de control horario, que obligará a las empresas a llevar un estricto control de la jornada laboral de sus trabajadores. La reforma laboral eliminará el fichaje en papel y obligará a implementar sistemas de registro horario informatizados que permitan el acceso remoto de Inspección de Trabajo.

Este control exhaustivo tiene como principales objetivos el respeto a la jornada laboral de los trabajadores y garantizar al empresario que los empleados cumplen con su horario laboral, pero siempre está de fondo la cuestión de la desconexión digital. 

Por otro lado, la desconexión digital también se puede (y se debe) enfocar desde el punto de vista del respeto a los derechos fundamentales del individuo, en este caso del derecho a la intimidad. Toda persona tiene derecho a ser protegida frente a injerencias en su vida personal o privada. Tampoco hay que olvidarse de la conciliación de la vida laboral y familiar. La desconexión digital debe actuar como un garante del cumplimiento de este derecho fundamental de los trabajadores.

En definitiva, de momento todavía hay que esperar para ver cómo se incluye la desconexión digital en la nueva reforma laboral y las implicaciones que va a tener para empresas y trabajadores. Lo que está claro es que su importancia va a ser capital y que muchos van a tener que adaptarse a pasos agigantados.