El despido laboral es una realidad que afecta a trabajadores y empresas de nuestro país, siendo una de las causas más habituales de finalización de contratos. La normativa laboral establece varios tipos de despido, cada uno con características, requisitos y consecuencias legales distintas. A continuación, conocemos los diferentes tipos de despido laboral que se pueden dar en el entorno empresarial español, con especial atención a las particularidades de cada uno.
Tipo de despido en España
Despido objetivo
El despido objetivo es una modalidad amparada en el Artículo 52 del Estatuto de los Trabajadores, y se fundamenta en causas que, sin constituir una falta grave del trabajador, justifican la finalización del contrato. Entre las causas más comunes de este tipo de despido se incluyen la ineptitud del trabajador, la falta de adaptación a cambios técnicos y las causas económicas, organizativas, técnicas o productivas.
- Despido por ineptitud: Este tipo de despido se justifica si la ineptitud es detectada tras la contratación y afecta de manera significativa al desempeño del trabajador. Si la ineptitud ya era conocida durante el periodo de prueba, no se podrá alegar posteriormente.
- Despido por falta de adaptación: Ocurre cuando un trabajador no logra adaptarse a los cambios técnicos en su puesto de trabajo tras haber recibido la formación necesaria para ello. La empresa está obligada a ofrecer un curso de adaptación y dar un plazo de dos meses para que el trabajador se adecúe a las nuevas exigencias.
- Despido por causas económicas: Se justifica si la empresa enfrenta pérdidas económicas o una disminución persistente de ingresos. Esta situación debe ser probada y cuantificada, por ejemplo, demostrando una caída continua en los ingresos durante tres trimestres consecutivos.
Despido disciplinario
El despido disciplinario se basa en un incumplimiento grave por parte del trabajador, tal como lo define el Artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores. Este despido no da derecho a indemnización, salvo que sea declarado improcedente por un tribunal.
- Absentismo laboral: Se considera despido disciplinario si el trabajador incurre en faltas repetidas e injustificadas de asistencia o de puntualidad. Es importante destacar que, aunque se derogó el despido por acumulación de bajas justificadas en 2020, el absentismo injustificado sigue siendo una causa válida de despido disciplinario.
- Indisciplina y desobediencia: La negativa a cumplir órdenes o la desobediencia a los superiores puede dar lugar a un despido disciplinario, siempre que se considere una falta grave.
- Conductas ofensivas: El maltrato verbal o físico hacia compañeros o superiores, así como el abuso de confianza o la transgresión de la buena fe contractual, son motivos que justifican este tipo de despido.
Despido colectivo
El despido colectivo se produce cuando una empresa, debido a causas económicas, técnicas, organizativas o productivas, se ve obligada a extinguir los contratos de un número significativo de trabajadores. Este tipo de despido está regulado por el Artículo 51 del Estatuto de los Trabajadores, y su implementación requiere un proceso de negociación con los representantes de los trabajadores.
Para que un despido sea considerado colectivo, debe afectar a un mínimo de diez trabajadores en empresas de menos de 100 empleados, al 10% de la plantilla en empresas de entre 100 y 300 empleados, o a 30 trabajadores en empresas de más de 300 empleados.
Despido nulo
El despido nulo es aquel que vulnera derechos fundamentales o libertades públicas. Este tipo de despido, en caso de ser declarado nulo por un juez, obliga a la empresa a readmitir al trabajador y a abonarle los salarios dejados de percibir desde la fecha del despido hasta la reincorporación. Entre las causas de despido nulo se encuentran los despidos motivados por discriminación por razón de género, raza, religión, o aquellos que se produzcan durante periodos de baja por maternidad o paternidad.
Despido improcedente
Un despido se considera improcedente cuando no se cumplen los requisitos legales o no existe una justificación válida. En estos casos, el trabajador tiene derecho a una indemnización de 33 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades. Este tipo de despido es comúnmente resultado de una disputa legal en la que el tribunal da la razón al empleado.
Despido amistoso
Aunque no es un tipo de despido formalmente reconocido, en la práctica, algunos despidos se acuerdan de manera pactada entre la empresa y el trabajador. Esta práctica, sin embargo, es fraudulenta y puede acarrear sanciones tanto para la empresa como para el trabajador.
Por tanto, los despidos en España están regulados por una legislación que establece distintas modalidades según las circunstancias. Conocer las diferencias entre los tipos de despido es crucial para trabajadores y empresarios, ya que cada uno implica derechos y obligaciones específicos.
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