El próximo cambio horario de invierno en España, que tendrá lugar en la madrugada del sábado 26 al domingo 27 de octubre, será el más tardío de los próximos años. Este ajuste de relojes, que implica atrasar una hora, marcando las 02:00 en lugar de las 03:00, sigue siendo un tema de debate en la Unión Europea, donde la práctica del cambio horario estacional ha estado bajo escrutinio desde hace años.

El cambio de hora más tardío

Este año, el cambio de hora de invierno en España es especialmente notable, ya que es el más tardío dentro del marco temporal estipulado por la normativa vigente, específicamente la Orden PCM/186/2022, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Esta normativa establece que, después de 2024, los cambios de hora en 2025 y 2026 se adelantarán ligeramente, ocurriendo en las madrugadas del 25 y 26 de octubre, respectivamente.

La práctica del cambio horario, que se lleva a cabo dos veces al año, ha sido una constante en los países miembros de la Unión Europea desde la implementación de la Directiva 2000/84/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 19 de enero de 2001. Sin embargo, en los últimos años, se ha cuestionado su relevancia y efectividad, especialmente en términos de ahorro energético y adaptación al ritmo de vida moderno.

El debate sobre la eliminación del cambio horario comenzó en 2018, cuando la Comisión Europea llevó a cabo una encuesta a nivel continental para recoger opiniones sobre la práctica. La mayoría de los participantes se mostró a favor de abolir el cambio de hora, lo que llevó al Parlamento Europeo a respaldar una propuesta para poner fin a la obligatoriedad de estos ajustes a partir de 2021. Según esta propuesta, cada país podría elegir entre mantener el horario de verano o el de invierno de forma permanente.

No obstante, la pandemia de COVID-19 y otras prioridades políticas hicieron que esta iniciativa se estancara, sin que se llegara a un acuerdo definitivo. Como resultado, la normativa vigente sigue en pie, y los países de la Unión Europea, incluido España, continuarán realizando los cambios de hora estacionales al menos hasta 2026.

Motivos para el cambio de hora

El cambio horario de invierno, en particular, busca aprovechar al máximo las horas de luz natural durante los meses más oscuros del año. Al atrasar los relojes una hora, se consigue que amanezca más temprano, lo que se traduce en un uso más eficiente de la luz solar, especialmente en las primeras horas de la mañana. Sin embargo, esta medida también adelanta el anochecer, lo que puede tener efectos variados sobre la rutina diaria y la actividad económica, especialmente en sectores como el comercio y el entretenimiento.

Aunque la discusión sobre la eliminación del cambio de hora no ha llegado a una conclusión definitiva, el BOE ha confirmado que, al menos hasta 2026, los españoles deberán seguir ajustando sus relojes dos veces al año. El hecho de que el cambio de hora de octubre de 2024 sea el más tardío previsto por la normativa actual añade un dato curioso al debate, destacando la posibilidad de que estos ajustes continúen en el futuro cercano, pese a las discusiones en curso.

Este próximo cambio horario de invierno, al igual que en años anteriores, significará una hora más de sueño para muchos, pero también plantea preguntas sobre el futuro de esta práctica en Europa.

Por tanto, el cambio horario de invierno de 2024 no solo representa el ajuste más tardío en el calendario inmediato, sino que también simboliza un momento de transición y reflexión sobre la continuidad de una tradición que, aunque controvertida, sigue formando parte de la vida diaria en España y el resto de Europa.