El pan es uno de los complementos más utilizados del mundo ya que se puede utilizar para acompañar a miles de alimentos, desde tostadas, bocadillos, hamburguesas

El pan ha estado presente en las comidas durante miles de años y aunque muchos eligen ir todos los días a comprar su barra de pan, también es común comprarlo para varios días. Si tu caso es el segundo, debes conocer cuál es la mejor manera de conservarlo, en algunos casos para que no se ponga duro y, en otros, para que no se ablande ni se quede chicloso.

Cómo conservar el pan para mantener su textura

Quienes quieren mantener el pan crujiente por más de unas horas, deben conservarlo bien para que no pierda sus propiedades de textura. Al contrario de lo que muchos piensan, uno de los errores más habituales es conservar el pan dentro de una bolsa de plástico. Esta opción es la menos recomendada ya que el plástico es impermeable y no transpira. Eso va a generar humedad en el interior que absorberá el pan, y perderá la dureza de la costra y su textura crujiente.

Es preferible guardarlo en lugares que le permita respirar sin que absorba la humedad del exterior, especialmente si estamos en zonas con humedad alta. Las paneras de madera o las bolsas de algodón son recomendables si quieres mantener las propiedades del pan para en las mejores condiciones durante un largo periodo de tiempo.

Evita el aire y el frío

Otro aspecto a tener en cuenta es no dejar el pan en lugares donde haya corriente de aire o esté muy frío, tampoco guardarlo cerca de la ventana y evitar que le dé el sol.

Para nuestra comodidad, en los supermercados encontramos máquinas que nos cortan el pan en rebanadas. Si vamos a consumir el pan rápidamente es una excelente opción, pero si queremos mantenerlo más tiempo, es importante saber que, al cortarlo, el aire que entra acelera que se seque antes, por tanto, la mejor opción para mantenerlo es cortarlo en casa cuando vayamos a consumirlo.

Pan congelado

Al igual que hacemos con otros alimentos, congelar el pan también es una alternativa válida, pero debemos hacerlo siguiendo unas pautas para mantener sus propiedades al máximo. Lo que debemos de tener en cuenta es que debemos aislarlo del aire así que la mejor forma es envolverlo en papel de aluminio y guardarlo en una bolsa de plástico.

Otra opción para congelarlo y que no pierda sus propiedades es usar un táper hermético en el que no puede entrar el aire. Lo mejor es congelarlo en las porciones que vayamos a comer, así será más cómodo descongelarlo y mantendrá mejor sus propiedades.

Por tanto, para conservar el pan en perfectas condiciones, debemos tener en cuenta varios factores como el aire, la humedad, el tiempo en que nos los vamos a comer y el lugar donde lo guardamos. Siguiendo estos simples consejos vas a poder disfrutar del pan en su mejor versión cuando y donde lo desees.