Aparcar el coche en la ciudad es como una carrera de obstáculos, y no importa si tienes un vehículo pequeño o grande, todos estamos en la misma competencia por conseguir ese hueco libre. Pero no todo vale para hacerse con él. La DGT tiene claro que aparcar en sentido contrario a la marcha es una infracción que puede salirte cara. Aunque parezca una jugada rápida y sin mayor complicación, es mejor pensárselo dos veces antes de lanzarse a la aventura de aparcar en dirección contraria.

Pongamos un escenario común, ves un sitio libre en el lado opuesto de la calle, y en vez de dar la vuelta, decides cruzar directamente para estacionar. Es una maniobra rápida, segura y que nadie se va a dar cuenta. Pues resulta que este movimiento tan cotidiano puede costarte hasta 500 euros y la pérdida de hasta seis puntos en el carnet de conducir. Para la DGT, da igual si verificaste que no venía nadie en ese momento; lo que cuenta es cómo quedó aparcado tu coche.

Los riesgos que castiga la DGT al aparcar

Aparcar en sentido contrario no solo es una infracción sino también una maniobra que puede poner en peligro a otros conductores. Al hacer este movimiento, corres el riesgo de causar un accidente o de bloquear la circulación. Imagina el caos que se genera en una calle cuando un coche está mal estacionado y otros deben esquivarlo. No es solo cuestión de reglas, es un tema de seguridad vial.

Si un policía te ve en plena maniobra, el castigo puede ser severo. El hecho de estar estacionado en dirección contraria es suficiente para que el agente se dé cuenta de que has incumplido la norma. Y no solo te puede caer una multa, sino que también podrías enfrentarte a sanciones penales si se considera una conducta peligrosa.

Si has conseguido aparcar en el carril contrario sin que nadie te viera, no estás a salvo. El Reglamento General de Circulación es claro: en vías de doble sentido, solo se puede aparcar en el lado derecho. Si te pillan ya estacionado en dirección contraria, la multa será de 100 euros. Esta sanción es menos severa que la anterior, ya que no te han pillado circular en sentido contrario. Además, deberás mover el coche inmediatamente, o el importe de la multa puede aumentar.

Aparcar mal es una infracción muy común

El aparcamiento indebido es una de las infracciones más frecuentes en las ciudades españolas. Según datos de la DGT, el pasado año se impusieron más de 38.000 multas relacionadas con mal estacionamiento, incluyendo la práctica de aparcar en sentido contrario. No es de extrañar, con la falta de espacios y la competencia feroz por cualquier hueco libre, que muchos conductores terminen jugándosela.

Y es que la situación no mejora con las nuevas Zonas de Bajas Emisiones que cada vez se implementan en más ciudades. Estas áreas restringen el acceso de vehículos más contaminantes, obligando a los conductores a buscar aparcamiento fuera del centro. Si a esto le sumamos la falta de plazas disponibles y los altos precios de los parkings, aparcar en la ciudad se convierte en un verdadero desafío.