Dado que, en muchas ocasiones, los radares de velocidad en España toman imágenes por detrás; no sólo por el nivel de complejidad técnica, sino que es cierto que más allá de eso responde a un interés concreto de la DGT para proteger ciertos derechos de los conductores, lo que a muchos sorprende.

La lógica detrás de la ubicación de los radares

La DGT pone en funcionamiento la instalación de radares fijos, móviles y de tramo, en las carreteras para el control de la velocidad y la reducción de los accidentes, pero no da igual cómo se orienten los equipos ni el ángulo desde el cual toman la fotografía, sino que la orientación es debida a cuestiones tecnológicas y a cuestiones de privacidad.

Fundamentos de la tecnología de los radares

La mayor parte de los radares operan a través de sistemas de microondas o bien de láseres que emiten ondas hacia el vehículo y miden la frecuencia de retorno. Cuando un coche circula por delante del radar, éste mide su velocidad y, si se supera el límite, el radar se acciona para capturar la imagen como prueba de ello. Este proceso preciso en el momento del disparo requiere una configuración determinada de tal manera que se oriente el radar en una sola dirección, actuando así como un mecanismo de control de los vehículos que circulan en el sentido de atrás hacía el frente.

Ventajas de las fotografías tomadas desde atrás

La captura de imágenes desde atrás presenta ventajas técnicas y ventajas legales. Al fotografiar la parte trasera del vehículo, el radar tiene una imagen clara de la matrícula sin interferencias. No aparece la imagen del ocupante, por lo que su privacidad se respeta, que es un aspecto básico que más adelante explicaremos.

El motivo por el que el radar fotografía por detrás

La privacidad de las personas, motivo principal

La privacidad de las personas es, sin duda, una de las razones más relevantes detrás de la dirección de los radares. Unas imágenes desde el frente permiten capturar la cara del conductor y, quizás, la de los otros ocupantes. Esto podría invadir la privacidad e incluso poner en aprietos a las personas que cometieran infracciones en compañía de otros. La DGT, consciente de este problema, decidió aplicar una norma que prioriza una toma de imágenes desde detrás, reduciendo así la posibilidad de que las imágenes muestren elementos privados e invasivos para las personas presentes en el vehículo.

Cómo funcionan los radares

Los radares están preparados para detectar infracciones de velocidad y también el uso del cinturón de seguridad en un determinado contexto y el uso del teléfono móvil. Sin embargo, tienen algunas limitaciones en su capacidad.

Limitaciones de los radares bidireccionales

Existen rumores de radares bidireccionales que pueden multar en ambos sentidos, pero la DGT ha denegado que existan en España. Los radares están configurados para vigilar sólo un carril en un sentido determinado, de forma que se disminuyen las posibilidades de error y se garantiza la fotografía solamente a los vehículos que van en una dirección concreta. Procedimiento para impugnar una multa

Claves para saber recurrir una multa de radar

Lo primero que se debe hacer es comprobar la propia multa de forma exhaustiva, insistiendo en detalles como la hora, la velocidad o que la matrícula sea correcta. En caso de que haya errores, se dispone de 20 días para presentar escrito de alegaciones ante la administración, haciendo constar que se requiere la revisión de la compra de la documentación del caso.

Derechos de los conductores ante una multa de radar

Los conductores tienen derecho a exigir la comprobación del radar para verificar que aquel ha funcionado correctamente. En segundo lugar, si el recurso que se planteó en la vía administrativa es desestimado, cabe interponer un recurso de reposición para que la Administración vuelva a considerar la revisión de los hechos. Si no hay respuesta, entonces se podrán acudir a los contenciosos administrativos, en los que la intervención o asistencia de abogados resulta esencial.