El año 2025 inicia con una mala noticia para los entusiastas del aceite de oliva, cuyo coste sigue aumentando y es ya prácticamente inalcanzable para muchas familias. La situación en el campo, la presión fiscal y las coyunturas del mercado han tenido una influencia notable.

Incremento sostenido en los precios del aceite de oliva

Datos recientes sobre el coste en origen

De acuerdo con Poolred, el Sistema de Información de Precios en Origen del Aceite de Oliva, indican que desde finales de 2024 los precios experimentan una tendencia al alza, con un precio del aceite de oliva virgen extra (AOVE) de 4,25 euros por kilo, el aceite virgen a 3,98 euros y el lampante a 3,78 euros. Todos ellos suponen incrementos relevantes en comparación a los precios alcanzados en registros anteriores.

Paralelamente, otras fuentes como Infaoliva corroboran lo anterior, pudiendo observarse que el precio de Aceite de Oliva en dicha plataforma ha aumentado de 4 euros a 4,08 euros el kilo, por lo que se consolida la tendencia de aumento de precio. Estos aumentos, si bien esperados, impactan en productores y consumidores que comienzan el nuevo año con menos opciones de económicas.

La influencia de los impuestos y la producción

Las consecuencias que ha tenido sobre el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) no han sido menores. Desde el 1 de enero de 2025, pasamos de un incremento del 2% al del 4% en productos básicos, tales como el aceite de oliva. El recargo de equivalencia, que afecta a los pequeños comercios, también subió, lastrando aún más los costes de la cadena de distribución.

Por otra parte, la producción ha tenido cifras interesantes. Según Cooperativas Agro-Alimentarias, la campaña 2024/25 tiene un aumento del 15,5% respecto a la campaña anterior. No obstante, esta mejora en la producción no ha hecho que se reduzcan los altos precios, ya que los precios son elevados tanto por la hora de la recogida (ya que la demanda es alta) como por los altos precios de toda la cadena de suministro.

¿Qué ocurre con el precio en los supermercados?

El impacto en las grandes cadenas

En los estantes de los supermercados, los precios que tienen los aceites de oliva virgen extra forman también parte del desmesurado incremento que tienen en origen. Mercadona esplende su envase de 3 litros de Aceite de Oliva a un precio de 19,93 euros, el cual se traduce en 6,64 euros/litro. En cuanto a Consum, también el precio es parecido, mientras que en El Corte Inglés y Carrefour, y en función del formato, el litro de AOVE oscila entre 6,64 y 6,73 euros.

Llamativamente, DIA es la única cadena que no ha subido sus precios con el año nuevo. Su AOVE más barato, de la marca La Almazara del Olivar, tiene un precio de 20.10 euros por el envase de 3 litros, lo que lo posiciona en el mercado de una manera competitiva frente a otras cadenas.

Factores adicionales que influyen en el precio

Aparte del VAT, la sequía ocasionada en el campo y los gastos de explotación han sido responsables del aumento del precio del aceite. Igualmente, la logística y los márgenes de los intermediarios son importantes. De esta manera, vemos que el precio final no dependerá solamente del volumen producido, sino de un enredo de causas climáticas y económicas.

Perspectivas para el mercado del aceite de oliva

Expectativas de los expertos

Si bien algunos especialistas prevén que los precios alcancen una leve estabilización en el segundo trimestre de 2025, el futuro se presenta incierto. Los niveles de demanda internacional y la situación climatológica serán cruciales para determinar si este ejercicio verá una reducción considerable del precio.

Recomendaciones para los consumidores

En este contexto, es posible que los consumidores se inclinen por elegir packs de gran tamaño pues, generalmente, cuentan con un precio por litro menor. También pueden hacerse comparaciones de precios entre cadenas de supermercados o fijarse en ofertas concretas para reducir el coste de la compra en el presupuesto familiar.

Así pues, el 2025 empieza con un cierto panorama complicado para el mercado del aceite de oliva. Cuando los productores y los distribuidores comienzan a ajustar sus estrategias para buscar dar respuesta a los nuevos desafíos, mientras que los consumidores deberán buscar alternativas para poder mitigar el impacto de estos aumentos. Sin ningún tipo de duda, el oro líquido seguirá siendo un bien tan preciado como inabordable para determinados bolsillos.