Ana todavía recuerda cuando sus padres le contaron las peripecias que tuvieron que pasar para poder comprar una casa cerca del Rastro en el barrio de La Latina, en Madrid. Se trataba, en aquel momento, de una zona apartada del centro y cerca de algunas zonas más conflictivas por lo que su precio era bastante más asumible que otros barrios. 

Ahora Ana reconoce que sería “completamente imposible, casi un sueño” el poder comprar una  casa en el mismo bloque de edificios que sus padres, y aunque algunos barrios de Madrid se hayan “puesto de moda” y el precio haya podido subir, la realidad es que se trata de un problema de vivienda a nivel nacional. 

Hoy en día el acceso a la vivienda es uno de los principales problemas a los que se enfrenta la juventud, “junto con el tema del mercado laboral, es de lo que más hablo con mis amigos cuando nos juntamos, porque todos tenemos algún miedito relacionado con eso”, cuentan unos jóvenes de entre 27 y 30 años.

Daniel es ingeniero informático, lleva años trabajando en una buena empresa con un contrato indefinido y sin embargo, no puede irse de casa de sus padres. “He intentando mirar para compartir piso con algún amigo o algo, pero se me va más del 75% del sueldo sólo en la casa y las cosas necesarias”, explica. 

Y es que la realidad es devastadora, los jóvenes tendrían que destinar el 102,3% de su sueldo para poder alquilar una casa para ellos solos, según el informe del Observatorio de Emancipación. Esto supone la cifra más alta desde que se tienen registros, 2006. 

El porcentaje del sueldo necesario para comprar una vivienda
El porcentaje del sueldo necesario para comprar una vivienda | Carmen Vivas

Una queja generalizada 

“Hasta hace unos años, era raro ver a alguien que trabajaba quejándose de no poder encontrar una vivienda que alquilar, aunque no fuera en la zona que uno quería o con las condiciones exactas que buscabas, si trabajabas y tú pareja también, no era difícil salir de casa de los padres e irse a vivir juntos." Cuenta Carlos, un hombre de unos 56 años que ha vivido siempre en Madrid, "no había airbnb y, además, posiblemente, en los ochenta o noventa había menos gente que quisiera comprar una casa, y había muchas cosas, por lo que era más barato que ahora, pero desde luego que sí, si querías independizarte, lo hacías”, dice.

“Luego hablan de la generación de cristal, pero que yo sepa hasta ahora nadie que cobrase un sueldo “digno” no tenía como para pagar un alquiler”, explica Ana indignada. Ella, madrileña de toda la vida, lleva compaginando estudios y trabajo desde siempre, y reconoce que que "ya no es un tema del barrio donde vivas, es que es imposible alquilar nada, yo he visto a amigos pagar 600 euros por una habitación que posiblemente fuera un cuarto de la lavadora anteriormente", cuenta.

Y la realidad es que, en el informe de juventud que recaba los datos del primer semestre de 2024, dice que a los jóvenes asalariados les faltaría, de media, 23,81 euros al mes para poder alquilar una vivienda para ellos solos.

“Yo no sé si los datos son alarmantes, sé que trabajando ocho horas (o más) al día con un contrato indefinido, no me puedo independizar por mucho que quiera”, explica Daniel, “Veo a mis amigos que se han ido de casa con unos problemones para llegar a fin de mes increíbles, y es gente que trabaja en grandes empresas, pero claro, luego tienen que pagar 1.200 euros mensuales por un piso sin ventanas y a una hora del trabajo… y no ves la posibilidad de independizarte, sinceramente”, explica. 

Sobre esto el informe también hace referencia: la juventud es el segundo grupo de edad con mayor riesgo de pobreza o exclusión social. En la primera mitad de 2024, el 31,2% estaban en situación de vulnerabilidad y el 22,8 % de las que estaban trabajando no alcanzaban los umbrales mínimos de bienestar.