La Dirección General de Tráfico (DGT) incrementa el control de velocidad a través de 17 nuevos radares en carreteras de seis comunidades autónomas. Este método forma parte del 'Plan de Instalación de 122 nuevos puntos de control de velocidad' con el objetivo de mitigar accidentes y aumentar la seguridad en las carreteras. También se busca optimizar la regulación del tráfico en las vías más usadas.

Nuevos radares: ubicación y funcionamiento

Distribución de los nuevos radares

Los 17 nuevos radares, 9 fijos y 8 de tramo, se localizan en seis comunidades, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Andalucía, Canarias y la Comunidad de Madrid.

  • Andalucía: A-491 (Cádiz), A-449 y A-8005 (Sevilla).
  • Castilla y León: LE-311 (León) y SA-20 (Salamanca).
  • Comunidad Valenciana: N-340 (Castellón) y V-31 (Valencia).
  • Canarias: TF-5, TF-66, TF-65 y TF-655 (Tenerife).
  • Castilla-La Mancha: CM-101 (Guadalajara) y CM-410 (Toledo).
  • Madrid: M-521.

Primer mes de funcionamiento

Durante el primer mes, todos aquellos conductores que excedan el límite de velocidad recibirán una carta informativa, es decir, una notificación, pero no serán multados. Pasado este período, los radares irán emitiendo las multas a todos y cada uno de los infractores a las disposiciones superiores. Esta fase de adaptación está destinada a sensibilizar al colectivo de la importancia del cumplimiento de los límites de velocidad.

Radares y margen de error: la velocidad real de detección

Cómo funcionan los radares en carreteras de 120 km/h

Los radares no multan de manera automática al superar el límite de velocidad fijado, sino que tienen en cuenta el llamado "margen de error". El margen estaba fijado en un 5% en los radares fijos y un 7% en los radares móviles. En el caso de carreteras delimitadas a 120 km/h, el margen señalado era de 131 km/h en los radares fijos y 128 km/h en los radares móviles.

Nueva normativa: margen de error más reducido

Con la normativa vigente, los dispositivos de control fijo establecen un margen de error del 3% mientras que los vehículos móviles lo hacen del 5%, es decir, cuando el límite de autorización de velocidad es de 120 km/h se multa a partir de 125 km/h y 128km/h respectivamente, todo ello con la intención de reducir el número de infracciones, y por tanto el número de sanciones, y mejorar la seguridad jurídica, pero también unificar criterios en la aplicación de las sanciones.

Impacto de los radares en la seguridad vial

Reducción de accidentes por exceso de velocidad

El exceso de velocidad se ha convertido a día de hoy en una de las causas más frecuentes en la etiología de accidentes en España. En la actualidad, la DGT sostiene que un aumento de 10 km/h en la velocidad causa que la probabilidad de sufrir un siniestro mortal incrementada en un 220%. En este sentido, la instalación de nuevos radares tiene como objetivo la reducción de las estadísticas además de concienciar a los conductores sobre la peligrosidad relacionada con el exceso de velocidad, que según los tramos donde existen radares, el número de siniestros mortales se ha visto considerablemente reducido.

¿Recaudación o seguridad vial?

Muchos conductores ven los radares como una manera de obtener ingresos. Con todo, diferentes estudios han concluido que su uso hace disminuir considerablemente los accidentes de tráfico. Desde la DGT se defienden que el fin es mejorar la seguridad y reducir los accidentes de tráfico y no solo después de la recaudación.

Por tanto, la colocación de los 17 nuevos radares supone dar un nuevo paso firme en la estrategia de la DGT para mejorar los datos de siniestralidad. Con mayor control y con mayor sensibilización social, es de esperar que el número de accidentes de tráfico producidos por el exceso de velocidad disminuya en las carreteras españolas. Un mejor tráfico, en definitiva, para todos los involucrados.