El Gobierno ha dado un paso firme en la lucha contra el desperdicio de alimentos mediante la entrada en vigor de una nueva ley que cambia el modo en los que supermercados y tiendas gestionan las frutas y las verduras con imperfecciones. Desde el 3 de abril encontramos en las estanterías esos productos que antes se desechaban por su apariencia pero que obligatoriamente deben ser accesibles, siempre con descuento.

Fruta y verdura “fea”perfectamente comestible

Desde el 3 de abril, se impone una obligación para todos los supermercados y establecimientos de comercio de alimentación céntrales, que consiste en vender frutas y verduras “feas”, aquellas piezas que presentan ciertas deformaciones, imperfecciones estéticas, o simplemente, que su aspecto no es óptimo para ser vendidas, aunque sean aptas para el consumo.

Asimismo, la ley dicta importantes sanciones a los infractores de la ley. Los importes de las multas pueden alcanzar desde los 2.000 euros hasta 500.000 euros. Por ello, se alcanzan los objetivos normativos en el tiempo necesario para frenar el despilfarro por razones meramente estéticas.

El objetivo: reducir el desperdicio alimentario

El desaprovechamiento de los alimentos es un fenómeno que tiene repercusión en todo el mundo. De acuerdo con recientes informes este es un problema que está alcanzando un tercio de la cantidad de alimentos que se producen en el mundo. La cantidad que se desperdicia todos los años alcanza los 1.050 millones de toneladas. En nuestro país el Ministerio de Agricultura estima que cada persona tira una cantidad de alimentos por unos valores aproximados de unos 250 euros al año.

No solo la venta de los supermercados es objeto de esta ley, sino que también la ley obliga a cualquier bar o restaurante ofrecer envases de manera gratuita a los clientes para que estos puedan llevarse las sobras y facilitar la actividad de aprovechar al máximo los alimentos en toda la cadena.

Cómo afectará esta medida a la venta de fruta y verdura

Esta normativa conlleva ventajas para las consumidoras, ya que les permitirá a los mismos ahorrar, a la vez que contribuir al cuidado del planeta. Como la compra de una bolsa de frutas y verduras con imperfecciones a un precio más bajo, que les permitirá reducir el gasto en su cesta básica manteniendo la calidad y la seguridad alimentaria.

Impacto en el sector minorista

La nueva ley supone para los comercios un cambio de paradigma. Van a tener que modificar sus estrategias de venta y logística para hacer caber estos productos en sus estanterías. En el medio plazo podría abrir incluso nuevas líneas de negocio alrededor de productos "feos" o de segunda categoría con beneficios económicos y ecológicos.

Fruta y verdura en el hogar: consejos para evitar tirar comida

Cómo reducir el desperdicio desde casa

Si bien la nueva legislación también abarca a los comercios y restaurantes del país, los hogares tienen su protagonismo. La planificación de las comidas durante la semana y la elaboración de la lista para la compra son pequeños hábitos que ayudan a evitar el desperdicio.

Elegir productos con imperfecciones

Los consumidores cada vez más sí se decantan por los productos con pequeños defectos, ya que además cuentan con un precio más reducido. En la actualidad, estos alimentos, los cuales ya son visibles y accesibles en un supermercado, constituyen una muy buena alternativa a la hora de ahorrarse unos euros y aportar nuestro esfuerzo para poner fin al despilfarro alimentario.

La adquisición de los productos “feos” perfectamente comestibles supone una asistencia no sólo a una economía más circular, sino también a un modo de pensar más amplio, donde el aspecto no habrá de ser lo importante, sino el valor real de los alimentos.

El presente proyecto de ley establece un antes y un después en la manera en la que entendemos lo que es el alimento en nuestro país. Convertir en símbolo de la sostenibilidad la "fruta fea" es, sin lugar a la menor duda, una victoria por el planeta, así como un triunfo por el bolsillo.