La recuperación económica sigue en el aire. Los efectos del Coronavirus se extienden a todos los sectores y cada vez son más las empresas que luchan por subsistir. Dos de las bases más importantes de la riqueza española, el turismo y la hostelería, sufren con especial intensidad esta situación.

La pérdida estimada de más de 40 millones de visitantes extranjeros y las restricciones sanitarias resultan una mochila demasiado pesada para estos profesionales. Las medidas impuestas en la Comunidad de Madrid el pasado 5 de octubre coartan las aspiraciones de los hosteleros, que además de reducir su aforo al 50 % en comedor y al 60 % en terraza, han de cerrar a las 23 horas.

Los restaurantes de la capital se adaptan a la velocidad de la luz a esta circunstancia, a pesar de que dudan de su viabilidad. Fuentes de Hostelería Madrid han transmitido a El Independiente la intención del sector de animar al público a cambiar sus hábitos.

La campaña #EnMadridSeCenaDesdeLas8 apoyada por Hostelería Madrid, FACYRE, ACYRE Madrid y Makro, trata de animar al consumidor español a equiparar su horario con el europeo. Desde la asociación se apunta al adelanto de la cena como una alternativa necesaria para la supervivencia de los restaurantes.

Los hosteleros insisten en que están preparados para empezar el turno de cenas a las 20 horas. Los empresarios de la restauración, consecuencia de las últimas medidas, han modificado sus horarios de un día para otro. Pese a ello, han realizado una labor que les permite atender en perfectas condiciones, tanto de seguridad como de calidad, a aquellos que vayan a sus casas.

La guía de restaurantes El Tenedor se ha sumado a esta corriente. En una nota de prensa anuncia la creación de su campaña #VamosMadrid con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid y la colaboración de Hostelería Madrid, Guía Michelín, Madrid Fusión y Euro-Toques.

#VamosMadrid tiene como cometido animar a los restaurantes madrileños ante esta complicada situación. El Tenedor evidencia en su estudio que el horarios de los madrileños a la hora de salir a comer y cenar ya han experimentado variaciones.

Uno de los datos más significativos del análisis es que han incrementado un 11 % las reservas online para las comidas, lo que ha supuesto una caída de similar porcentaje para las cenas. Este reciente cambio de horario ya afecta a cuándo se programan las cenas, las reservas entre las 20 y las 21 horas han aumentado un 43 %, según El Tenedor.

Bodega de los Secretos

El restaurante Bodega de los Secretos está situado junto al Paseo del Prado, en pleno corazón de Madrid. Se establece en una cueva del siglo XVII, donde los comensales toman asiento bajo unas pequeñas cúpulas. Fuentes del restaurante señalan que para ellos lo más importante es "la seguridad de nuestros clientes".

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Restaurante Bodega de los Secretos en Madrid

" Los clientes entienden la situación y nos ayudan a cumplir los horarios"

El establecimiento ha definido un "Decálogo de Seguridad para cumplir con los requerimientos estándares frente al Covid". Indican su disposición para que las reservas se hagan "entre las 20:30 horas y las 21 horas". Según cuentan desde el restaurante, pese a la dificultad por las limitaciones "los clientes entienden la situación y nos ayudan a cumplir los horarios".

El turno de comidas ha sido castigado por "las restricciones de movilidad entre municipios y la recomendación de teletrabajo que puede que estén condicionando mucho las reservas del mediodía".

Bríos

El restaurante Bríos se encuentra justo frente al Estadio Santiago Bernabéu, en la avenida de Concha Espina. La dirección ha garantizado a El Independiente que están "preparados para funcionar" y que "las medidas se cumplen".

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Comedor del restaurante Bríos en Madrid

Explican que pese al palo que han supuesto las últimas restricciones el restaurante está listo para recibir clientes en este horario poco usual. Además, la dirección del restaurante asegura que tratan de explotar mucho más el turno matinal, ya que esta medida "agrava la situación" de un sector que "lleva siete meses castigado" y que se siente "criminalizado".