Sanidad ha ordenado la retirada inmediata de varios lotes de setas en salmuera por contener toxina botulínica. Incluso, a principios del pasado mes de mayo la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) alertó sobre la presencia en el mercado de varios productos encurtidos no aptos para consumo. En ese momento no se notificó la causa real que ocasionó la alerta; ahora se ha hecho pública.

Y es que la AESAN ha informado en un comunicado este martes 23 de julio sobre la presencia de toxina botulínica en setas en salmuera procedentes de Rusia. Como tal, el producto del que alertan se trata de Lactarius en rodajas encurtido.

Presencia de toxina botulínica en setas en salmuera

Como explica por su parte la OCU, el mismo está envasado en un tarro de cristal. Viene con el código de barras 4250370593657, fecha de caducidad para el 20 de mayo de 2025 y con un peso de 500 gramos. Vendidos en supermercados españoles, la voz de alarma saltó primero en Alemania y de ahí ha llegado a Sanidad.

Este alimento se ha distribuido a las comunidades autónomas de Andalucía, Baleares, Cataluña, Canarias y la Comunidad Valenciana, según se ha podido comprobar en la información disponible. Es importante mencionar que no es descartable que haya retribuciones a otras comunidades autónomas.

A raíz de una denuncia anónima, el Seprona encontró productos no aptos para el consumo almacenados en latas oxidadas, y en algunos casos con fechas de consumo que sobrepasaban los cinco años.

La empresa, para dar salida a esos productos no aptos, los mezclaba. Lo hacían con productos aptos en proporciones que llegaban al 10%, lo que llevó a la inmovilización de 80 toneladas de producto y la detención del gerente de la empresa por un delito contra la salud pública.

La toxina botulínica puede ocurrir como resultado de la contaminación de alimentos, con enfermedad grave

"El botulismo de transmisión alimentaria es una enfermedad grave, que puede ser mortal aunque es relativamente inusual", responde la Organización Mundial de la Salud. Consiste en una intoxicación provocada por la ingesta de alimentos contaminados con neurotoxinas "muy potentes" conocidas como toxinas botulínicas.

Detrás de estas, se encuentra la bacteria Clostridium botulinum, con capacidad de generar esporas. Estas son estructuras termorresistentes y ampliamente difundidas en el medio ambiente, "que en ausencia de oxígeno germinan, crecen y excretan toxinas", explica la Aesan.

Un bote de setas en salmuera donde se ha encontrado la toxina botulínica/EP
Un bote de setas en salmuera donde se ha encontrado la toxina botulínica/EP

Precisamente, se conocen siete formas distintas de toxinas botulínicas, denominadas con letras de la A a la G. Eso sí, solo cuatro pueden causar botulismo humano.

El botulismo más común es a través de alimentos mal preparados o conservados, especialmente conservas caseras, como estas setas en salmuera que han distribuido diversos supermercados en España.

Aunque las esporas pueden sobrevivir a temperaturas superiores a 100ºC, las toxinas se inactivan por calor a más de 80ºC durante más de 30 minutos o 100ºC durante 5 minutos. Las bajas temperaturas (frigorífico) no afectan a la bacteria ni a la toxina. Aunque es principalmente una intoxicación de transmisión alimentaria, el botulismo humano puede deberse a infección intestinal en los lactantes, heridas infectadas e inhalación.

Aesan recomienda no consumir el alimento

Las personas que tengan en su domicilio o hayan adquirido el producto afectado por esta alerta deberán abstenerse de consumirlo, según recomiendan desde Aesan.

La notificación de esta incidencia en el producto ha sido recibido a través de la Red de Alerta Alimentaria Europea (Rasff), tras una comunicación de las autoridades alemanas.