Maestra Muguruza

Ni Arantxa Sánchez-Vicario ni Conchita Martínez ni el mismísimo Rafael Nadal. Garbiñe Muguruza ha escrito en la madrugada de este jueves una de las grandes gestas del tenis español al coronarse en la Copa de Maestras de Guadalajara (México).

Con un 6-3 y 7-5 sobre la estonia Anett Kontaveit en una hora y 38 minutos, Muguruza se ha convertido en la primera española en alzarse con el título de las WTA Finals, el torneo que reúne cada año a las ocho mejores raquetas del planeta.

Arantxa Sánchez Vicario era hasta ahora la única española en haber llegado a una final de las WTA Finals, la que perdió en 1993 ante la alemana Steffi Graf cuando el torneo se celebraba en Nueva York. En categoría masculina solo Manuel Orantes y Álex Corretja lo han conseguido ganar: el primero en Houston 1976 y el segundo con aquella inolvidable final frente a Carlos Moyá en Hannover en 1998.
El Masters es, por ejemplo, uno de los pocos lunares que hay en el currículum de Nadal: ha perdido las dos finales que ha disputado.

De ahí la importancia de lo conseguido por Muguruza. "Estoy tremendamente feliz", ha señalado la tenista de 28 años nacida en Caracas. "Es un torneo muy grande y significa mucho para mí. Me he demostrado una vez más que puedo ser la mejor, que puedo ser la maestra, como decimos en España".

"Y esto me coloca en una posición muy buena para el año que viene. Es la recompensa a un año muy largo. Mi equipo trabajó muy duro y esto demuestra que estamos en el camino correcto", ha añadido la jugadora, que terminará la temporada en el número tres del ranking mundial.

Ex número uno del mundo y campeona de Roland Garros y Wimbledon, Muguruza había vencido en semifinales en dos sets a otra española, Paula Badosa, y en la final ante Kontaveit, que llegó al torneo como la jugadora más en forma, demostró de nuevo una gran fortaleza.

Tras intercambiar varios breaks en el inicio, Muguruza abrió hueco en el marcador llevándose el primer set y después remontó un 5-3 en el segundo antes de lanzar la raqueta y tirarse al suelo para celebrar una de las victorias más importantes de su vida. "Poder tocar esta copa y llevarla a casa ya está en la historia, en mi currículum".