Con las raquetas a la espalda, una sonrisa de oreja a oreja y acompañado de su agente y de su preparador físico, Carlos Alcaraz camina hacia la pista de entrenamiento del Mutua Madrid Open. Es sábado a primera hora. Hace un año la escena era parecida, salvo por una ligera diferencia: tras la práctica, ahora tocan largos minutos de autógrafos, fotos y selfies. Todo el mundo quiere acercarse a Carlitos, el tenista del momento.
"Tiene muchísimo carisma y eso lo ves allá donde va. Es un show, un tipo de jugador que gusta mucho al aficionado", afirma a El Independiente una de las personas que mejor le conoce, su médico Juanjo López, a pocas horas del debut del murciano, que saltará este martes a la pista central ante el georgiano Nikoloz Basilashvili (sobre las 21:30 en Teledeporte y Movistar+).
Hace un año, Alcaraz llegaba a Madrid fuera del top 100 y logró en la arcilla española su primera victoria en un torneo de categoría Masters 1000 antes de perder con Rafael Nadal en la segunda ronda. Fue el día de su 18 cumpleaños. Alcaraz sigue teniendo acné y cara de niño, pero ahora ya no es un tenista más del cuadro. Campeón en Río de Janeiro, Miami y Barcelona, es el jugador más en forma y uno de los grandes reclamos para el torneo. Su cara está en los carteles junto a las de Nadal o Novak Djokovic, fue el tenista que presentó esta edición en el Ayuntamiento y la semana pasada acudió como invitado a El Hormiguero.
Mantener los pies en el suelo
Sobrellevar la fama, las altas expectativas y las continuas comparaciones con Nadal se ha convertido en parte del día a día de Alcaraz. Él asegura que lo lleva con naturalidad -"poco a poco me lo voy tomando más normal"-, pero desde su equipo están prestando mucha atención a que los halagos no le hagan separar los pies del suelo.
Hay que ser humildes, pero seguir trabajando y mejorando para ganar más títulos"
JUANJO LÓPEZ
"Con la edad que tiene Carlos (este jueves cumple 19 años), si no se está encima, lo normal es que este tipo de tenistas apunten más arriba de lo que deben", cuenta Álex Sánchez, uno de sus dos preparadores físicos. "Pero él no le está dando demasiada importancia ni a las derrotas ni a las victorias. De momento, nos está facilitando que le pongamos los pies en el suelo porque es muy humilde".
Juanjo López, que trabaja con Carlos desde hace diez años, cree que ha sido fundamental el hecho de que tenista murciano se haya rodeado de "gente sana". "En el equipo no hay egos", afirma. Y eso que son unos cuantos: son Albert Molina (agente), Juan Carlos Ferrero (entrenador), Juanjo López (médico), Juanjo Moreno, Sergio Hernández y Fran Rubio (fisioterapeutas); Alberto Lledó y Álex Sánchez (preparadores físicos) e Isabel Balaguer (psicóloga).
"Todo esto está siendo difícil de asimilar, pero al final es por cosas buenas", señala Juanjo López. "En el equipo le insistimos en que hay que tener los pies en la tierra, que lo difícil es mantenerse. Hay que ser humildes, pero seguir trabajando y mejorando para ganar más títulos y llegar al número uno. Conociéndole, no va a parar hasta ser número uno".
Las comparaciones con Nadal
Álex Sánchez señala que muchas veces los integrantes del equipo se muerden la lengua a la hora de elogiar a Alcaraz delante de él. "Pero entre nosotros sí lo comentamos porque alucinamos mucho. Que tenga 18 años y esté ganando un Masters 1000, que tome lo bueno y lo malo con tanta naturalidad... Sabemos que no es normal, pero también sabemos el nivel que tiene y lo que puede conseguir", indica el preparador físico.
En el equipo son conscientes de que no pueden controlar la burbuja mediática que se ha creado -y que aumentará, seguro- en torno al tenista. Las comparaciones con Nadal, aunque más que comprensibles, están a la orden del día. De momento, en el entorno de Alcaraz no lo ven con malos ojos. Más que una losa, es una motivación.
"Que te comparen con el ídolo a nivel mundial es muy muy positivo, es como si a mí me comparan con el mejor cirujano de rodilla. Eso significa que lo está haciendo muy bien", comenta Juanjo López. "Todos esos halagos los hubiéramos firmado hace unos años".
"Esos halagos", continúa Álex Sánchez, "son muy buenos porque nos indican el camino correcto. Pero también tenemos que saber rebajar la euforia. Vendrán momentos duros y muchas derrotas y él tiene que estar bien preparado porque el tenis es un deporte individual y se sufre mucho en ese sentido".
Una vida pegada a la raqueta
Nacido en El Palmar de Murcia el 5 de mayo de 2003, Alcaraz creció en una familia muy ligada al deporte. Su padre estuvo en el Top 50 del ranking de España y es el director del Club de Campo de Murcia. Nació casi con la raqueta en la mano, como sus hermanos. Amante también del fútbol, cuando tenía diez años se decidió finalmente por el tenis y su progresión enseguida llegó a los oídos de Albert Molina, un agente que lleva más de dos décadas en el circuito y que ha asesorado a jugadores como David Ferrer, Pablo Carreño o Nicolás Almagro.
Molina tuvo largas conversaciones con la familia de Alcaraz y con los mandamases de la agencia en la que trabaja, la gigante IMG. “Hace siete años no era lo normal empezar a trabajar con un chico de 12 años, pero yo creía mucho en él y pensaba que si hacíamos las cosas bien podríamos conseguir buenos resultados. Ni mucho menos nos ha defraudado”, dijo hace unos meses el representante en la página de la ATP.
Firmó con 15 años contratos con la marca de raquetas Babolat y la firma deportiva Lotto y en 2018 jugó un torneo que le iba a cambiar para siempre. Fue un certamen de la categoría ITF Futures en Murcia y ahí, en la grada, estaba Juan Carlos Ferrero, que ya le seguía la pista desde hacía tiempo. El ex número uno acababa de romper con Alexander Zverev y buscaba nuevos retos. Le llamaron varios jugadores top, pero eligió el desafío de pulir a un diamante como Alcaraz.
«Preferí intentar formar a un chico joven de buenas maneras y con mucho potencial», indica Ferrero, un hombre que sabe perfectamente lo que siente en estos momentos Alcaraz. Ex número uno y campeón de Roland Garros en 2003, Ferrero fundó tras retirarse la academia de tenis Equelite en su Villena natal y ahí se trasladó Alcaraz.
La sociedad dio pronto sus primeros frutos: en 2019 ganó su primer ITF Futures y en 2020 conquistó otros dos títulos de esa categoría y tres más del circuito ATP Challenger y se estrenó con Nike. Además, logró su primer victoria en un cuadro principal de la ATP. En 2021 ya se empezó a codear con las mejores raquetas, ganó en Umag y las NextGen Finals (el Masters juvenil) y se presentó al mundo alcanzando los cuartos de final del US Open.
Y la primera mitad de 2022 está siendo para enmarcar. Tres títulos, 23 victorias por apenas tres derrotas, y el ascenso al "top 10". También ha añadido a Rolex a su lista de patrocinadores. "Están pasando muchas cosas a su alrededor y lo está asimilando bien. Y aquí estaremos por si acaso en algún momento se tuercen", advierte Juanjo López.
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