Rafael Nadal recuperó su mejor versión para noquear a Novak Djokovic en los cuartos de final de Roland Garros por 6-2, 4-6, 6-2 y 7-6 (7-4) y dar un paso decisivo hacia lo que puede convertirse el domingo en su décimo cuarto título en París. Fue un partido espectacular en el que el español mostró un tenis sublime durante cuatro horas y 12 minutos para plantarse en las semifinales de su torneo fetiche eliminando a su bestia negra y actual número uno del ranking mundial.
Nadal jugará su décimo quinta semifinal en Roland Garros y la número 37 de su carrera en los Grand Slam
Da igual de día que de noche. Da igual que hace dos semanas acabará cojo en Roma. Da igual una lesión crónica en el pie. Con Nadal, como con el Real Madrid, da igual todo. No hay lógica que valga. Enfrente tenía a un Djokovic que llevaba 22 sets seguidos en tierra y que se había mostrado intratable en su camino a los cuartos. Y el español llegaba tras una maratón el domingo y con las dudas sobre su estado físico tras el sufrimiento que padeció en Roma con el pie.
Necesitaba elevar ostensiblemente su nivel para poder vencer a Djokovic y así lo hizo. En un partido que empezó un martes de mayo y acabó un miércoles de junio, Nadal se reencontró a sí mismo en París. El viernes, el día de su cumpleaños número 36, se enfrentará por un hueco en la final al alemán Alexander Zverev, que derrotó antes a Carlos Alcaraz por 6-4, 6-4, 4-6 y 7-6 (9-7). Será su décimoquinta semifinal en Roland Garros y la número 37 de su carrera en los Grand Slam.
"Estoy muy emocionado, ha sido increíble", indicó Nadal pasadas ya la una y cuarto de la mañana en París. "Para ganar a Djokovic solo hay un camino: tienes que jugar a tu mejor nivel desde el primer punto hasta el último. Ha sido un partido muy duro, Djokovic es uno de los mejores jugadores de la historia y jugar contra él siempre es un reto increíble".
Un inicio arrollador
Agresivo, decidido y con la puntería afinada, Nadal rompió de inicio a Djokovic y enseguida se escapó en el marcador. Se llevó el primer set por 6-2, pero fue bastante más difícil de lo que pueda decir el marcador. En la pista, Djokovic sufría. En la grada, Guga Kuerten se reía. “¿Dónde aparca Nadal su nave espacial?”, suele bromear el brasileño, doble campeón en París, cuando le preguntan por el dominio del español. Y lo cierto es que la versión de Nadal en el primer set recordó a ese Nadal extraterrestre que trituraba rivales uno detrás de otro.
Esos tiempos ya se acabaron y Nadal es consciente de que el final está cerca. “No sé si el del martes será mi último partido aquí en Roland Garros”, dijo el domingo. Quizás por eso salió a tumba abierta ante Djokovic. En el arranque del segundo set se colocó 3-0 con dos breaks a favor y tenía todo de su lado para llevarse el parcial. Pero Nole encontró una rendija y empezó a despertar. Y eso es siempre una mala noticia para sus rivales. Para el espectáculo, en cambio, es una bendición.
Porque después de que Djokovic le devolviera los dos breaks, el segundo tras un juego que duró 20 minutos, el español y el serbio deleitaron con un tenis estratosférico como en sus mejores tiempos. El set cayó del lado del tenista de Belgrado.
La reacción de Nadal y la reacción de Nole
Perder un saque tras 20 minutos peleando y ceder un set tras dos breaks de ventaja es una losa difícil de soportar en el tenis. Lleva tiempo digerirlo. A Nadal le costó un pestañeo: porque rompió en blanco a Nole en el inicio del tercer set y ya no desperdiciaría la oportunidad de apuntarse el cuarto parcial. El triunfo estaba a un paso.
Pero Djokovic está hecho de la misma pasta que Nadal. Por algo es el único tenista que ha ganado más de una vez al español en tierra al mejor de cinco sets. Nole volvió a reaccionar en el inicio del cuarto set, se puso 4-1, 5-2 y tuvo dos pelotas de set al servicio con 5-3 en el marcador. Pero no aprovechó ninguna de las dos, cedió su servicio y minutos después se despedía del partido en el tie break definitivo.
Nadal recorta distancias en el histórico
El duelo de esta noche era el primer cara a cara entre ambos desde que Djokovic venciera a Nadal en las semifinales de Roland Garros 2021. Y con el triunfo, el español recorta distancias en el histórico, que sigue dominando Djokovic aunque por un estrechísimo margen. De los 59 encuentros que han disputado -la mayor rivalidad en la historia del tenis-, Djokovic ha ganado 30 veces y Nadal 29.
En los torneos de Grand Slam, la estadística es para Nadal con 11-7, gracias en gran medida a las ocho veces que le ha derrotado en la tierra batida de París. En total en pistas lentas, Nadal le domina por 20-8.
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