El Consejo de Ministros ha aprobado el nuevo real decreto que regula la prueba de acceso a la universidad (PAU) a partir de junio de 2025. Tras haber sido pospuesta por la convocatoria de elecciones generales, la nueva selectividad introduce cambios significativos en el modelo de examen y en los criterios de corrección, con el objetivo de unificar y homogeneizar el proceso en todo el país.

Desde hace un tiempo, a estas pruebas se las conocía como EvAU o EBAU, según la Comunidad Autónoma. Ahora, con esta reforma, se unifica el término a como se llamaba anteriormente: PAU (Pruebas de Acceso a la Universidad).

Un solo Modelo de examen para la Selectividad

La principal novedad de la Selectividad o la PAU 2025 es la implementación de un único modelo de examen para cada materia. Aunque los estudiantes podrán elegir entre varias preguntas o tareas dentro de cada examen, esta opcionalidad no reducirá el número de competencias evaluadas. En otras palabras, se mantendrá la exigencia académica en toda su extensión.

Este nuevo formato elimina la flexibilidad introducida durante la pandemia, donde se permitía a los estudiantes seleccionar y descartar ejercicios debido a las dificultades del aprendizaje online o semipresencial. Ahora, cada examen estará estructurado en diferentes apartados, con preguntas que requerirán respuestas cerradas, semiconstruidas y abiertas, asegurando una evaluación integral de las competencias del alumnado. Al menos el 70% de la puntuación total de cada examen se asignará a preguntas abiertas y semiconstruidas.

Criterios de corrección homogéneos

Otro cambio importante es la estandarización de los criterios de corrección. Hasta ahora, cada comunidad autónoma tenía su propio sistema de penalización por errores ortográficos y gramaticales, generando disparidades en las calificaciones. A partir de 2025, las faltas de ortografía penalizarán un 10% de la nota total en todas las comunidades, creando un sistema más equitativo y uniforme.

En los ejercicios que requieran la producción de textos, la coherencia, cohesión, corrección gramatical, léxica y ortográfica, así como la presentación, constituirán al menos el 10% de la calificación de cada pregunta. Este enfoque busca fomentar una mayor precisión y calidad en la redacción de los estudiantes.

Estructura de la nueva PAU

La PAU 2025 se compone de dos fases: una general y otra optativa. En la fase general, los estudiantes se examinarán de cuatro materias obligatorias: Lengua y Literatura Castellana, Lengua Extranjera, Historia o Filosofía, y una materia específica de la modalidad cursada. En las comunidades con lengua cooficial, como Cataluña, también se evaluará esta asignatura.

Para aquellos que deseen mejorar su nota, la fase optativa permitirá presentarse a hasta cuatro asignaturas adicionales, una más que en la selectividad actual. Los estudiantes podrán elegir entre tres materias de modalidad o dos materias de modalidad y la materia común no realizada en la fase general, incluyendo la opción de una segunda lengua extranjera.

Cada ejercicio tendrá una duración de 90 minutos, con un descanso mínimo de 30 minutos entre exámenes consecutivos, manteniendo el formato actual en cuanto a la gestión del tiempo.

Evaluación y calificación de la nueva Selectividad

La nota máxima de la selectividad seguirá siendo de 10 puntos, con la posibilidad de sumar hasta 4 puntos adicionales mediante la fase optativa. La calificación final de acceso a la universidad se calculará con el 60% de la nota media de bachillerato y el 40% de la nota de la selectividad. Además, se considerarán las dos mejores notas ponderadas de las materias optativas según los criterios de cada universidad para su correspondiente grado.

El decreto especifica que la validez de la nota obtenida en la selectividad se extenderá durante el curso académico inmediato y los dos siguientes, proporcionando flexibilidad a los estudiantes en su proceso de ingreso a la universidad.

La nueva selectividad se alinea con la última reforma educativa (ley Lomloe o Celaá) y continuará evolucionando gradualmente hasta 2028 para ser más competencial. El objetivo es reducir la dependencia de la memoria y fomentar habilidades prácticas y aplicativas en los estudiantes.

La ministra de Educación, Pilar Alegría, ha destacado que esta es la primera vez que se establecen criterios comunes y homogéneos para todos los territorios en una prueba de acceso a la universidad. "Fruto de ese acuerdo y diálogo con las universidades y las comunidades autónomas, hemos aprobado este decreto", subrayó, destacando el amplio consenso alcanzado tras más de 200 reuniones con diversos actores educativos.

La Selectividad de 2025 promete ser un hito en la educación española, promoviendo la igualdad de oportunidades y la excelencia académica en todo el país.