Uno de los arcos de la playa de As Catedrais, en Ribadeo (Lugo), ha sufrido un importante desprendimiento de rocas en las últimas horas. Según informa La Voz de Galicia, los desprendimiento han ocurrido en el primero de los tres arcos que están situados de manera consecutiva en este arenal. Las mismas fuentes apuntan a que se han desprendido piedras en una superficie de seis metros de ancho por diez de alto. Afortunadamente no se han producido daños personales.

El pasado 31 de marzo del 2018 falleció en la playa una turista mientras visitaba el arenal acompañada de su novio tras desplomarse sobre ella una roca de una de las cuevas que conforman el monumento natural. El impacto le provocó a la mujer un traumatismo craneoencefálico severo. A pesar de ser atendida en el momento por varios profesionales médicos que también estaban haciendo turismo en el lugar, y los servicios de emergencia se desplazaron al lugar, nada se pudo hacer por su vida.

Las fuertes lluvias registradas en la Semana Santa del año pasado en la zona debilitaron la estructura de los acantilados. Asimismo subrayaron la necesidad de preservar el monumento de la acción del hombre. A pesar de que el acceso estaba limitado a 4.812 personas por jornada, era habitual ver a los visitantes caminando sin ningún tipo de protección en las cuevas naturales o subiendo a los acantilados para realizar fotografías.

El pasado mes de julio, ya en plena pandemia del COVID, la Xunta publicó una Orden con nuevas restricciones para acceder a la playa natural. La reserva se puede realizar hasta con 30 días de antelación en un calendario que muestra las fechas disponibles. El número máximo de plazas por solicitud es de 25. Los acantilados presentan una arquitectura única debido a la acción del mar y del viento a lo largo del tiempo. Está declarado Monumento Natural y considerado como uno de los más bonitos del mundo